La Condena Blackburn ©

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—Oh , venga , hermano , háblanos de esa que te trae loquito —insiste por enésima vez Iver , mientras Joonah niega con la cabeza.

Platico una vez más con Leila sobre las presentaciones del día de mañana antes de dar un paso hacia el pasillo.

—Ya , deja de joder, Iver. No estoy de humor para tus saconerías.

Leila y yo los vemos alternadamente para que cierren la boca puesto que no nos dejan concentrarnos en la exposición. Los dos levantan las manos señalándose, lanzándose la culpa a el otro. Niego con la cabeza mientras esbozo una media sonrisa.

Siguen susurrándose entre ellos y vuelvo mi vista hacia Leila que se mantiene concentrada en lo que hace.

—¡Ostras, Chloe! —exclama de repente, haciendo que dé un respingo — ¿Qué te sucede con los Blackburn?

Venga ya.

—Nada —respondo escapando de su mirada escrupulosa.

—No , no , señorita, a mí no me engañas —mueve el dedo índice de un lado a otro —, o es que tuve una imaginación sobre ti y Adham Blackburn en el callejón. —Abro mis ojos como platos y comienza a reír—Bingo , bebé, sabía que eso de ese chico no había quedado como un simple alumno.

Dios , siento mi cara arder por la vergüenza. Ella nos vio, ¡nos vio! Leila puede decirle a Nolan y a Stephen accidentalmente, esto causaría problemas graves. No contaba con que alguien nos hubiera visto, de verdad que no.

—Ah , eh , él...yo...solo fue un beso —le aseguro tratando de sonar convencible.

—Un beso significa mucho , Chloe —susurra para que no la escuchen. Trago saliva y vuelvo mi vista a ella con desconcierto —. Significa mucho cuando el te mira como lo está haciendo ahora mismo.

Siento una corriente eléctrica por toda mi espalda. Me giro hacia atrás de forma rápida que siento que tambaleo, pero no veo rastro alguno de Adham. Me vuelvo hacia la chica de ojos negros que levanta ambas cejas.

Entrecierro los ojos hacia su dirección.

—¿Qué?

—No hay absolutamente nadie atrás de mí.

—Estaba exactamente detrás de ti , Chloe. No te miento —me dice cambiando su semblante a seriedad. —Oh, vamos , tenía su uniforme verde junto con un puñado de libros en sus brazos musculados y te estaba observando como si te estuviera comiendo con la mirada.

Siento mis mejillas arder. De pronto, siento como alguien me empuja el hombro, luego otro y otro hasta que siento que caeré y daré duro con el piso, pero Joonah llega a el rescate antes de que sigan empujándome.

¿Qué diablos sucede?

Sus manos rodeando mi cintura me hacen despertar de mis pensamientos. Me levanto como un resorte y vuelvo a ver mi alrededor , los estudiantes de Lightorn parecen como si se estuvieran largando despavoridos.