Tengo muchos recuerdos de ella que me desgarran por dentro, recuerdos de todo tipo que me hacen feliz o triste, pero sin importar qué recuerde, siempre termino llorando.
Hay cosas de ella, que por más que me esfuerce, no podré olvidar, pues ella es parte de mí, y sacarla de mi memoria sería como arrancarme un pedazo de carne.
Yo recuerdo cosas maravillosas, como aquella vez en la que Mae me mostró el universo. Ella me llevó a las alturas de una montaña, solamente para acampar, pero pasó el día y llegó el atardecer, llegó la noche y el cielo se cubrió de estrellas, y así amaneció hermosamente, y ella me mostró cada cosa.
—Todo lo que ven tus ojos, todo lo que pisan tus pies, todo, e incluso todo lo que no puedes tocar, fue creado para que este momento ocurriera, todo ha sido creado para que tú pudieras apreciarlo. No existen las coincidencias ni los juegos al azar, este momento fue reservado hace cientos de años para ti —me dijo.
Si dijera que me sentí la persona más especial del universo, tal vez estaría exagerando, pero estaba segura de que, en ese justo momento, yo era la persona más especial del suyo.
Ella era también todo mi universo; sus convicciones, sus creencias, su filosofía, su atracción y su magnetismo, ella era una ciencia.
Ella nunca fue alguien para olvidar, puedo jurarlo por cada pétalo de su rosal, que sus palabras eran el cielo y su contacto físico la escalera a él.
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Sensaciones que parecen colores fluorescentes
ChickLitCon una dura condición, Maggie tiene la oportunidad de obtener una beca completa para estudiar en una universidad de élite para chicos en Manhattan. Tras la muerte de su madre, ella tiene que adentrarse a un mundo de retos y de nuevas experiencias p...