En blanco [Shadamy] (EN ACTUALIZACIÓN)

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El ánimo del equipo estaba desequilibrado y más irritable que veces pasadas. Tal vez se debía directamente a que los mayores representantes de esa agrupación habían pasado por una pelea recientemente, la cual parecía ser más sería de lo que quieran demostrar. Después de todo, ambas partes no paraban de lanzar indicaciones con el único propósito de descuadrar el plan del otro. Una práctica infantil, quizá, pero toda su relación se había basado en eso.

Sus compañeros estaban completamente desorientados. Tal vez un momento para dejar al descubierto todas sus quejas sobre el comportamiento de los dos erizos hubiera cambiado el rumbo de las cosas, pero el lugar y el momento estaba en su contra. Se encontraban en medio de una pelea con Eggman para frustrar su nuevo plan, del cual no habían recibido una explicación muy clara, aunque no podía importarles menos para ese instante. Esta acción tan impropia del doctor alerto a cierto zorro amarillo, quien no dudo en alejarse de todo el ajetreo para analizar mejor la situación.

«Esto no tiene sentido», pensó Tails, desconfiado, después de ver como el hombre con el mostacho hacia lo mínimo para detener al erizo azul que tenía por amigo. Por un momento, pensó que se debía a los movimientos erráticos de Sonic, los cuales no estaban cargados de la misma seguridad y precisión que veces anteriores. Era evidente que el héroe estaba improvisando más de la cuenta. «Tengo que hablar con él llegando a casa», declaró, después de concluir que esa discusión con Amy no había sido pequeña, ni insignificante. Comenzaba a cansar de las mentiras constantes que su hermano, las cuales habían persistido durante varios meses.

La pelea se extendió un par de minutos, más de los acostumbrados, y el equipo comenzaba a cansarse, aunque no todos. Los golpes de Amy resonaban por toda la instalación infestada de metal y robots. No cabía duda, estaba fúrica y eso no les venía bien ahora. La apreciación de parte del joven de pelaje amarillo fue interrumpida cuando escucho la seductora voz de una joven ladrona, quien intentaba mejorar el camino de su vida, aunque con evidentes tropiezos:

—Creo que llegamos tarde, genial —Posiciono una de sus manos en su cintura, mostrando despreocupación—. ¿Estás en tu posición? —hablo a través de su comunicador y después un pequeño puchero se asomó en sus labios, atrayendo la atención de Tails aún más—, ¿por qué no estás ahí? —Se quedo callada al escuchar la respuesta del otro y una vez que este acabo, rodó los ojos con desdén—. Como sea, lo hare sola entonces —Apago su comunicador, comenzó a sobrevolar, luego de fijar sus ojos turquesas en Eggman—, es una pena que no pueda quedarme con el dinero.

—¿Rouge? —Tails se acercó a la nombrada, interrumpiendo su momento—. ¿Qué ocurre?, ¿qué haces aquí?

—Oh, por fin alguien comprometido, ya era hora —Se acercó al menor, junto con una sonrisa ladeada—. Solo estoy investigando un poco, mi pequeño amigo, no te preocupes —contestó, sin ganas de explicar más—, resulta que el huevo hizo enojar a un par de personas importantes —Señaló al mencionado con su pulgar, indiferente—, y nos pidieron que viéramos si no se trata de un arma mortal, ya sabes, lo de todos los días.

—¿Viéramos? —La miró, consternado—. Yo no veo que vengas con alguien.

—Acaba de llegar —comentó, después de ver como una ráfaga de luz roja se extendía por todo el lugar, a gran velocidad—, pero llegó tarde —Sin ningún tipo de antelación, la albina tomo al zorro y lo oculto detrás de un muro de metal con rapidez—, y las cosas se acaban de estropear.

—¿De qué hablas? —Se removió en su lugar, pero fue imposible soltarse de la mujer—. No espera... —Con esfuerzo, logro ver a su amiga desde la lejanía—. ¡Amy!

Una gran luz se extendió por el laboratorio tan avanzado, causando que todos terminaran siendo cegados por ella. Entonces el silencio pareció interminable y los segundos pasaron con mayor lentitud, aumentando la tensión. El sitio estaba prácticamente destruido y eso puso de punta los nervios del pobre Tails, el cual estaba a nada de comenzar a llorar. De no haber sido porque la impresión de Rouge fue demasiado grande, tanto que quedó paralizada, al zorro de dos colas le hubiera resultado imposible acercarse al lugar de los hechos y buscar a su amiga con importante desesperación.

Moviéndose entre los escombros, y a punto de caerse en más de una ocasión, logro llegar al punto de origen del todo el caos. El joven de ojos azules podía observar un líquido espeso por varios lugares del sitio dañado, acompañados de pedazos grueso de cristales. Tal escena puso peor a Tails, quien, ya fuera de sí, apartó los pedazos de roca con agresividad, sin importarle hacerse daño en el proceso. Llegado a un punto, tuvo la ayuda de Knuckles, pero él ya había hecho gran parte del trabajo. No fue hasta que noto unas púas rosadas que una gran sonrisa llena de alivio se apodero del menor y luego ese momentáneo alivio desapareció tan rápido, cuando noto que su amiga no respondía a ninguno de sus llamados, ni siquiera cuando sostuvo su cuerpo entre sus manos. Estaba inconsciente.

—No despierta —Abrazó el cuerpo de su querida amiga, como si su vida dependiera de ello—. ¿Qué hacemos, Sonic? —El mencionado estaba helado y perturbado, mucho más que los otros dos—. ¿Qué hacemos?

—Yo... —murmuró él, nervioso— No lo sé...