En una zona alejada del evento, dentro de las instalaciones del hotel, a tan solo metros de la cascada de una fuente situada en el exterior del lugar, Angelo sometido por la aflicción, dialoga con su novia exigiendo explicaciones. Su rostro ahora solo refleja amargura de solo pensar en la traición y el engaño provocado a sus espaldas de dos seres amados por él.
—¡Apúrate! —grita perdiendo el control, dejando caer inevitablemente una lágrima al ver que ella no quiere acceder a su pedido.
No teniendo opción, Juliana, con ojos humedecidos, coloca la contraseña e ingresa a su cuenta de Instagram. Él tomando su celular, ingresa al chat con Agustín, intenta ver los mensajes pero todos fueron eliminados, a excepción de una contestación reciente por parte de él, a uno de sus mensajes borrados: "hoy nos veremos, pero no nos podremos tocar🔥".
Consumido por la ira, impacta de un solo golpe el celular contra el suelo, mientras comienza a llorar por la verdad que había descubierto.
Se aleja del sitio ignorando las súplicas de perdón por parte de Juliana, que se encuentra posicionada en el piso de parquet de madera rezumando acompañada de gritos desesperados.El aire en pocos minutos se vuelve denso y desgarrador . La brisa suave del anochecer parece lentamente detenerse por un momento, como si estuviera conteniendo la respiración.
El ambiente tranquilo y glamuroso del evento, se ve interrumpido por la tormenta emocional que se desata entre ellos. Las palabras heridas y las lágrimas derramadas crean un paisaje desalentador en medio de la superficialidad elegante del lugar con el fin de celebrar el compromiso de dos personas que se jurarán amor para toda la vida.La noche perfecta planificada por Angelo frente a las maravillosas oportunidades presentes en el evento, son olvidadas tras descubrir ese suceso inesperado. Con el fin de no participar de la ceremonia debido a su estado anímico tras la noticia, ingresa al hotel en busca de su progenitores para obtener las llaves del automóvil.
—¿Saludaste a la feliz pareja? Ya llegaron — comenta su padre tras verlo frente a sus ojos.
—Necesito las llaves. Me voy— son las palabras que expresa él con voz entrecortada omitiendo su pregunta
—¿Qué?
Y como si la noche no hubiese acumulado suficiente drama, en ese instante, por la puerta principal acaba de llegar Agustín, junto a sus padres y su hermana.
Angelo no los mira, no quiere observarlo en este momento porque podría cometer un error irreversible, que podría pagarlo muy caro. Trata de calmar su puño, e insiste nuevamente con las llaves.
—Mira, aquí viene tu amigo —susurra Augusto con el fin de que cambie de opinión. Sin embargo, al darse vuelta rotando su cuerpo, ve acercarse a Agustín extendiendo sus brazos con el fin de abrazarlo en un hipócrita saludo. Él, consumido por la ira, recordando la traición, vuelve a endurecer su puño derecho con furia, y no pudiendo evitarlo impacta con velocidad un puñetazo en la parte central del blanco rostro de su examigo.
—Hijo de p...—expresa no pudiendo terminar con la oración por un desesperado llanto que no lo puede contener.
Tras ese suceso, todos los presentes ven con rostros estupefactos ese acontecimiento, algunos reservan sus pensamientos, otros murmuran en silencio. Pero sin poder almacenar una pizca de su irritación, su padre, debido al hecho, le grita a su hijo mientras la familia de Agustín lo atienden tras quedar descompensado por pérdida del conocimiento.
Pese a las fotografías tomadas por los profesionales y los bisbiseos entre los invitados, Angelo sin dar ningún tipo de explicación, ni siquiera a su familia, se retira del lugar corriendo con lágrimas en sus ojos por todo lo ocurrido recientemente.
El no quería ejecutar ese acto de violencia, pero no pudo contener su ira tras presenciar la hipocresía del chico. Ahora no sabe que hacer, como enmendar es error, o como volver a casa sin las llaves del vehículo.
En su billetera posee dos tarjetas de crédito, un poco de efectivo, y un billete de un dólar antiguo de la suerte que utiliza como símbolo de prosperidad económica. Extiende su mano para detener a un taxi, y se sube a él indicándole que su destino sea "Peñón del Águila" un recurrido bar en Puerto Madero.
Recibe varias llamadas perdidas de su familia, pero los ignora colocando el móvil en modo avión, con el objetivo de no tener distracciones en su nuevo plan nocturno: ir a beber alcohol.
ESTÁS LEYENDO
La política del amor
RomanceUn mínimo error y pasas de ser un líder con influencias en colegios privados a ser un simple número en una secundaria estatal. Angelo cometió una equivocación, y es el precio que debe pagar por ser el hijo de un candidato a la reelección en la polít...