La política del amor

• El almuerzo •

Tres días habían transcurrido, después de aquella insólita pero ventajosa propuesta de Angelo. Por el otro lado, Mariana no estaba dispuesta a aceptar que un hombre blanco, privilegiado, heterenormativo solventa los gastos de su candidatura, aunque eso conlleve posicionarla como la nueva presidente estudiantil, triunfando por sobre todo, al sentir satisfacción de que Chiara no siga liderando el colegio.

Este día viernes no es cualquier otro, en la noche, la familia Schetzneir tiene un importante acontecimiento en el salón de eventos Versailles, localizado en el prestigioso "Alvear Palace Hotel" de Puerto Madero, por la celebración del reciente compromiso del embajador argentino Ciro Tenyson con su futura esposa.
Angelo, ni siquiera ha ido a la escuela este día, ya que además de organizar pendientes relacionados con sus clubes, se puso a analizar que los trabajadores que asisten a su padre, hayan cumplido al pie de la letra con la preparación de su imagen en el evento, no solo de su vestimenta, sino de estar preparado, respondido preguntas incomodas en el caso hipotético de que en el lugar esté la prensa.

-Hola bebé ¿qué tal? Supuse que hoy tus papás no iban a almorzar nuevamente contigo y vine para hacerte compañía-saluda Juliana abriendo la puerta corrediza ubicada en la sala de estudio, mientras lo observa a él en la mesa concentrado con una serie de documentos.

-Hola amor, te agradezco, pero ni siquiera tengo hambre.

-Bebito ¿whats? Ya son casi las 13 p.m, necesitas ingerir alimentos, además tienes 16 años como para preocuparte tanto por trabajos de especialistas que son remunerados.

-Después del evento de caridad con ese mocoso, no podemos seguir cometiendo errores. Solo estoy verificando que todo salga como está planeado, creo que hoy disfrutaremos de una noche tranquila-responde él lanzando un suspiro agotador.

-Sí, pero te sobrecargas de responsabilidades que no son tuyas.

-Este camino es el que quiero para mi vida, seguir la línea sucesora, y ejercer mi oficio como un funcionario político, si inicio ahora, en mi futura carrera todo será más fácil amor-afirma mientras se acerca para darle un beso.

-Bien, pero no serás político, si no comes. Vamos que pasé por el comedor y Clara me informó que está todo listo-asegura ella simulando la voz de una niña mientras toma de su mano para levantarlo e ir juntos directo al almuerzo.

Ante la insistencia de su novia, Angelo accede no muy convencido, aunque lo hace para darle el gusto a Juliana y poder tranquilizarla.
Ella emocionada, se sienta frente a la mesa muy agusta, pensando en lo mucho que disfrutará este almuerzo con él.

-¿Hoy podés llevar un pañuelo beige con tu smoking? Es que compré un hermoso vestido evasé con unos detalles muy finos y delicados. Estoy emocionada por vernos esta noche posando juntos de la mano- exclama ella mirándolo a sus ojos, mientras se escucha el sonido del timbre a ésas horas.

Mirian, una muchacha que brinda servicio en la casa, se acerca a la mesa para decirle al joven que dos muchachas querían verlo, y al juzgar por sus rostros era urgente. Él, aunque Juliana no esté de acuerdo, se levanta de la mesa para ver de quiénes se trata, y al verlas, da la orden de que las inviten a ingresar.

-Hola Angelo, disculpa que vengamos sin avisar. Pero necesitamos hablar con vos...no tenemos tu número de celular, y te enviamos un mensaje por Instagram ayer a la noche, pero por lo viste-aclara Mariana que viene acompañada de Diana.

-Hola queridas. Quizás lo de ustedes sea urgente, pero están interrumpiendo un momento privado de dos novios ¿puede venir más tarde? ¿O no pasa el transporte público después de las 17?-expresa Juliana acercándose a la puerta, viendo a todos allí.

-Amor, este no es el momento...

-Disculpa bebé, pero esta gente no sabe respetar.

-Ya le pedí disculpas a él, quién es el motivo de nuestra visita-responde desafiante Mariana sentándose en una silla de madera ubicada en su derecha dando señales de que no se moverá de allí.