En blanco [Shadamy] (EN ACTUALIZACIÓN)

8

Afectado por esa posible verdad que terminaría afectando todos sus planes, Tails se limitó a asentir hacía Amy como única respuesta que vino a su mente. De manera silenciosa, se encamino hacia la puerta de la habitación y, después de dedicarle una mirada llena de incertidumbre a la rosada, abandono el lugar con más preguntas con las que entro. Luego de este movimiento, permaneció recargado en la puerta durante más tiempo que le hubiera gustado confesar, mientras su mente se mezclaba entre ideas cada vez más disparatadas. Se puso en camino, escaleras abajo, una vez que recupero las fuerzas suficientes para soportar lo que se avecinaba. Y de haber sabido que lo siguiente sería tan agitado, se hubiera quedado más tiempo en la misma posición.

Sin verdaderas complicaciones, logró encontrar a su azulado amigo, el cual se encontraba recargado en un muro, al final de las escaleras. Se notaba impaciente, eso era demostrado por el constante movimiento de una de sus piernas, la rigidez del resto de su cuerpo y la mirada profunda que se había quedado clavada en el suelo. Seguramente, estaba igual o más frustrado que Tails por lo recién ocurrido y con justa razón. Él había abordado esa habitación con la intención de componer las cosas con su amada, sin embargo, otro rechazo lo había golpeado y cabía mencionar que no estaba listo para recibirlo.

A pesar de esto, y contrario al menor que se encontraba tan aquejado, Sonic no era alguien que fuera por la vida hablando de asuntos de ese estilo, tampoco de los malos sentimientos que lo llegaban a atacar en determinadas ocasiones. Ciertamente, prefería encerrarse en su propio mundo y enfrentar las adversidades de la única manera en la que había encontrado; con buena actitud, pésimas bromas, mucho carisma y una personalidad despreocupada y burlona. Entonces que el erizo de mirada esmeralda recibiera a su hermano no congénito con una enorme sonrisa, no fue ninguna sorpresa. Sin perder más tiempo del que le sobraba, el mayor se acercó al zorro, ansioso de escuchar lo que había estado discutiendo con Amy en esos minutos que se sintieron como horas interminables, pero al no obtener respuesta del otro, decidió ser el primero en mencionar algo:

—Hermano... —Lo tomó por los hombros— ¿Por qué esa cara? —Lo analizo, en busca de algo fuera de lugar, pero todo parecía estar en completo orden, dejando más confuso al ser más rápido en la tierra—, ¿qué paso arriba?

—Descubrí un par de cosas interesantes —respondió con un ánimo hueco que le dio mala espina al otro—. Ya sé porque Amy no quiere estar contigo y es que, por alguna razón, te está confundiendo con Metal.

—Oh... —pronunció con desanimo, algo herido con el dato— eso no me lo esperaba... —confesó con lentitud— no entiendo muy la razón, pero no todo es malo, ¿verdad? —Se obligo a sonreír, positivo—, al menos se acuerda de mí, ¿no?

—Sí, lo mismo pensé —indicó, neutro, causando que esa pequeña victoria no pudiera ser disfrutada—. Todo hubiera sido mejor para ti, de no haber descubierto algo más —comentó, luego de una pausa mayor—, Amy dejo en el aire una posibilidad que, si soy sincero, me genera conflicto —Tragó saliva, sin saber cómo abordar el tema—. Qué te parece si hablamos sobre el día del accidente, ¿eh? —No le interesaba ser demasiado directo para el gusto del cobalto, quería respuestas de una buena vez—, tú la salvaste, ¿cierto?, no había nadie más, ¿verdad?

—Sí... —respondió con debilidad— ¿por qué preguntas eso de repente?

—Porque, segundos antes de la explosión, hable con Rouge y ella hablo con alguien más, también —Avanzó un par de escalones, acortando la distancia entre los dos—, eso quiere decir que, si había alguien más, tal cual dijo Amy —Su mirada se centró en su amigo de toda la vida, sin saber que pensar—, así que, ¿quién está mintiendo, Sonic? —Frunció el ceño, más desconfiado—. No sé lo que esta pasando entre ustedes dos, pero quiero que seas sincero porque Amy parece necesitar hablar con la persona que la salvo, con urgencia —Al notar que el otro estaba a punto de hablar, comentó—; y comienzo a pensar que tú no eres esa persona.

—Es que no creí que fuera importante mencionarlo —abogó, anticipado—, y no creo que esté dispuesta a ayudarla en un estado tan vulnerable como este.

—¿Por qué estás tan seguro de eso?

—Porque Shadow me dijo que no quería volver a estar cerca de ella.

—¿Y tú cuando hablaste con él sobre ella?

—Eso no importa, lo que importa es que me lo dijo —contestó, evitativo—, estoy seguro de que no va a querer cooperar en esto.

—Eso lo voy a averiguar yo, por mi cuenta —Sin poder contener su molestia, paso a un costado del azulado, ignorando su inútil intento de advertencia—. Tendré que buscar la manera de contactarlo —comentó, desinteresado de notar la gran inseguridad e incomodidad que había atacado a su compañero de aventuras de la nada—, espero que Knuckles siga hablando con Rouge, será más sencillo explicarle todo a ella y pueda convencerlo de ayudarnos.