One shoots Litiago 2

13: No quiero hacerte ésto

Tiago Uriel Pacheco.

Es la persona de la cual estoy enamorado, no sé que tiene pero me vuela la peluca cada vez que lo veo. Es como si tuviera una luz especial, que llama absolutamente toda mi atención. Su carita de angelito es imposible borrar de mi mente.
Y de mi corazón.

Pero hay un problema.

Tiago no me pasa cabida, no le gusto, me odia… No sé que es lo que pasa pero no me da ni la hora. Aunque yo no me voy a rendir.

Me la paso tirándole onda, y a él parece no caerle muy bien. No se enoja, simplemente su gesto parece cambiar a ¿Tristeza? E ignora mis chamuyos. Nunca me frenó, nunca me dijo que pare con mis intentos de conquistarlo, pero tampoco me la sigue.

Y yo estoy por volverme loco.

Me encuentro hablando con él en el sillón del living. Mi sonrisa es imposible de borrar al mirarlo a los ojitos esos negros y brillosos que tiene.

—¿Qué me mirás así?— Dijo de repente. Noté algo de nervios en su voz.

—Es que tenés una pestaña en…— Mentí, obviamente. O sea la pestaña la tenía pero no iba al caso.

—¿Dónde?— Preguntó. —Sacala…

Asentí y con muchísima delicadeza le quité la pestaña de la mejilla.

Inmediatamente él hizo un mini movimiento hacia atrás, como si quisiera alejarse.

Yo me lo quedé mirando.

—¿Qué?— Dijo.

—Tiago… ¿Posta tan feo te parezco?

Frunció el ceño.

—¿Eh?

—No… Nada.— Le dediqué una media sonrisa y me retiré del living.

No quería parecerle molesto, así que decidí dejarlo tranquilo.

Con Tiago…

Maurito es tan lindo, pero no puede estar con alguien como yo…

Hablé con mi amiga Sofi después de esa conversación con Mau.

—Tiago… Decime la verdad, no me mientas… ¿No sentís nada por Mauro?

La miré y suspiré para bajar mi cabeza.

—Obvio que siento algo… Él me re gusta, amiga, pero… Pero no podemos estar juntos… Por eso lo evito, yo no quiero que él sufra.

—Amigo, yo creo que una cosa no tiene nada que ver con la otra…

—¡Sí tiene que ver! Mauro va a sufrir, yo lo sé perfectamente. Y estoy enamorado de él, ¿Okay? Entonces no quiero lastimarlo, o verlo triste. Las cosas están bien así.

La miré y ella estaba negando con la cabeza, demostrando que no estaba de acuerdo conmigo.

—Te estás equivocando un poquito, bro. O sea entiendo tu punto, pero deberías permitir que él te acompañe en el proceso. Se nota mucho que Mauro te quiere de verdad, tendrías que dejarte querer por él, es un bien pibe.

—Ya sé, por eso no quiero que se enganche, va a sufrir, y es lo último que quiero, So. Posta que… Ya fue, dejemos de hablar de este tema porfa.

Ella suspiró y asintió.

Es un tema difícil para mí.

Al otro día, hicimos una mini joda en casa.

(Somos varios amigos que vivimos en una misma casa)