-Memoria 15-

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Tras solo recibir un disparo en una pierna, a las semanas, Mae parecía el retrato encarnado de una terrible pesadilla.

Se siguió metiendo en líos como si ella fuera la única afectada. Siguió apostando como si ella no tuviese nada que perder.

Mae apostó y apostó, lo fue apostando todo como también pedía dinero prestado, hasta que finalmente, perdió la casa, su vehículo y todas sus joyas.

Ahora debíamos encontrar un nuevo lugar en el cual vivir a un muy bajo costo, pues ella no tenía dinero. No tenía nada.

A pocos días encontramos un mal sitio y no sabía qué ella había hecho, pero me impresionaba que hubiese encontrado un lugar que al menos tuviese cuatro paredes y un techo. Debo reconocer que el lugar era lo más asqueroso que habían pisado mis pies, era un pequeño piso en la ciudad lleno de ratas, cucarachas, moho y con todas las paredes manchadas. El lugar era tan pequeño que, con sólo verlo, me sentía asfixiada. Más adelante descubrí que Mae había conseguido el lugar porque se acostaba con el dueño.

El lugar apenas tenía un cilindro viejo de gas y un pequeño refrigerador, no había calefacción, electrodomésticos ni agua caliente, aunque debo corregir, a veces ni  si quiera podíamos contar con agua potable. En ocasiones tenía que durar días sin bañarme, lavarme el pelo o los dientes. Empezaba a oler mal y todos mis compañeros en la escuela se mantenían alejados de mí porque apestaba.

No había comida en el refrigerador, pero siempre había pan seco que desechaban de una panadería que estaba al frente de nuestro edificio. Me gruñían las tripas, tardaba días sin ir al baño, tenía las uñas largas y sucias, estaba perdiendo casi todos mis dientes de leche, siempre me rascaba la cabeza, me picaba mucho la entrepierna y un poco más. Mi ropa empezaba a quedarme pequeña y pensaba en la última vez que Mae me compró ropa, la última vez que me regaló algo o recordaba mi cumpleaños a tiempo.

Mae no sólo había acabado con su vida, sino que también me había arrastrado a mí a su perdición.

A pesar de todo, seguíamos juntas, eso era lo importante y lo único que no había cambiado, así debía ser siempre, hasta que...

Mae desapareció.

Sensaciones que parecen colores fluorescentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora