4

385 51 4
                                    

Los minutos habían pasado desde ese momento, ahora Sonic y Tails se encontraban envueltos en una atmosfera silenciosa y muy incómoda. El camino hasta ese punto del bosque, el cual era el más cercano a la casa de menor, se había retrasado tanto que fue estresante para ambas partes, pero la preocupación de no poder encontrar a su querida amiga era mayor, así que resistieron. Esperaban que la corazonada de su coneja amiga fuera real o las opciones para ir en busca de Amy eran tantas que lograban marear a Tails de solo imaginarlas.

Durante varios metros, Sonic podía escuchar, aunque con poca claridad, como Tails pronunciaba un par de cosas entre dientes, aún enojado. Esta simple acción logró desanimarlo por completo, ya que, después de todo, su mejor amigo siempre mostraba una gran sonrisa, intentando animarlo, sin importar que la situación en la que estuvieran involucrados fuera terrible. Evidentemente, nada estaba bien y ahora sí que se había equivocado y es que, después de la huida de la rosada, Tails no le había dirigido la mirada, ni siquiera cuando el menor estaba dándole indicaciones al resto para intentar rastrear a Amy.

Sonic sabía muy bien que, si el no intervenía de una buena vez, su mejor amigo seguiría estableciendo la ley de hielo hasta que el momento llegara y alguno de los dos abandonara su orgullo y pudieran hablar, sin embargo, estaban en una situación algo crítica y el azulado no podía esperar hasta que todo se resolviera para dialogar en paz con su amigo de toda la vida, así que, en contra de cualquier pronostico y temeroso de recibir un rechazo, lo hizo. Después de una gran bocanada, tratando de empaparse de toda la valentía que tanto lo caracterizaba, pronunció:

—Tails... amigo... —Las dudas se instalaron en su interior, lo cual fue demostrado con su tono tambaleante de voz— ¿podemos hablar un poco? —Al no obtener respuesta, pero tampoco un alejamiento de Tails, continuó—: Sé que arruine las cosas...

—Si, lo hiciste... —dijo, luego de que Sonic se quedara callado durante varios segundos—. Mira, si quieres pedir perdón, lo acepto, sé que no era tu intención que las cosas salieran así, pero este no es el mejor momento para discutirlo —Avanzó, dejando atrás erizo y a su terrible intento de arreglar las cosas—. Debemos continuar y encontrar a Amy, debemos asegurarnos de que está bien —ordeno de manera sutil—, está perdida, posiblemente, asustada y, estando así, no sé qué de que sea capaz —Tragó saliva, nervioso—, no ha salido más allá de las orillas de la casa, mucho menos sola y, tomando eso en cuenta, dudo que su mente se ponga de su lado ahora —Hizo un mohín, afligido—. Olvidemos por un momento lo que hiciste porque esto no se trata de ti y lo que ocasionaste con tus imprudencias, se trata de Amy y su seguridad.

—Lo sé, pero... —Soltó un pequeño suspiro, frustrado— no puedo de dejar de pensar que estas más enojado de lo que realmente estas mostrando —anexó—. ¿Seguro que quieres ignorar esto hasta que todo se arregle? —Lo observo, expectante—, es que no suenas tan seguro como quieres aparentar.

—Es porque no quiero hacerlo —declaró, tajante—. Estoy tratando de mantenerme en control, pero es muy complicado si te tengo a ti insistiendo con un tema que no quiero tocar en este momento —agrego, haciendo retroceder al erizo, ligeramente—, realmente estoy enojado y quisiera reclamarse sobre tantas cosas, pero sé que no es el momento, así que no lo voy a hacer —aclaró, una vez que sus ojos azules se apartaron de su querido amigo—, debo tener la mente tranquila para pensar en un plan que funcione —Hizo una pequeña pausa—, ¿puedes entender eso?

—S-si... —contestó, tímido— Lo siento —Cerró los ojos por un segundo—, es que en verdad estoy preocupado —confesó, apenado—. Yo no debería estar aquí, ayudando en algo que provoque —dijo de repente—, fue mi culpa que esto pasara.

—Sí, por completo —secundó el amarillo—. Habíamos tenido algunos problemas, pero nos las habíamos ingeniado para adaptarnos y todo parecía ir de maravilla —dijo, orgulloso de la cooperación de sus amigos—, y luego apareces y ella pierde el control tan rápido que ni siquiera tú pudiste detenerla —Soltó un resoplo, impotente—. Todo esto se hubiera evitado si tan solo hubieras leído el resto de los mensajes que te deje en tu comunicador —Se cruzó de brazos, cada vez más irritado—, ¿por qué no lo hiciste, Sonic?

—Estaba ocupado —contestó, excusándose—, es que Eggman...

—¿Eggman? —Una mueca resaltante se reflejó en los labios de Tails, disgustado—, si ese lunático lleva desaparecido desde lo ocurrido con Amy, ¿de qué estás hablando? —Frunció más el ceño—. Después de una búsqueda corta, descubrí que G. U. N. está detrás de él y dudo que se arriesgue a mostrarse en un largo rato.

—¿G. U. N.? —preguntó el erizo, desconcertado—, qué raro... —murmuró— creí que había desaparecido después de que el imperio Eggman se extendiera por todo el mundo —Negó, sin saber cómo tomar esa información repentina—, fueron los primeros en caer, ¿no?

—Exactamente —secundó—, y no sé cómo se restauraron tan rápido, pero así están las cosas —Hizo una pequeña pausa—: Eggman es muy apresurado, pero no es tonto, no se pondrá en riesgo si tiene a esos sujetos siguiéndole los pasos después de todo el daño que hizo —advirtió, directo—. Entonces... —Avanzó unos cuantos pasos hacia el mayor, sin despegar la vista de él— ¿En qué estabas ocupado, realmente, Sonic?

—Yo... am... —Apretó los labios, sin querer continuar— veras... estaba... —Abrió la boca, pero de ella no salió ninguna palabra— intentando encontrar una manera de ayudarla.

—¿Ayudarla en qué? —Entrecerró sus ojos, sin poder creer en las palabras flojas del azulado—, sí ni siquiera sabías que había perdido la memoria, en primer lugar —Negó, sin comprender porque su amigo quería seguir mintiéndole con tanto descaro—. ¿Qué paso en verdad?

—No estoy seguro... —pronunció con debilidad— creo que entre en pánico y el gano.

—Estás jugando, ¿cierto? —pronunció el zorro, incrédulo, con una sonrisa nerviosa en el rostro—, ¿cierto? —persistió, pero al ver que Sonic negó con debilidad, la expresión del menor se profundizo poco a poco—. ¡Desapareciste por un mes!, ¡un maldito mes, Sonic!

—Lo sé... —Elevó ambas manos, tratando de contener la ira repentina del menor— pero no podía regresar...

—¿Por qué?, ¡¿por qué no podías hacerlo? —preguntó con agresividad, asustando al erizo—. ¿Qué crees que nos pasó a nosotros después de encontrar a Amy inconsciente? —Comenzó a caminar en círculos en el intento de no lanzarse encima de Sonic y golpearlo—, estábamos muertos de miedo al pensar que no volvería despertar, pero no huimos hasta la otra punta del mundo para refugiarnos y evitar el problema —Llevó una de sus manos hacia su rostro, frustrado—, yo estuve en todo el proceso y ha sido horrible de principio hasta ahora, pero no la deje atrás porque Amy me importa.

—Ella también me importa —declaró, ofendido—, solo que...

—¡Deja de excusarte! —Gritó—, si realmente te importara, no te hubieras ido en primer lugar —concluyó—. Amy te necesitaba más que nunca y te fuiste, sin siquiera dar una pequeña explicación, motivo o una ubicación de donde estarías —Su respiración se aceleró al recordar aquello—, llegué a pensar que habías resultado herido en la explosión y por eso nadie sabía de ti, porque estabas casi muerto —Bajo la vista, al igual que su noto de voz—, en verdad creí que algo malo te había sucedido —Apretó los labios, a nada de comenzar a llorar—. Quizá te habías ido para evitar que nuestra atención cayera en ti y descuidáramos a Amy —Apartó las pocas lágrimas que se comenzaban a alojar en los bordes de sus ojos azulados—, pero no, solo estabas jugando a las escondidas y huyendo de lo que hiciste.

—¿De qué hablas? —Se acercó a su amigo, confundido con la acusación—, pero si yo no hice nada.

—Y ese es el problema —resaltó, lleno de tristeza y enojo—, ¿por qué no la ayudaste? —Al notar como el erizo bajaba la mirada, delicadamente, el zorro insistió—: Sonic... —pronunció con duda— ¿qué fue lo que paso ese día?, ¿por qué Amy resulto herida?

Sonic no quería comenzar esa plática, no quería recordar esos malos momentos, una vez más.

En blanco [Shadamy] (EN ACTUALIZACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora