3: Amor y odio

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¿Vieron cuando les cae mal una persona que ni siquiera conocen? Bueno, exactamente eso era lo que me estaba pasando.

Y ya sé lo que van a decir: "No hay que prejuzgar" CERRÁ EL ORTO, ESE TAL "MAURO" ERA UN MALA ONDA Y SE NOTABA A DIEZ CUADRAS.

Y lo peor… los giles de mis amigos, Enzo y Thomas lo habían invitado a VIVIR a MI casa.

¿Algo peor no había?

No es mi casa pero… es la que alquilamos nosotros tres. El tema es… ¿Quién concha lo conocía a ese intento de pelirrojo? No me importaba que él ayude con la plata del alquiler, yo solo quería que se vaya a la mierda.

Y "Mauro" estaba ahí solo porque Enzo y Thomas insistieron a muerte con que vaya a vivir ahí, no porque él quisiera. Ya que me odia tanto como yo a él.

Seguramente a partir de ahí, mi vida sería un infierno.

Me quería matar. ¿Convivir con alguien que DETESTO? No era algo que tenía ganas de pasar.

—¿Dónde voy a dormir?— Preguntó el intruso.

Yo estaba sentado en el sillón usando el celular, totalmente enojado por la situación.

—Bueno… hay un problema y es que…— Habló Enzo. —Tu pieza está en remodelación.

—¿Ah, si?

—Sí. Es que nunca le dimos mucha bola, y queríamos que esté en condiciones para que la uses jajaja.— Volvió a hablar.

—Ahhh… no se hubieran hecho drama, gatos, yo duermo donde venga.

¿¡QUÉ SE HACE EL HUMILDE!?

Enzo rió. —Na pero no daba. Bueno… vas a tener que dormir con Tiago.

Levanté la vista inmediatamente.

—¿Qué?

—¿Eh? ¿con él?

Enzo cerró los ojos y suspiró.

—Tiago, sos el que tiene la pieza más grande y cómoda, ¿no podés bancarlo por un rato? Son unos días nada más, gato.

—¡Pero wachin…!— Me puse de pie. —¿Conmigo tiene que dormir? ¡que se quede en el living!

—Prefiero el living.— Dijo Mauro. QUE SE CALLE DE UNA VEZ.

—No wachines, ustedes duermen en la pieza, sean maduros. Nunca voy a entender porqué se odian tanto.

—¡Y yo nunca voy a entender porqué se meten mi opinión en el centro del orto! ¡ya saben que nos llevamos para la mierda e igual nos hacen convivir! ¡la única que faltaba es que nos hagan dormir en la misma cama! ¿¡Enzo vos me entendés lo que te digo!?

El nombrado suspiró intentando no alterarse. Yo ya estaba bastante alterado.

—Tiago, no voy a discutir. Necesito que hagas un esfuerzo… son unos días nada más, no exageres.

—Amigo yo puedo dormir en el sillón… posta que no hay drama… aparte así evitamos discusiones con el "don histeria".— Me señaló.

—¿Perdón?— Lo miré. —¿Loco vos te olvidas que te voy a prestar la mitad de mi habitación? ¡respetá un toque!

—¡Cállense!— Exclamó Enzo y ambos lo miramos. —Los dos duermen en esa habitación y PUNTO.— No nos dejó seguir protestando porque se fue.

Entre la bronca bufé cerrando los ojos.

—Espero que estés feliz, invadiste mi amistad con los chicos, me invadiste la casa y ahora mi pieza.

—Yo no busqué vivir acá, Tiago, dejate de joder y madura un poco.— Me dijo serio. Se dió la media vuelta y caminó en dirección al pasillo. —¡Y los chicos fueron primero MIS amigos!— Exclamó desde lejos.

One shoots Litiago 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora