One shoots Litiago 2

21: Fingir demencia

aviso: sexo.

Un gran grupo de amigos se encontraba en una fiesta de barrio. Mucha gente, música, alcohol y otras sustancias.

Pero Mauro, a quién también le decían Lit, porque su nombre de rapero es Lit Killah, se estaba aburriendo. Todos sus amigos se estaban besando con chicas, o bailando con ellas, y él no sentía ganas de charlar con una. Por lo tanto, cansado, salió del lugar para tomar aire.

Dió la vuelta por un camino y vió a uno de sus amigos apoyado en una pared, mirando a la nada y al parecer pensando en todo.

—Eh, Tiago.— Dijo y caminó hacia él. El nombrado al verlo sonrió.

—¿Qué hacé', amigo? ¿Todo piola?

Mauro asintió y se puso a su lado.

—Se, pero me estaba pegando un re embole. Los pibes están ahí apretando con minitas… Así que salí un toque.

—Ah… Sí, yo salí para tomar aire, hace un re calor ahí adentro.

—Sí, mal.

Ambos se quedaron en silencio viendo hacia el frente. Se escuchaba la lejana música y sus respiraciones. Era una noche de primavera y  fresca, a tal punto que el clima se sentía muy agradable.

—¿Y vo' no te comiste a nadie?— Pregunta Tiago.

Mauro niega en la misma posición.

—Na… Ni pintó. Hoy no tengo ganas de encarar.

—¿Estás bajón por algo en especial?— Consultó.

—Nop.— Negó y lo miró. —No más ando un toque cansado, hoy laburé todo el día y vine más que nada porque los pibes me rompieron las bolas.

Tiago soltó una risa baja.

—Se… Yo estoy re bien acá. La noche está hermosa, la verda'.

—Mal…

Mauro hizo una pausa.

—¿Y vos? ¿Te encaraste a alguien?

—No. Es más, hasta una wacha se me acercó re mandada, y yo la alejé. No tengo ni ganas, posta.

—Andamos re mal de la cabeza.— Rieron.

El silencio se volvió muy reconfortante. Sentían mucha paz.

Tiago se apoyó de costado en la pared para mirar a su amigo.

—¿Tomaste?

Negó. —¿Vo'?

—Tampoco.

Tiago lo observó un rato, tratando de no parecer muy acosador. La luz de la luna iluminaba los verdosos ojos de Mauro.

Mauro se puso en la misma posición que Tiago para mirarlo.

—No sabés lo sacado que estaba el Enzo… En dos minutos se habrá comido cinco wachas…

Tiago rió. —Que gordo mujeriego… Pero bueno, es un ganador.

—Callate que si vos estuvieras allá dentro todas las pibas se te tirarían encima.

—Bueee… Ni ahí, amigo… Soy lindo pero no pa' tanto, dea.— Ambos ríen.

—Na, posta, yo me doy cuenta como te miran… Todos te quieren comer el orto.

Tiago ríe. —Y sin embargo, estoy acá… Solo, solin, solito.— Sonríe.

—Bua, y yo soy transparente, gil.