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Las manecillas del reloj siempre van hacia la misma dirección, o eso es lo que nos dan a entender

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Las manecillas del reloj siempre van hacia la misma dirección, o eso es lo que nos dan a entender. Mi vida siempre ha ido de la misma manera que el reloj que estaba dentro de la mansión Inchausti que, aunque no lo quisiera ver siempre que pasaba por ese gran lugar la hora marcaba 1:23.

-Buenos días, señora Justina- salude a la mujer que iba acompañada de algunos chicos

-Rrrrrrata Gómez, ¿cómo le va? - me pregunto, siempre recalcaba la letra R por alguna extraña razon 

-Muy bien, le traigo el pedido al señor Bartolomé. - le dije mostrando la caja que le envió la fundación donde yo vivía.

La mujer sonrió y se acercó a mi- Dale las gracias a tu patrón por esta donación.

Le sonreí asintiendo antes de irme, y entonces note a uno de los chicos quien la acompañaban y ahí estaba él un chico lindo, rubio, vestido con un sombrero y una bufanda, pero el encanto se le quito al ver como sostenía la mano de la chica que estaba junto a él.

-Nunca te tocara un príncipe azul, Nereida. Siempre eligen a la castaña. - dijo caminando sin despejar la vista del chico hasta que choco con alguien- Perdón.

-No te preocupes mi amor, ¿sos de por acá? - me pregunto la mujer, cuando la mire note la sonrisa que iluminaba su rostro, sin olvidar lo hermosa que era

-No, no solo vine a dejar un pedido. Me voy, que me están esperando

-Si, con cuidado- me dijo despidiéndose y antes de que yo caminara ella me grito- ¡¿Como te llamas?!

- ¡Nereida! - le contesté y seguí corriendo hacia mi triste destino.

Al abrir la puerta principal note que todo era distinto, note un reloj tan grande al final de un pasillo y fue como un imán para mí.

¡NEREIDA!

Ese grito me saco de mi trance, y al abrir mis ojos note que estaba en mi habitación, me levante la cama y suspire notando que era un sueño. Subí las escaleras y salí hasta el centro del lugar, llegue a la fuente y mire buscando a los chicos. Pero de nuevo mire la fuente.

- ¿Pusieron la fuente de nuevo? - sentí como alguien salía por la puerta principal, al notar la silueta de Paz me acerqué a ella- Paz, oye ¿pusieron la fuente de nuevo?

- ¿Paz? Nereida, hija ¿te encuentras bien?

Era Cielo, Cielo era la mujer que me contestaba; no era Paz.

Y de un momento a otro, muchos recuerdos que no conocía llegaron a mi mente.

-Estoy muerta- murmure

-Nereida, ¿regresaste? - Miré a Cielo y al parecer mis ojos respondieron a su pregunta ya que vi cómo se preocupan- Vos no deberías estar acá, ¿cómo? ¿cómo es que sucedió?

NEREIDA2|Casi Angeles|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora