Tiago estaba disfrutando de la noche en el boliche junto a sus amigos, pero se tuvo que ver obligado a volver cuando notó que su hermano Pedro había tomado tanto hasta quebrar. Mauro, el mejor amigo de Tiago, se ofreció para ayudarlo, entonces fueron al departamento del morocho. (Tiago)
Luego de que Tiago lo insulte en todos los idiomas por haber tomado tanto, y de que lo acueste en la cama, Mauro y él fueron hacia la puerta del departamento.
—Bueno… Yo me voy, amigo…— Dice Mauro.
—¿Seguro? Es medio tarde, gato… Quedate total…
El pelirrojo (Perdón es que no supero a Lit colorado) negó y lo interrumpió.
—No, no, no, gato, no te hagas drama, yo me vuelvo.— Abrió la puerta y quedaron frente a frente.
—Bueno…— Suspiró. —Gracias por ayudarme para traerlo al otro gil hasta acá… Sos re capo, solo no hubiera podido.
—De nada, mi loco…— Le dijo sonriente. Ambos extendieron la mano y se dieron un saludo, para después abrazarse. Un segundo después se alejaron pero no mucho, de hecho, muy poco.
—¿Seguro que no te querés quedar?— Le pregunta el morocho.
—No… Me voy, en serio.
—Bueno.
Pero Mauro no se movió, no se alejó, no se fué, no habló, nada. Se quedó en la misma posición, a centímetros del rostro de su amigo.
Y Tiago sintió un impulso y lo besó sin pensarlo prácticamente nada. No había tenido intenciones en toda la noche y en realidad desde que lo conoce, pero sintió el impulso y no se negó en lo absoluto con su inconsciente. Mauro se quedó asombrado por la acción del contrario, pero no era para nada desagradable, por lo tanto se la siguió aunque bastante confuso. Tiago, después de juntar sus labios, tomó a Mauro del costado del cuello, y luego de ésto el último nombrado lo separó rompiendo el extraño beso.
—No, no gato, ésto está mal… Perdón…— Se disculpó avergonzado y simplemente salió corriendo de ahí.
—¡Mauro!— Exclamó el más alto, pero fue inútil, el pelirrojo ya estaría bajando las escaleras. Bufó y cerró la puerta para después apoyarse en ésta y frotarse el cabello y la cara con las manos, con frustración. ¿Qué mierda acababa de hacer?
A la mañana siguiente, Tiago estaba desayunando en la mesa, muy pensativo, callado, y con un sentimiento entre feo y extraño.
Fue Pedro quién lo sacó de sus pensamientos, yendo hacia la mesa.
—Eh qué onda hermano…— Dice y se sienta frente a él.
—Buenas tardes, pelotudo.— Le dice con el mate en la mano.
—Eeeeh recién me levanto y ya me estás bardeaaando puto
—¿Y cómo carajo querés que no te bardee si ayer casi te agarra un coma alcohólico, imbécil?
—Uuuh, bueeeno…— Rodó los ojos. —Es un detalle…
—Sí, un detalle, un detalle las pelotas, flaco, te voy a cagar a trompadas si volvés a tomar así.
—Fua gato te re ponés la gorra.— Protestó.
—Cerrá el orto, ¿No te importa nada cagarme la noche? A las tres y media me tuve que volver, y no solo yo, Mauro vino y me ayudó, porque solo no iba a poder ni en pedo. Sos un virgo, Pedro, no maduras más.
—Bue, dejá de bardear, gil.— Dice. —Perdón amigo, no me di ni cuenta. Perdoname, posta.— Dice arrepentido.
—Ya está, dejá.
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One shoots Litiago 2
RandomHola!! Estas son mini historias de Litiago. Actualizo cada vez que tengo ideas y tiempo jiji Si tenés una idea y te gustaría que la escriba mandame al priv o al tablón de mensajes!! 😁