🍃ᴇʀᴇs ᴍᴜᴄʜᴏ ᴍᴀ́s🍃 Hipo X Male Reader.

1. Historia del muchacho y el dragón.

Recordatorios:
(T/N): Tú nombre.
(T/A): Tú apellido.

Las luces del norte o luces polares son el fenómeno natural más hermoso que (T/N) ha visto en su vida. El joven Vikingo estaba más que encantado con los colores y los movimientos de estas. Si bien su origen era desconocido para él, eso no evitaba el que se sintiera maravillado.

Observar el cielo era su mayor fascinación desde que era solo un pequeño niño y ahora siendo un joven de veintiún años de edad lo seguía siendo. Esta fascinación nació a una temprana edad gracias a que observar el cielo nocturno con las misteriosas luces era su única distracción en esas solitarias noches invernales en las que nadie se dignaba a contarle un cuento.

Si alguien preguntaba por sus padres él simplemente respondía que no sabía nada de ellos.

"No sé nada de mis padres, no sé si siquiera están vivos"

O en ocasiones más "especiales" en las que realmente no tenía ganas de hablar decía:

"¿Mis padres? ¡Muertos!"

Así se evitaba preguntas.

El joven (T/N) ... Sus padres estaban más que vivos, pero él prefería siempre decir que no tenía ni idea de que sería de ellos o en ocasiones solo mentía aún más diciendo que estaban muertos, después de todo lo estaban para él y es lo mismo ¿No? Eso... eso no sería mentir ¿Verdad?

Cuando era un niño sus padres nunca fueron los más presentes emocionalmente hablando, si bien le dieron un techo, ropa y comida, nunca nadie le dijo "Estoy para lo que necesites, háblame de cómo te sientes".

(T/N) siempre supuso que su desapego emocional a toda persona o criatura o sus problemas a la hora de expresar como realmente se sentía se debían a eso, pero solo llegaba a esa conclusión, nunca buscó modos de cambiarlo.

Después de todo solo lo habían tenido por una sencilla razón... Y esa era que cuando tuviera la edad suficiente tendría que enfrentarse al jefe de su tribu, ganar y dejar a su familia como la soberana, traer orgullo y honor.

"Hay gente que no debería tener hijos" pensaba él siempre.

El joven vikingo creció para ser un hombre sencillo, su deseo más secreto, su anhelo más privado, oculto en lo profundo de su pecho era poder tocar el cielo, pasar entre las nubes o por sobre las luces del norte o... O al menos elevarse solo un poco. Él envidiaba a las aves.

¿Cómo podría un chico en tierra cumplir un sueño así de inalcanzable?

Tierra...

Estaba estancado, atascado, atorado en la tierra como las raíces de un árbol abrazan firmemente a la misma y nunca salen de ahí sus pies jamás dejarían de tocarla a menos que... Se colgase para acabar con su sufrir... Era una medida drástica, pero para alguien que pasó su vida entrenando y desperdiciando sus horas en el sueño de alguien más era (Por ahora) la opción más sencilla o la "Solución" más viable.

Ahora, en estos momentos el joven estaba observando las luces del norte, sus pies cubiertos de nieve, hacía frío y apenas sentía sus dedos, pero eso no le importaba. Él era capaz de soportar muchas cosas con tal de ver el cielo un minuto más... Eso era lo que le daba aliento, lo que lo motivaba a seguir.

Entonces una loca idea paso por su mente, por tú mente.

Punto de Vista de (T/N):

Mientras miraba al cielo nocturno (intentando olvidar mis preocupaciones sin mucho éxito) recordé algo, una historia que en un principio había ignorado por lo fantástica y... Falsa que había sonado en su momento, pero en momentos como este, en situaciones como la mía (desesperada) ya no sonaba tan... Loco o falso... Sonaba hasta hermoso o inspirador.