En un abrir y cerrar de ojos, ya se encontraban en un bosque, extrañamente, conocida para Amy, aunque uno que no alcanzo a identificar por completo. Suceso parecido al que había ocurrido la primera vez que puso un pie dentro de esa habitación en la casa de Tails. Esto, lejos de alarmarla, como ocurrió esa ocasión, hizo que la rosada concluyera que, por alguna razón que su mente se negaba a darle, había pasado tiempo en ese lugar en el pasado. Esto la intereso de inmediato, ya que debía haber alguna razón por la que ese erizo azabache la había traído a ese lugar, antes de cualquier otro. Podía que, en algún momento de tantos ayeres, que le era imposible recordar, habían pasado tiempo de calidad en compañía de él, aunque esto podía ser una conclusión adelantada de su parte.
—Bien, ya estamos aquí —dijo el erizo de ojos carmesíes, provocando que Amy se obligara a salir de su estado de impresión ante este lugar que reconocía, a medias—, ¿ahora qué? —Con suavidad, estableció distancia entre los dos—, ¿te quedaras ahí, parada, hasta que algo llegue a tu mente?
—Algo así —Sonrió, ignorando el contenido acido de esas palabras—. ¿En dónde nos encontramos? —Dio un par de pasos hacia enfrente, buscando apreciar más el paisaje que se mostraba frente a ellos—, ¿cómo es que llegamos aquí?
—Eso no importa ahora, ¿de acuerdo? —respondió, tratando de no saturarla de nueva y complicada información—, ya tendrás tiempo para recordar este tipo de cosas, pero, por ahora, no pienses mucho en eso —pidió, sin importarle si ocasionaba nuevas preguntas a su acompañante—. Lamento si este lugar no es nada impresionante, no tome en cuenta la temporada —indicó, una vez que le presento mayor atención al lugar, que estaba lleno de hojas anaranjadas y árboles con sus ramas desnudas—, pero esto puede ser un buen inicio para volver al exterior —sin ninguna prisa, recogió una de las tantas hojas regadas del sitio—, un lugar tranquilo, silencioso y sin una multitud de gente que pueda asustarte es perfecto para ti, en este momento —Apreciando la belleza que se encontraba en la decadencia, continuó—, y, lo mejor para mí, dejare de sentirme vigilado a cada paso que doy.
—Sí, puede que tengas razón —declaró, luego de unos momentos en silencio, lo que provocó que la mirada de Shadow cayera en ella—. Tal vez sea la emoción, pero... —comentó con suavidad y lentitud— siento que ya conozco este lugar —Giro su cuerpo hacia el erizo mayor, extrañada—, como si ya hubiera estado antes aquí —Conectó miradas con el de mechas color rojo sangre, sedienta de nuevos datos—. ¿Por qué?
—¿Por qué sabría eso yo? —pronunció, en el intento de desviar la atención de la menor—, eso tendrías que decírmelo tú, ¿no?
—¿Así serán las cosas? —se cruzó de brazos, disconforme con la pobre respuesta—, pensé que me serías de ayuda.
—Lo seré, pero no te hare el camino más fácil —advirtió—, tienes que agilizar esa mente, aunque eso implique tiempo y mucha paciencia —Al notar la creciente mueca en la eriza, decidió agregar—: Deja de poner esa cara y mejor dime que se te viene a la mente para ver que podemos hacer con eso.
—Está bien, tú ganas —Rodó los ojos, risueña—. Veamos... —Entrecerró sus ojos, más observadora— si no le pongo tanta atención a los detalles, siento que puedo reconocer este lugar —comenzó a narrar, una vez que tuvo a Shadow a su costado, dispuesto a escuchar cualquier sonido que pudiera salir de esos labios que tanto deseaba—, aunque lo recuerdo con más vegetación, con ramas tupidas de grandes hojas verdes, en donde varios animalillos saltaban de una en una, correinándose y jugando entre si —Sonrió con cariño mientras sus ojos jade recorrían el sitio, como si, lo descrito, estuviera pasando en ese preciso momento—. No entiendo como un lugar así de bello y lleno de vida acabo así.
—Es más simple de lo que crees, en realidad —aseguró—. El otoño tiene esos efectos en la naturaleza, cada año que llega —Pauso un instante—, los frutos y plantas se secan para dar paso al invierno, donde todo está en blanco, el contrario perfecto de la primavera —explicó con simpleza—, este es el primer paso para que todo vuelva a renacer y este, como tú dijiste, lleno de vida —Ladeó un poco la cabeza—, aunque eso no dura para siempre, llega el verano y el ciclo se repite y así no se pierda el equilibrio —Giró la cabeza hacia la menor antes de continuar—. A eso se le llaman estaciones del año.
—¿Crees que eso pase conmigo? —Al captar que, quizá, su pregunta no podía captarse como ella quería, la reestructuro—; ¿crees que este ciclo en el que me encontró se acabe algún día y logre recordar algo?
—Ya lo averiguaremos —dijo, neutral—, pero esperemos que así sea, aunque tendrás que ser paciente porque esto será un camino lento —advirtió, sincero—, aunque creo que esto será más rápido de lo que imagine —indicó, optimista—. Pensé que necesitarías más tiempo aquí para que este lugar se te hiciera familiar, pero esto paso a la primera —Una pequeña sonrisa lo atacó—, eso es una buena señal, ¿no?
—¿Entonces sí he estado aquí, antes? —preguntó, ilusionada—, ¿por qué no dijiste eso, desde el primer momento?
—Porque necesitaba que fueras sincera conmigo —respondió, directo—. Había una posibilidad de que, si te decía que habíamos estado aquí antes, te obligaras a recordar algo y te causaras daño o, incluso, recurrieras a la mentira para saber un poco más —Se explicó un poco mejor—. ¿Recuerdas algo más?
—No, creo que no —contestó, desanimada—. ¿Me dirás que hacíamos en este sitio o tendré que recorrer el bosque, yo sola, para saberlo?
—Es bueno saber que tu sentido del humor sigue intacto —comentó, luego de que una pequeña risa muda lo atacara—. ¿Te lo cuento o lo intentaras por tu cuenta?
—Por mucho que me encante tener jaquecas cada vez que me esfuerzo por obtener un nuevo recuerdo, creo que prefiero escucharte a ti, si no te molesta —Lo miró, entusiasmada—. Quiero saber si todo el tiempo eres así de callado o solo estas intentando ser misterioso conmigo.
—¿Por qué fingiría tal cosa? —Le regaló una mirada cargada de confusión—, ¿acaso está es tu manera sutil de hacerme a entender que te sientes insegura a mi lado?
—No, no quise decir eso —se apresuró a decir, temerosa de haber arruinado ese lindo momento—, solo estoy tratando de conocerte mejor —Tímida, bajo la vista, sintiéndose inquieta por la siguiente respuesta de su acompañante—, además, no tengo motivos para sentirme de esa manera con tu presencia —continuó, tratando de defender su punto—, después de todo, me salvaste de una muerte casi inminente, ¿no?
—Eso no es del todo cierto —opinó, desacreditando todo su esfuerzo—, si lo hubiera hecho, exitosamente, ninguno de los dos estaríamos hablando ahora.
—¿Y eso es algo malo para ti? —Parpadeó con lentitud, impaciente por alguna contestación—, no lo es, ¿verdad?
—No —respondió, sin más ideas—. ¿Quieres quedarte más tiempo o nos vamos ya?
—Sé que voy a abusar de tu amabilidad, pero... —Se acercó a él— ¿te molesta si nos quedamos un poco más? —Apretó los labios, nerviosa de obtener una negativa, por primera vez en toda esa tarde— Podríamos dar un paseo, ¿no te gustaría?
—¿No crees que eso nos traiga problemas? —indicó, evitando el tema—, tus amigos podrían darse cuenta de que desaparecimos y voy a tener muchos más problemas con los que llegue.
—Yo hablare con ellos si eso pasa, ¿sí? —Extendió la mano hacia él, esperanzada—, te prometo que solo será un rato, será rápido.
—Bien —cedió, tomando la mano de ella con suavidad y gran duda—, pero solo serán unos minutos.
![](https://img.wattpad.com/cover/330578932-288-k640214.jpg)
ESTÁS LEYENDO
En blanco [Shadamy] (EN ACTUALIZACIÓN)
FanfictionDespués de un terrible accidente, Shadow tendrá que volver a involucrarse en la vida de cierta eriza que prometio no volver a compremeter. Ambos jovenes se verán involucrados en situaciones que los llevaran a despegarse de sus propias limitantes par...