—¿Qué sea tu novia? ¿acaso crees que soy como un animal que puedes comprar? No estoy interesada. Olvida todo lo que te comenté hace un instante— responde Diana enfadada, sintiéndose ofendida por aquella propuesta.
—Mira, claramente no eres un animal, pero piénsalo, vos no vas a conseguir esa suma de dinero en tan poco tiempo, por lo menos de forma legal. Si aceptas, ambos saldremos ganando— sugiere él tratando de persuadirla para obtener un sí definitivo.
—¿Y qué ganas vos?—pregunta ella mirándolo fijo a sus ojos, aún molesta por este tedioso trato.
—No sabes lo que ofrecería por ver el rostro de Juliana al enterarse que estoy de novio con otra chica que no se ella. Sin mencionar que mi familia es especialista en mentir cuando se trata del amor. Es hora de demostrar que por mis venas también corre la misma sangre— contesta con un expresión facial demostrando un poco de rabia.
—¿Sólo por eso? ¿Por venganza?—pregunta Diana, que aún le parece absolutamente ridícula su propuesta.
—Sí—responde él, omitiendo la parte donde había pensado que si el romance es público, los rumores de clasismo contra él, probablemente se extingan o disminuyan por completo, tras la revelación de un romance de dos jóvenes de dos mundos totalmente diferentes, que triunfó a pesar de estar separados por las clases sociales.
Diana, piensa un instante, las dudas la consumen durante un corto intervalo de tiempo, por un lado, esa suma de dinero podría exterminar con todos sus problemas económicos, pero aceptarlo, conllevaría exponer su vida al formalizar el noviazgo con una "figura pública", y ella, no quería ver su imagen, o la de sus seres cercanos en un portal de periódico, o en un link que conduce a una página digital informativa. Había cosas, que ella quería ocultar, incluso de personas cercanas.
Piensa además que ella, no ha nacido en esas mismas circunstancias, y que ahora sumergirse en ese mundo completamente desconocido, sería sumamente difícil de acostumbrarse en tan poco tiempo.—Agradezco tu oferta, pero no quiero—fueron las palabras de ésta, que deja emerger su orgullo, antes que su necesidad.
—Por lo menos piénsalo —dijo Angelo, con el fin de que sea ella, su única novia ficticia.
Pero Diana, con una mirada indiferente, tras escuchar sus palabras, rota su cuerpo para ir hasta su pupitre sin emitir palabra alguna.La mañana transcurrió con cierta normalidad, con un patrón rutinario de una serie de burlas hacia Angelo por parte de los chicos de su clase, con el nuevo revuelo de la violencia que ejerció contra su examigo.
Diana por su parte, estuvo pensativa todo el día, por aquella ilógica propuesta, ignorando incluso a Mariana que en reiteradas ocasiones comentó sucesos machistas notificados por una influencer a través de tik tok.°°°
Angelo acababa de ducharse tras la extenuante clase de educación física llevada a cabo durante esta siesta, había sudado demasiado, sin mencionar los respectivos tratos que tuvo con sus compañeros un poco altaneros y con muchas habilidades de combate. Aunque el mayor disgusto se lo llevó al ejercitar en ese centro de educación física que ni siquiera tenía un campo privado de rugby.
En ese instante, escucha el sonido que corresponde a una notificación en su celular, es una mensaje.
Imaginó que podía ser Juliana desde otro número, debido a que él la bloqueó de todas sus redes sociales. Pero se lleva una sorpresa, tras ver un mensaje totalmente inesperado:[16:05 p.m] Diana: Hola, estuve pensándolo y tal vez acepte tu tonta propuesta.
[16:06 p.m] Angelo: Genial. Seremos los mejores mentirosos ¿no suena divertido?
[16:08 p.m] Diana: quiero que me entregues el collar mañana.
[16:08 p.m] Angelo: Ok. Pero llevarlo a la escuela sería peligroso.
[16:12 p.m] Diana: Lo cuidaré...Y por cierto, si bien acepto, habrá reglas en esta absurda sociedad.
Es el último mensaje enviado por ella, que ignora las recientes contestaciones de Angelo notándose dubitativo ante ese comentario para nada trivial.
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La política del amor
RomanceUn mínimo error y pasas de ser un líder con influencias en colegios privados a ser un simple número en una secundaria estatal. Angelo cometió una equivocación, y es el precio que debe pagar por ser el hijo de un candidato a la reelección en la polít...