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El sonido de su voz me toma por sorpresa por lo que me giro con rapidez soltando el móvil del susto al ver un rostro enmascarado

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El sonido de su voz me toma por sorpresa por lo que me giro con rapidez soltando el móvil del susto al ver un rostro enmascarado. No obstante, tiene un segundo para atraparlo en el aire y devolvermelo. 

Abro los ojos como platos y no por el hecho de que haya atrapado el móvil, no , el hecho de que conozca a Allen es lo que me deja desconcertada. 

—¿Qué? —digo con voz trémula.

—No me gusta repetir lo que digo, pero si insistes —me dice acomodando las manos en sus bolsillos—tengo pensado reestructurar mis propias reglas. 

Le reglo una mirada de intriga. 

—¿Acaso los Blackburn siempre son así cuando se trata de reglas? 

—Los Blackburn creamos nuestras propias leyes y reglas , cada quien hace lo suyo a su manera , cuñada. Las reglas presentes son blandengues innecesarios para nuestras vidas. 

Alzo ambas cejas. 

—¿Cómo conoces a Allen? —suelto tratando de no apretar los dientes. 

Un destello cruza sus ojos, pero desaparece inmediatamente al cernirse sobre mí. 

—¿Te preocupa , cuñada? El que nada debe, nada teme. 

—Y no temo —aseguro— Responde la pregunta. 

Sus ojos azules se estrechan en una leve pero minuciosa intuición de su sonrisa. 

—Tendré que reorganizar mis estándares legislativos —habla con voz autoritaria—. Cómo te dije, tengo mis propias reglas y el que me ordenes estás rompiendo una colocandote en una línea accesible a el vacío.

El enojo surca mis facciones al saber que solo habla mierda. Que sepa qué Allen Velika es mi padre es como colgarme del puente de la Avenida Central con un cartel enorme en la frente que diga "estupida" 

También sé que es un posible sicario anónimo de los Blackburn y me importa un bledo , Allen es mi padre y tengo que protegerlo frente a toda costa. 

—Entonces , puedes hacer lo que se te cante el cerebro, Christian —increpo con los hombros tensados —Y como tengo una intuición de que eres sordo...

—Aguafiestas , deja de comportarte como un escudo humano de Allen. —Me interrumpe cruzando los brazos sobre su tatuado pecho —Y no pienses que te voy a tratar como una princesita del ex líder mafioso y la novia oficial de mis hermanos. 

Mi sangre se congela. No, no ,no. Mi pulso corre errático sobre mis venas hasta sentir como me palpita por el cuello y por la frente. Todo mi ser se reduce en pensamientos de huir. 

Christian Blackburn desenmascaró mi pasado, el pasado de mi familia. Lo hizo sin tapujos , sin anestesia, como si todo el tiempo que conocí a Adham fuera una ventaja de investigación profunda, como si me vigilara sin yo saberlo. 

La Condena Blackburn ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora