La última conversación entre Angelo y su progenitor no había culminado de manera fructífera, si bien la única intención de Augusto era sumergirlo a una realidad subjetiva pero frecuente, su hijo no podía concebir la idea de que los individuos cercanos a su círculo social actuaran así, no podía asimilar esos sentimientos fríos ante conexiones personales, ajenas a valores de afecto y respeto... Aún no comprendía que podían anteponer la superficialidad antes que el bonito sentimiento de amar.
Tras haber finalizado su conversación ese día sábado, a último momento había decidido acoplarse a un viaje relámpago a Mar del Plata con su primo durante todo el fin de semana.
Joel, había vuelto hace poco de las afueras de la ciudad, firmó un contrato de trabajo en España, y antes de irse definitivamente, tenía que culminar unos documentos en su ciudad natal, casualmente Angelo conocía esa información, y le suplicó que lo llevara con él para poder despejar su mente. Y había logrado la hazaña de que él aceptara.Pero no se puede huir de los problemas para siempre, tarde o temprano debía volver a la realidad, por más cruda que parezca.
El motivo apetecible, es que debía regresar a la escuela, a una institución a la cual se sentía ajeno a ella, manteniendo un trato indiferente con la mayoría de los otros estudiantes, incluyendo a los profesores. Sin embargo, era el sitio perfecto, debido a que allí, mantenía una lejana distancia con los miembros de su familia, incluso con Juliana y Agustín, que no pararon de llamarlo todo el fin de semana.Para él, todavía es difícil de comprender los motivos de ambos para formar un romance prohibido manteniéndolo en secreto por su persona, después de descubrirlo intentó recordar sucesos entre ambos para entender si él hizo algo mal, y si bien, es cierto que como cualquier pareja tuvieron ciertos inconvenientes, él creía que siempre lo solucionaron desde el amor. Aunque busca razones, no puedo hacerlo, y eso solo lleva a adquirir resentimiento hacia ellos.
Estaba frente a la ochava de su casa, esperando que el chófer estacione en frente, y de esa forma iniciarían su destino hacia el colegio.
Sus padres lo habían saludado esta mañana, pero él les respondió cordialmente, sin muestras ni afectos de cariño, le costó asimilar esa noticia revelada por Agusto más de lo que ellos pensaban.Al momento de subir al vehículo, ni siquiera saluda al conductor, se coloca sus auriculares inalámbricos para tratar de sentirse más entusiasmado, y mientras oye las melodías de sus canciones que contemplan la tristeza de su alma, su mente le da vueltas a pensamientos relacionados con todo lo ocurrido esos recientes días.
Al llegar, desciende del automóvil, con un tono de voz suave, agradece el conductor, y comienza a caminar hacia su aula bastante desmotivado.
La frecuencia en el pasillo era alta, debido a que el día de hoy, había llegado más tarde que lo habitual, ya que su estado de humor últimamente era como el rozamiento provocado por un objeto al desplazarse; que se enfrenta a esa resistencia natural.En el camino, escucha varios susurros por parte de los estudiantes, algunos disimulan más que otros, pero sin embargo, la gran mayoría está hablando mediante bisbiseos mientras lo miran durante un corto intervalo de tiempo y segundos después evaden la mirada.
Al estar tan solo a metros del aula, ve a Diana junto a Mariana, que al juzgar por sus lenguajes corporales, se ven involucradas en un tenso momento entre ambas.
Al acercarse, escucha a Diana con bastante firmeza y seguridad decir:-¡Fue una mala decisión hacerlo!
Antes de que pueda responder, de reojo Mariana observa la llegada de Angelo, que se sitúa expectante para escuchar el motivo de su disputa.
-Hola ¿qué ocurre?-preguntó él sin poder entender lo que estaba pasando.
Ellas, solo dicen que es una discusión sin importancia provocada por el Centro de Estudiantes, y que pronto lo solucionarían...pero este suceso se vuelve secundario cuando algunos compañeros de clase, se burlan de Angelo haciendo alusión a efectos de temblores por el miedo de estar frente a un violento.
Él, sin tratar de caer en sus provocaciones, ingresa al aula en busca de su pupitre tratando de ignorarlos por completo a todos.°°°
Tras haber culminado la clase de Economía, tomando la decisión de no salir con el afán de convertirse nuevamente en las burlas de los demás, se introduce sus auriculares blancos para escuchar una playlist de canciones de desamor de Cerati.
En un momento, ve a Diana un poco nerviosa, la observa inquieta, con un ligero movimiento oscilante producido por su pierna, acompañada de las acciones de sus manos que son llevadas hasta su boca, con la única función de cortarse las uñas por la ansiedad.
Él, extrayendo sus dispositivos electromagnéticos de sus oídos, se acerca hacia su ubicación, y se sienta en frente de ella en un banco completamente vacío.
-Te noto preocupada ¿qué ocurre? ¿Es por la discusión de esta mañana?-pregunta con una cierta curiosidad que se refleja en sus ojos al mirarla.
-No, bueno, eso solo fue consecuencia de un problema mayor-responde ella sin dar muchos detalles.
-Si quieres podés contarme. Sé que no nos conocemos, pero creo que ninguno de los dos estamos pasando por situaciones agradables.
-Te escribí el sábado, pero no respondiste- reclama ella fijando sus ojos en los de él.
-Lo siento. No quería hablar con nadie...déjame solucionarlo ayudándote en lo que necesites.
-En realidad, sí quiero hablar contigo, por eso me notaste preocupada hace unos minutos. Porque me encontraba en una vorágine de dudas para decidir si hacerlo o no.
-Hazlo-responde él convencido.
-Mira, no quiero que pienses mal de mí, ni creas que solo te hablo cuando te necesito, que por cierto, ya no molestaré más con la campaña, debido a qué decidí retirarme de la lista...por eso tuve una discusión esta mañana con Mariana-asegura ella explicando situaciones secundarias, omitiendo el problema principal
-¿Por qué tomaste esa decisión?
-Mira, me encuentro envuelta en problemas económicos muy grandes, si el siguiente mes no pagamos el alquiler, nos van a dejar en la calle, porque aún estamos en deuda con tres cuotas atrasadas.
Además, necesito solventar una serie de gastos indispensables en nuestro hogar...-expresa omitiendo detalles en su última oración, manifestando dudas si mencionarlo o no.-Lo siento...tranquila, siempre hay una situación.
-Mira, no quiero sonar interesada, pero necesito aproximadamente una suma de 200 mil pesos, y no sé como lograr conseguir esa cantidad en tan poco tiempo...una de mis opciones fue pensar en ti, yo prometo que te pagaré poco a poco cada centavo prestado...pero estoy desesperada, y no sé a quien más acudir-aclara ella con lágrimas en sus ojos.
-Tranquila, no puedo darte esa suma de dinero...pero ahora que lo pienso, hace dos meses compré un collar de oro para Juliana, para su cumpleaños en diciembre, en una ocasión me había dicho que lo quería, y lo había comprado. Fui un imbécil...en fin, no quiero esa porquería, puedo darte para que lo empeñes, está valuado creo que en 280 mil-responde él un poco frío, tras pensar en que ese objeto de un excesivo valor, no vale nada para él ahora después de la infidelidad.
-¿Es en serio? -pregunta ella con ojos brilloso mientras inevitablemente le da un abrazo.
-Prometo que te devolveré todo el dinero.
-No hay problema, no es relevante. Puedes hacer lo que quieras con él.
Angelo, se levanta para volver a su sitio tras el agradecimiento de ella, pero tras dar a penas unos segundos, piensa en algo que se le acaba de ocurrir, y sin dudarlo, da una pequeña vuelta para preguntarle a Diana:
-¿Vos estás soltera?
-Sí, ¿por?-pregunta ella sin comprender el motivo de su pregunta.
-Tengo una idea, no quiero que me devuelvas la plata, pero si me gustaría recibir algo a cambio; quiero que simules ser mi novia.
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La política del amor
RomanceUn mínimo error y pasas de ser un líder con influencias en colegios privados a ser un simple número en una secundaria estatal. Angelo cometió una equivocación, y es el precio que debe pagar por ser el hijo de un candidato a la reelección en la polít...