¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Son las ocho de la mañana y aquí me encuentro, teniendo una aburrida clase de historia de España. Menos mal que a mi lado está sentado Rave, no sabría qué hacer sin él.
-Oye Ravy, tengo algo que contarte.- Le susurro a Rave en mitad de clase para que no nos oigan.
-Te he dicho mil veces que no me llames así, Coraline, ¿Qué quieres?
-¿Te acuerdas de la fiesta e apertura de mis padres del finde? Adivina quién va a ir.
-A ver, ilumíname.
-Zoe. Va a pillar un autobús expresamente para venir.- Le susurro muy emocionada.
-¿Me estás diciendo que tu novia pescadora de Málaga, que no tiene ni un duro va a asistir a la fiesta súperpija de tus padres?- Me dice Rave extrañado.
-Bueno, sí, ¿qué hay de malo?
-Pues que ahí dentro van a estar personas bastantes importantes. Incluido tu mejor amigo del alma, Tristán.- Me dice él con todo el sarcasmo propio.
Tristán es mi rival académico desde que entré al instituto. Siempre está dándome sonrisitas falsas y haciéndome la pelota porque, ya sabéis el dicho: "Ten a tus amigos cerca y a tus enemigos más cerca". Yo, por mi parte, no escondo el asco y el odio que le tengo.
-Me es poco importante dónde está ese niñato. Yo voy a divertirme con Zoe y punto.- Respondo yo de mal humor. Es muy fácil enfadar a un adolescente por la mañana.
Pasan las horas en el instituto hasta que el timbre del recreo suena y todos corren como animales a la cafetería porque se acaban los bocadillos de jamón. Yo salgo tranquilamente y, no, no es porque sea la protagonista diferente al resto. Es porque tengo que tirarme unos minutos junto a Elena esperando a que Rave acabe de recoger sus cosas.
Cuando salimos nos sentamos en una mesa en la que ya nos está esperando Leo. Ha estado desaparecido últimamente porque no sale mucho de casa, es decir, ni muerto se escaparía con nosotros a Málaga. Aunque no hablo mucho sobre él, es como mi hermano, mi protegido.
-Habéis tardado un siglo, como siempre.- Nos dice con su acento jerezano.
-Venga ya, si hemos salido más temprano hoy.- Se queja Elena.
Todos tomamos asiento y comenzamos a comer tranquilamente hasta que mis oídos captan inconscientemente la conversación de unas chicas en la mesa de al lado.
-Mira esta foto de insta. Marina se está besando con una chica.- Dice una de las chicas escandalizada.
-Es lesbi...- Murmura la otra también escandalizada.
Lo primero que se me viene a la mente es la imagen de Zoe, tan preciosa, tan perfecta... Se me para el corazón, no sabía que aún existía la homofobia en estos tiempos. La gente aun sigue siendo ignorante y poco empática. Siento la temperatura de mi cuerpo bajar. No debería asustarme, esas chicas no tienen nada que ver conmigo pero sí que me asusta su crueldad.
