—Yo solo quiero mis recuerdos de vuelta —contestó con suavidad, confundida con la pregunta—, ¿eso es demasiado para ti?
«Jamás ha existido un nosotros realmente, ¿verdad?», decretó en sus adentros, preparándose para lo que vendría pronto. No podía permitirse empapar a Amy con sus sentimientos y lograr confundirla porque la joven ya tenía suficientes problemas de los que encargarse. Ella estaba buscando las respuestas que le trajeran un poco de paz y él, sin darse cuenta, se lo estaba negando, cegado por su egoísmo y deseo de ser correspondido. Y es que pertenecían a historias muy separadas, incapaces de entrecruzarse. Era claro que no existía manera en la que dos seres tan diferentes y acomplejados pudieran unirse y obtener algo favorable de eso. Esto fue comprendido de inmediato por Shadow, después de una meditación rápida, así que decidió actuar sobre eso.
—Tienes razón... —cedió con debilidad— es lo menos que puedo hacer por ti.
El suceso se sentía como una broma muy cruel del destino. Como una especie de maldición que seguía persiguiendo al erizo de ojos cansados. ¿Es qué había algo mal en él, como para castigarlo de esa manera? Quizá la respuesta caía sobre su origen artificial, ya que no era más que una simple anomalía en un mundo donde no eran bien recibidas. No era justo que tuvieran que pasar por aquella prueba, luego de tan trágica historia que les había tocado protagonizar, pero la vida no solía ser justa y no había nada que se pudiera hacer al respecto.
En circunstancias así, adaptarse era la única alternativa para sobrevivir y eso tenían que hacer ahora. Después de todo, si no lo conseguían, ambos terminaran destruyéndose y no pensaba regalarle un futuro tan triste a su quería Rose, ni el pasado juntos que tanto lo atormentaba, el cual, dentro de la mente de la rosada, ya no existía. Y, quizá, así era mejor, así las cosas, recuperarían su armonía cotidiana. Amy seguirá su vida con ese erizo engreído y Shadow seguiría por su lado, sin tiempo que invertir en dramas de esta índole. Entonces, si parecía ser el plan perfecto, ¿por qué le dolía tanto que esa posibilidad se hiciera realidad?
—¿En verdad harías algo así, por mí? —cuestionó Amy, emocionada.
—Me meteré en un problema muy grande, pero sí, te voy a ayudar —dijo, resignado, contrarrestando el ánimo de la más baja—, pero...
Antes de que Shadow pudiera terminar su frase, Amy lo rodeo en un abrazo fugas, tomándolo por sorpresa. No sabía cuándo había sido la última vez que estuvieron así juntos y, si el azabache se permitía decir, no recordaba que fuera tan agradable, ocasionando que no hiciera el mínimo intento por apartarse. No fue hasta que la propia eriza se dio cuenta del gran arrebato que acababa de tener, que decidió acabar con esa acción, notoriamente, avergonzada.
—Lo siento —Sonrió con fuerza, todavía emocionada—, ¿qué decías?
—Una vez que recuperes la memoria, me volveré a ir —respondió, sin una pizca de sutileza, causando que la gran sonrisa en la menor desapareciera, lentamente—. A pesar de que no lo recuerdes, respeto la razón que tenías de mantenerte alejada de mí, así que no te incomodaré, una vez que las cosas regresen a la normalidad —Al no obtener respuesta, agrego—; ¿estás de acuerdo?
—Está bien... —secundó, dudando— Si es lo que quieres, que así sea —Se encogió en hombros, despreocupada—. Ahora vamos afuera —dijo, cambiando el rumbo de la conversación por completo—, no entiendo cómo quieren que recupere la memoria, si lo único que miro siempre es esta habitación —agregó, al notar la creciente duda en el erizo—, o, dime, ¿cuántos recuerdos puedo tener en un cuarto y una cama? —Cuestionó, sin pensar mucho en sus palabras—, no creo que muchos, la verdad.
—Déjame ver si entiendo tu petición —indicó, desconcertado—, ¿quieres que ambos salgamos de aquí porque crees que, mágicamente, al cambiar de ambiente, algo regresara a tu mente y te hará recordar algo? —La miró, desconfiado—, ¿entiendes lo tonto que se escucha eso? —cuestionó, severo—. Llevas semanas así, sin cambios, ¿cómo piensas que eso cambiara algo?
—Instinto, supongo —contestó, difusa—. Entiendo que te parezca tonto lo que te estoy proponiendo, pero dijiste que me ayudarías y quiero eso, ahora —Le hizo recordar—. Eres el único que parece estar dispuesto a escuchar lo que yo quiero hacer, no lo que los demás quieren que haga —comentó, después de no obtener ninguna respuesta del más alto—. ¿Podrías hacerlo o, siquiera, intentarlo?
—Esto va a ser más difícil de lo que imagine —Suspiró, algo frustrado—. Bien, tú ganas —Tan rápido como menciono esas palabras, la risa de Amy inundo la habitación, causando que, por un breve momento Shadow se distrajera—, pero debes prometerme que no te alejaras de mí, ¿de acuerdo?
—Nunca —Esa corta respuesta ocasiono que el erizo de mechas rojas se detuviera un por un segundo, cohibido—. ¿Entonces que hacemos? —cuestionó, impaciente—, ¿solo salimos así y ya?
—Claro que no —respondió con un evidente tono de obviedad—, si tus amigos ven que salgo de esta casara, contigo, los daños podrían ser incalculables —señalo, sin más—, debemos ser más discretos.
Sin decir más, Shadow se acercó a la puerta de salida y abandono la habitación, confundiendo a la rosada en el proceso y este estado aumento más cuando, en cuestión de simples segundos, el azabache había regresado. Evitando que la situación se pudiera malinterpretar, el joven se vio en la necesidad de dejar expuestas algunas explicaciones. De esta manera, Amy se enteró que, del otro lado de esas paredes, se encontraba alguien más, causándole gran impresión y, de cierta manera, un poco de vergüenza. Cosa que, contrario a lo imaginado, no lo molesto, sino que le genero un sensación dulce que no sabía que añoraba.
Después de una explicación rápida sobre que debían ser cuidadosos y, sobre todo, no tardarse demasiado, Shadow se puso manos a la obra. Con cuidado, tomó a Amy de la muñeca y la acercó a su cuerpo, cosa que impresiono a la más baja, pero, a pesar de todo, no opuso resistencia. Sin preguntar, Amy paso sus brazos por el pecho del otro y lo abrazo con fuerza, como si se tratara de algo instintivo. No sabía que pretendía hacer a continuación, pero no se apartó porque ya tenía decidido confiar ciegamente en él, aunque todo fuera aterradoramente nuevo para ella.
Lo único que logro hacer que Amy despegara sus ojos del mayor, fue la presencia de una brillante esmeralda de color verde. Podía tratarse de algo peligroso, pero su atención no se despegó del objeto hasta escuchar la voz profunda de Shadow. Y solo hizo falta un chaos control para que todo el ambiente que les rodeaba cambiara al instante.
![](https://img.wattpad.com/cover/330578932-288-k640214.jpg)
ESTÁS LEYENDO
En blanco [Shadamy] (EN ACTUALIZACIÓN)
FanficDespués de un terrible accidente, Shadow tendrá que volver a involucrarse en la vida de cierta eriza que prometio no volver a compremeter. Ambos jovenes se verán involucrados en situaciones que los llevaran a despegarse de sus propias limitantes par...