~𝑺𝒐𝒇𝒕𝒄𝒐𝒓𝒆 || 𝑷𝒂𝒓𝒌 𝑺𝒖𝒏𝒈𝒉𝒐𝒐𝒏 ღ

Capítulo 28: Aquí termina tu camino.

Los ojos de Saerom se abrieron lentamente al escuchar la alarma en su teléfono, sintiendo el peso de alguien más encima de ella, por supuesto, ese alguien era Sunghoon.

Ambos se habían quedado profundamente dormidos después de hacerlo. Una mirada tierna se formó en sus ojos cuando vio al chico durmiendo plácidamente a su lado, boca abajo pero aún con un brazo alrededor de su cintura, como si no quisiera que ella fuera a ningún otro lado.

Se levantó apoyándose en los codos y se estiró para apagar la alarma, en esos pocos segundos que estuvo descubierta sintió el frío congelar su cuerpo y rápidamente se metió debajo de las sábanas y se acercó a Sunghoon.

Saerom se quedó admirando el cuerpo de Sunghoon, él todavía estaba completamente desnudo a diferencia de ella, quien se había despertado en medio de la noche para ponerse algo de ropa y abrirle la puerta del baño a Remi.

Su mirada se posó en el cuello del rubio, viendo la cicatriz que tenía alrededor y se preguntó cómo su propio padre fue capaz de hacerle algo así.

¿Cuántas cosas así ha experimentado Sunghoon?

También pensó que la situación era algo extraña. Ella... durmiendo en la misma cama que Sunghoon... nunca imaginó que sería tan reconfortante.

Saerom notó que se movía mucho, que tenía espasmos de vez en cuando y que parecía gustarle usar su cuerpo como almohada, se comportaba como un niño.

Pero también pensó que no sabía cómo iba a ser su relación de ahora en adelante, decían que se querían y según lo que le dio a entender vivirían juntos, por lo que ¿Debían que actuar como si fueran una pareja oficial?

Pero... ¿Y si Sunghoon no se sintiera cómodo con eso?

Varios segundos después lo vio darse la vuelta mostrándole su rostro y ella puso una cara tierna, era realmente lindo. Se sentó en la cama haciendo que Sunghoon se despertara, se apoyó en los codos y se frotó uno de los ojos con la mano.

- Hey - Dijo con su voz ronca.

- Buen día - Le dijo ella sonriendo.

Le tomó unos segundos despertarse por completo, parpadeando un par de veces para concentrarse en Saerom y sonriendo un poco al recordar la noche anterior.

Sintió algo cálido cerca de sus pies y vio a Remi durmiendo allí, eh , se había olvidado por completo de su existencia.

- ¿Qué hora es? - Le preguntó volviendo a recostar su cabeza sobre las sábanas.

- Seis de la manana - Ella respondió extendiendo su mano para acariciarle un mechón de su cabello.

- ¿Por qué me despertaste tan temprano? - Él gimió como un niño pequeño haciéndola reír.

- Yo no te desperté porque sé que hoy no irás a la escuela.

Él no dijo nada pero se sorprendió cuando la vio levantarse de la cama y rápidamente extendió la mano para agarrar su muñeca.

- ¿Adónde vas? - Un escalofrío recorrió su cuerpo cuando parte del mismo quedó fuera de las sábanas, realmente hacía mucho frío.

- A la escuela - Ella rió.

- Tienes que estar bromeando - Dijo cansado - ¿Realmente vas a ir a la escuela hoy? - Enterró la cara en el colchón sin soltarle la muñeca.

Saerom volvió a reír.

- ¿Por qué no iría?

- No lo sé, ¿para pasar tiempo conmigo, tal vez? - Dijo tirando de su muñeca hacia la cama, haciéndola sentarse en el colchón.