~𝑺𝒐𝒇𝒕𝒄𝒐𝒓𝒆 || 𝑷𝒂𝒓𝒌 𝑺𝒖𝒏𝒈𝒉𝒐𝒐𝒏 ღ

Capítulo 1 : El chico de los ojos fríos.

— Podríamos ir a la playa...

— Shh

— Bueno, entonces podemos ir al parque...

— ¡Shhhhh!

— Oye, estoy aburrida, ¿podemos-

— Señorita Yoon, por favor salga del salón de clases — dijo el profesor sin quitar los ojos de su libro, como si supiera exactamente a quién pertenecía esa voz, y ciertamente no se equivocaba.

— Está bien...— dijo Seoyeon, imperturbable, levantándose de su asiento. — Te esperaré afuera, Saerom — se arremangó la camisa y caminó hacia la puerta.

Saerom exhaló ante la actitud de su amiga.

Estaban en medio de un examen y como de costumbre, a Seoyeon no le importaba en absoluto, de hecho, la chica estaba buscando que el señor Kim la echara a propósito para así poder deshacerse de tan aburrida situación.

Saerom deseaba que su amiga se preocupara un poco más por su vida académica.

— Oh, ¿ya terminaste? — La voz del profesor hizo que todos los estudiantes dentro del salón lo miraran y descubrieron que Yang Jungwon ya había terminado su examen en menos de 30 minutos. Como siempre.

Parece que Jungwon no cambió en absoluto durante las vacaciones...

— Sí, fue fácil — Respondió el niño sonriendo orgulloso, poniendo sus manos detrás de su cabeza y caminando hacia la puerta.

"Increíble" fue lo que pensó Saerom mientras una sonrisa aparecía en su rostro. Ella no esperaba menos de él.

Yang Jungwon, hijo de Yang Jongseong, el director de su escuela, y Lee Chaeyoung, hija de un prestigioso empresario, era probablemente el chico más popular de la escuela y de Seúl en general, pero su popularidad no se debía solo a sus padres, también era el capitán del equipo de fútbol y era muy inteligente, lo que lo hacía destacar en las horas de clase. 

Bueno, para Saerom destacaba en todos lados. 

A pesar de tener muy buenas notas y ser sumamente inteligente, el niño no mostraba interés por estudiar, ni por la escuela en general. Todos los años le pedían que participara en las olimpiadas interescolares de matemáticas, pero él siempre se negaba, al fin y al cabo era un deportista.

Saerom lo admiraba mucho, no sólo por su destreza física y sus buenas notas, sino que también tenía una habilidad especial para relacionarse con la gente y hacer que confiaran en él. Era la calidez que irradiaba lo que a ella le gustaba de él, porque sí , no sólo sentía admiración por el chico, sino que también le gustaba, románticamente hablando.

Volvió la mirada, intentando sacarse al chico de la cabeza, y revisó sus respuestas por última vez, todo parecía estar en orden.

Siempre era la primera o la segunda en terminar los exámenes, pero esta vez algo le llamó la atención. Observó cómo el chico nuevo se levantaba del asiento delante de ella y entregaba su examen.

"Vaya" pensó. 

El chico nuevo también parece ser inteligente. La mirada de Saerom se volvió hacia el señor Kim, quien no tenía buena cara mientras miraba el examen que le acababan de entregar. 

Comenzó a caminar hacia el profesor y le dio su examen.

— Bien hecho, Saerom — dijo el profesor.

Ella asintió y caminó hacia la puerta hasta salir del salón de clases. 

Miró de reojo y, para su sorpresa, el niño ya no estaba, lo cual era extraño ya que los pasillos eran largos y se tardaba un poco en llegar a las escaleras.