5

5.6K 351 3
                                    

«Chloe»

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

«Chloe»

Jamás en la vida mi nombre en los labios de un hombre , había sonado tan satisfactorio. Ni siquiera cuando los hacía llegar al orgasmo.

Pero la palabra «satisfacción» y «orgasmo» no pueden estar en mi mente por un buen momento , solo tengo que concentrarme en mí y en mis estudios . Demasiados hombres me habían hecho perder el tiempo y posiblemente Adham solo quiere un lío de cama y se acabó. Si eso sucede , quedaré manchada porque como dijo Becca : «Una vez que ellos te tocan , no hay regreso a la normalidad. No hay presagio que te rescate. Quedas manchada por siempre»

Y suficiente problemas tengo en mi vida para discutir mis líos de cama con él.

—¿Vas tarde? —me pregunta Adham mientras conduce algo rápido.

Luego de aquel momento , mi celular vibró en una llamada furtiva de Leila que nos hizo separarnos somos si un choque eléctrico nos haya sacudido la columna. Y ahora mismo , me está llevando a la universidad. Cómo su segunda forma de pago. Pero objetivamente , otras personas nos observarán con algo de curiosidad , celos y mucha más curiosidad. No me sorprendería ver algún paparazzi colado por las ventanas del coche de Adham , aunque agradecería mucho no tenerlo por ahí como serpiente esperando alguna distracción.

Apostaría que de venderían por ver a algunos de los hermanos saliendo con alguna chica simple. ¡Sería mi propia hoguera de Inferno! Obviamente no puedo permitir que haya un escándalo como ese si me ven salir del auto de uno de los futuros magnates de Londres. Ni pensarlo.

Finjo mirar mi reloj y para ser sincera , me quedan solamente seis minutos para poder entrar.

—No —miento descaradamente y veo por la ventana ignorando el cosquilleo de su brazo al estar tan cerca de mi muslo—. De hecho , agradecería si me dejarás algunas cuadras lejos de la universidad. Sería un total escándalo si nos ven juntos.

Percibo como su mano se tensa alrededor del volante.

Desvió mi mirada de reojo a la carretera.

—No hay problema.

Su voz es seca , casi como el Sahara. Acelera el coche y me deja a solo una cuadra de la universidad , aunque al momento de bajarme , me toma de la mano.

Me congelo.

—Hasta luego, Chloe Velika —susurra besando mis nudillos.

Trago grueso y siento como mis ojos se abren como plantos , como siento una piedra enorme caerse en mi estómago. Cómo mis pies permanecen anclados al suelo . Sus manos frías abarcan las mías calientes y por un momento pequeño , tuve el remedio de enviar todo lo que dijo Becca al diablo y treparlo.

Al fin y al cabo , solo salgo de mi congelación y me suelto bruscamente de su agarre para salir despavorida de ese coche. Adham me confunde , mucho para mí propio bien , me hace volver a sentir cosas que hace mucho tiempo no llegaba a sentir , pero mi dosis de amor no es la correcta , mucho es demasiado y poco no serviría de mucho.

Y definitivamente no busco una balanza de amor.

No estoy dispuesta a eso.

Me niego.

Casi troto por llegar a la universidad y llego sin aliento , me refugio en uno de los tantos muros que tiene la universidad para poder recobrar fuerzas. Mis manos están temblando , cierro los ojos con fuerza y saqué mi termo de agua para tomar un gran trago de agua. Para que mi garganta se refrescara y mi mente se olvidara de lo que es sentir los labios suaves de Adham contra el dorso de mi mano.

El timbre suena a la lejanía y corro para poder llegar a tiempo. Paso las puertas a toda velocidad mientras chocó con muchos cuerpos , algunos me dicen que vea por dónde camino o si estaba endiablada. No me importa , solo necesito tomar aire porque...solamente Adham me dejó desestabilizada.

No quería llevarme otra decepción amorosa , suficiente ya he tenido y mi madre me lo ha recalcado con insistencia. Más de la que debería. Además , nuestros mundos son diferentes...«¿Pero que piensas , Chloe? Tonterías» No hay forma de que nuestros mundos se crucen ni por casualidad.

Con sus hermanos , es otro tema. Demasiado diría yo. Pero me temo mas a Adham , su forma de atravesar mis barreras es mucha , con fuerza y audacia , algo que no me esperé el primer día que puse mis ojos en él.

Si tan solo hubiera hecho caso a las advertencias de Becca , y no es para menos que me llame a cada rato para saber si he perdido la cordura con los Blackburn para poder explotar eufórica por todo mi apartamento. Puede que hasta llegue a oídos de la señora Bernés o en cambio , lo llegue a saber Corea entera. Nunca ha sabido controlar sus emociones , menos cuando su ego se reúne en un solo lugar y explota por siempre tener la razón.

Resoplo en mi clase de matemáticas.

Siempre ha sido una cabeza dura en lo que respecta los hombres , mayormente cuando va a las discotecas , cree en las palabras baratas de cualquier (o eso ella hace creer) hombre y le abre las piernas. Desahoga toda su rabia de sus ex parejas que la han engañado la mayoría de veces.

Por algo ella piensa que soy buena chica y que no merezco ser tratada como un juguete sexual por los Blackburn , aunque no creería en los cuentos de hadas que me brindaran , estoy aprendiendo a que la vida no es fácil para todos. Que algunos nacen con prosperidad y otros con desgracias. Que otros nacen felices y otros nacen odiados.

—Chloe —escucho a mis espaldas la voz de Leila.

Doy un ligero respingo ya que estaba sumida en mis pensamientos.

—¿Si?

—¿Has decidido con quién harás el trabajo de Literatura?

Es verdad. Me giro hacia ella y noto que está con Joonah e Iver.

—No , aún no —le digo—. ¿Necesitas algún integrante?

Sonríe de oreja a oreja.

—¡Si! —grita feliz—Quería que te integraras a nosotros.

—Por supuesto , solo haría falta uno más.

—¿Somos cinco en total? —inquiere con expresión atónita Iver.

—No seas idiota —murmura Joonah—. ¿Eres estúpido o te perfeccionaste con el tiempo?

—No sé , dímelo tú —contraataca Iver—. Por eso tienes en la frente el cartel de comemierda.

Los miro con la ceja enarcada.

—Leila —la llamo con tono temeroso—. Pienso que has escogido un par estupendo.

Leila lanza una carcajada sonora y pellizca a los dos gatos que no dejan de pincharse.

—No te preocupes , a estos dos puedo acomodarlos en su sitio por si se descarrilan —me dice tranquila.

Levanto las manos en señal de rendición.

Las clases terminan y mi cerebro no deja de lado a Adham , en lo que pasó está mañana y en lo raro que se me hace admitir que no estoy buscando amor en dónde no habrá. Sé muy bien las advertencias que me lanza mi cerebro racional , pero también escucho entre medio de las sombras mi corazón , que quiere estar entre los brazos un hombre que lo adore. Decido que solo quiero ver un poco , un poco para ver si me puedo enamorar de Adham.

Recojo mis pertenencias justo cuando mi celular vibra y se enciende con un mensaje que me deja con el corazón en los pies.

Adham

No es necesario que mañana regreses.

La Condena Blackburn ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora