-Memoria 5-

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Con el tiempo, Mae me lograba sorprender cada vez más. Cada día hacía cosas más fuera de lugar y totalmente fuera del mundo que yo conocía, cosas que no me hacían sentir bien, cosas que la alejaban de una forma paulatina de mí.

De pronto Mae tenía amigas. De todas sus etapas, esta fue una de las más irritantes. Eran mujeres escandalosas, sacadas de un circo, se maquillaban exageradamente y no parecían ser para nada aristocráticas.

¿Qué pasaba por la cabeza de Mae en esos momentos? Nunca he dejado de hacerme esa pregunta, ¿qué pasaba en su vida, en su mundo? Pues ella no era así, y de la nada, todo era cambios.

Sus amigas iban a la casa después que ella llegaba de trabajar y justo después de yo ir a dormir, se iban por ahí muy perfumadas, riendo, y, sobre todo, sin una sola preocupación en la cabeza.

No sé a qué hora Mae llegaba, pero ella estaba lista para ir a trabajar cada mañana. Sin embargo, lentamente dejaba de ser la Mae que yo conocía, y todos los días tenía que convivir con una extraña de la que no sabía nada y a la que solo veía por alrededor de tres horas al día.

Ya no había cuentos de princesas, salidas al parque y mucho menos tiempo para regar el jardín, así que lo hacía yo. Si debo sacar algo bueno de todo esto podría ser que gracias a su falta de atención, desde pequeña empezaba a ser muy autosuficiente.

De pronto empecé a tener más responsabilidades con cada día que pasaba, como despertar y tener que preparar mi propio desayuno antes de ir a la escuela porque ella lo olvidaba, despertar temprano y cortar una rosa para que se la llevara en su cartera, limpiar la casa porque ella nunca tenía tiempo, e inclusive preparar la cena, ya que ella siempre estaba demasiado cansada cuando llegaba, entonces dormía por una hora después del trabajo y luego se arreglaba para salir. Todas las noches repetía la misma rutina, y yo... yo fui quedándome atrás, casi fuera de su mundo, era el pan que en las mañanas dejas en la tostadora porque tuviste que salir corriendo de casa por falta de tiempo, era una tostada quemada que nadie parecía querer.

Sensaciones que parecen colores fluorescentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora