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Me encuentro sentada otra vez en la parte trasera del BMW. He sido regañada por mis padres como esperaba pero no puedo pensar en eso.
Lo único en lo que mi mente divaga es en Zoe. No puedo dejar de pensar en ella. Siento una enorme curiosidad por ella que, aunque logré saciar un poco, no fue lo suficiente como para estar tranquila.
Muchas preguntas viajan por mi mente y la más frecuente es ¿ Cómo volveré a verla ? No lo sé pero sí sé dónde puedo encontrarla, y lo haré, de eso estoy segura.
Ahora me concentro en encontrar alguna excusa para volver aquí, algún camino, algún modo, algo. Podría pillar un autobús pero, ¿ con qué excusa ?
Y así me quedo, rasgándome la cabeza para encontrar una solución hasta que me quedo dormida. Los coches pueden llegar a provocarme más sueño que un viernes por la noche después de una semana muy ajetreada. Es un hecho. Y así me quedo de nuevo, dormida tranquilamente en la parte trasera de mi coche.
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Cuando llegamos a casa corro directamente a mi habitación. Un cuarto espacioso en el que predominan los tonos grises. Yo siempre quise darle un estilo más veraniego pero no siempre hace calor como para adornar la habitación con caracolas.
Me dispongo a quitarme la gabardina azul y, hablando de caracolas, hay una dentro de mi bolsillo. Es pequeña y de color naranja y parece tener incluso un poco de arena de la playa. Entonces recuerdo cuando Zoe se agachó a recoger algo de la arena mientras yo estaba en llamada, y luego me abrazó. Estaba tan cómoda entre sus brazos que ni siquiera pude notar que introducía la caracola en mi bolsillo.
Sonrío para mí misma a la vez que admiro el objeto entre mis manos y siento un diminuto vacío en mi corazón. Realmente necesito volver a verla.
Después de asearme y ponerme el pijama me dispongo a encontrarle sitio a la caracola. En ese momento la asistenta me llama para cenar.
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-¿ Te lo has pasado bien paseando ?- Me pregunta mi padre mientras toma su cena; no sé si la pregunta es sarcástica o no.
-Sí, la playa estaba bastante tranquila.- Respondo yo.
-Con algo debiste de entretenerte para quedarte tanto tiempo.- Insinúa mi madre con una sonrisa curiosa.
-Realmente no fue necesario, ya sabes cómo me pierdo entre mis pensamientos.- Contesto mientras tomo la cena.
Termino mi comida rápido y subo a mi habitación de nuevo. Ni siquiera me había planteado la posibilidad de que me guste una mujer. Pero ahora tengo claro que me siento atraída por los dos géneros. Tanto pensar me abruma y no me deja llegar a una conclusión así que lo soluciono a mi manera, llamando a Rave.
Rave es mi mejor amigo desde hace unos 11 años. Nos conocimos en la primaria y aunque es cierto que me costó bastante ganármelo nos volvimos inseparables. Siempre insinuaban cosas sobre nosotros y pensaban que éramos pareja pero al final la gente se acostumbró a el hecho de que eso nunca ha pasado y estoy muy segura de que no pasará. Él es la única persona que me entiende. ¿ Por qué ? Pues porque me escucha, da igual lo que sea que le vaya a contar que él estará dispuesto a escucharme. Siempre es muy respetuoso y me presta atención aunque tenga un punto de vista muy diferente al suyo, algo opuesto a mí.
También es muy ordenado, limpio y ama cocinar, opuesto a mí. Siempre lo he visto como mi otra mitad pero no románticamente y con frecuencia le insisto en que si llegamos a los 40 solteros nos casemos entre nosotros y así vivimos juntos, él cocina y yo como.
Siempre hemos congeniado tan bien que si hacíamos alguna actividad por partes como un dibujo o un trabajo pensaban que lo había hecho todo una misma persona. Y la verdad sería muy buena compañía aunque discutamos.
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Después de 3 llamadas perdidas y 20 mensajes por fin contesta.
-Hola.¿ Qué pasa ?- Me dice con su tono desanimado de siempre.
-¿ Dónde has estado ? Te he llamado 3 veces más.- Le reprocho yo.
-En mi casa, jugando videojuegos.- Me responde él.
-A, y tu amiga rompiéndose la cabeza solita. Qué bonito.- Le digo yo con un tono de voz dramático.
-A ver, y ahora ¿ qué te pasa ?- Me pregunta y sé que tiene curiosidad.
-¿ Ya te conté que iba a Málaga hoy y todo eso ?
-Sí
-Pues resulta que he conocido a alguien...
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-No me jodas. A ver, te ha gustado gente más rara pero hija, es una desconocida. ¿Me dices que quieres volver a Málaga que está en el quinto pino solo para ver a una desconocida que según tú el destino te ha puesto en medio? - Me dice y juro que en mi cabeza sonaba más coherente.
-Sí, pero no sé cómo ni cuándo.- Le respondo intentando ponerle voz de pena.
-Tú flipas.- Me responde y eso es un no, pero con Rave todo es un no al principio. Sabe perfectamente que pretendo que me lleve ya que tiene 18 y carnet de conducir.
-Mira...¿ Qué tal si salimos el viernes que viene, me lo pienso y lo debatimos ?- Pregunto con un tono casi rogador.
-...Venga vale pero que no se te suba a la cabeza.- Me responde y estoy bastante satisfecha con lo acordado.
-Te estaré esperando señorito, no me falles.- Le advierto y cuelgo la llamada.
Me tiro toda la noche pensando en Zoe. ¿ Qué estará haciendo ahora ?¿ Estará pensando en mí ?¿ Le gustará verme de nuevo ?
Y así me quedo hasta que es suficientemente tarde como para seguir despierta.
