13

4.2K 284 5
                                    

Pienso por segunda vez el acto de ayer

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pienso por segunda vez el acto de ayer.

Lo vuelvo a pesar por tercera vez...¡Y no entiendo que me dieron los ovarios para besar a esos dos chicos que me dejaron como una mierda ese día en el restaurante! Escondo mi cabeza entre mis piernas , gimiendo de desesperación , deseando poder retroceder el tiempo y no haberlos besado de esa forma , pero...carajos , besan demasiado bien para dejarlos ir. No podría elegir quién tiene un mejor beso, porque Stephen es delicado de acuerdo al tacto , pero Nolan es rudo y...¡Los dos me gustaron!

Oh , Dios 

Adham me dio el dinero , como la última clase de su vida y noté ligeramente como tenía un aspecto tenso en su cuerpo. Siento que este tipo de venganza no es el correcto , pero...

Por Dios , mujer , ya deja de lamentarte por ese chico. Disfruta de los dos Blackburn.

Quiero apagar esa voz en mi cabeza , es como un demonio de lujuria entre mis neuronas. Levanto la cabeza y me alisto para ir a la cafetería de la señora Bernés , me visto con el uniforme de la universidad y respondo algunos de los mensajes de Leila , pero me quedo petrificada al ver un número desconocido en mi bandeja de entrada.

Con los dedos temblorosos , abro el mensaje.

Número desconocido.

Buenos días , mi hermosa ricitos de nieve. 

Te deseo un excelente día en la universidad

y que puedas ir a trabajar con ánimos.

Una sonrisa se dibuja en mis labios y tomo mi maletín con todas la ganas posibles del universo para ir a trabajar , pero solo hago de abrir la puerta cuando un policía de negro me sobresalta en el pasillo del edificio. Levanta la cabeza y traga saliva al moverse hacia mí. Yo retrocedo porque su atractivo causa demasiado hacia mi corazón de garza.

—Mmmm , bu...buenos días —balbuceo observando cuando se acerca más hacia mi , invadiendo mi espacio.

—¿Buenos días? —pregunta con esa voz ronca deliciosa— Dame los buenos días bien , Chloe.

Me toma por sorpresa cuando cierne sus enormes manos en mí cintura y estampa sus labios carnosos sobre los míos , haciendo que gima sobre su boca cuando una de sus manos la coloca en mi mejilla y con la otra me presiona hacia él. Cierro los ojos al sentirlo , como se mueve lento sobre mi boca , usando su lengua para abrir espacio y conectarla con la mía. El beso se forma como una cerrilla entre mi cuerpo , quema demasiado y el besa demasiado bien para que sea real. Me da una última mordida en el labio inferior y se aparta , relamiéndose la boca.

Siento mis mejillas arder y se hace a un lado , pero antes de que pase por delante de él , me toma del brazo y me susurra:

—Ya sabes ahora como darme los buenos días , pequeña.

Trago saliva y asiento apresuradamente para salir del edificio , sintiendo como el corazón me arde en el pecho. Debo suponer que me sigue , porque siento una energía a mis espaldas , lo veo de reojo y mojo mis labios. Santa Madre , este hombre besa demasiado bien.

Salimos del edificio y me quedo boquiabierta al ver el auto negro (para nada es casualidad) estacionado. Me giro hacia Stephen con el rostro confuso.

—¿Piensas llevarme a la cafetería? —indago tratando de no sonar una estúpida.

Me da un rápido vistazo y puedo notar como se abstiene a sonreír. Con los brazos cruzados , se acerca a mí.

—Eso parece ¿No crees? —habla con ese tono de voz (no logro comprender porque todos tienen la voz ronca) —. Además , no te llevaré a la cafetería , te llevaré a Lightorn.

Posiblemente , si estuviera tomando agua , la haya escupido en la acera.

—¡¿A la universidad?! —exclamo abriendo y cerrando los labios. Pero Stephen me lanza una mirada de cansancio. Vale , vale , supongo que mis preguntas estúpidas están rebasando su paciencia—. Entiendo , entiendo , pero no puedes llevarme a la universidad.

—¿Por qué no puedo?

—Porque nos verán juntos.

—Ya , eso es obvio , Chloe —dice suspirando y pasando una mano por su cabello negro como el de un cuervo—. No tiene absolutamente nada que nos vean juntos.

Resoplo y ruedo los ojos.

—Ustedes para mí lamentable desgracia son el ojo del huracán en la farándula , ¿Me agradaría incluirte en problemas? —pregunto , pero me respondo a mi misma—Por supuesto que no, Stephen.

—Somos pareja , ¿No? —me dice con ese rostro serio e inexpresivo. Lo miro con intensidad—. Si estamos juntos , que le den a los demás. Podría atropellar a todos esos periodistas idiotas si se atreven a tocarte o a hablarte.

Una sonrisa se dibuja en mi interior. Lo observo a los ojos un par de segundos más , y resoplo al no poder seguir con la batalla de miradas. Asiento a regañadientes y puedo notar como intenta no sonreír.

Se mueve hacia adelante , abriendo la puerta de su auto , me quedo observando lo caballeroso y sutil que es , aunque su físico demuestre que es un chico malo.

Pero también observo el auto , con curiosidad.

—Es un Mustang Ford —murmura tomando uno de mis rizos en sus manos. —Por si preguntabas , pequeña.

En realidad , podía sacarle dos cabezas a Stephen debido a su altura demasiado enorme. Es como si los Blackburn fueran la cuna de los gigantes musculados. Me adentro a el auto y al instante el olor de canela con eucalipto se cierne sobre mi nariz , no me había dado cuenta que esa es la colonia de Stephen quién se sienta en el piloto.

Comienza el manejar con aire fresco , pero veo como esta demasiado tenso. Llevo una de mis manos libre a sus manos y la agarro entre mis dedos. Admito que su mano es igual que su altura , demasiado enorme para mí.

—Oye , ¿estás bien? —pregunto y siento como aprieta mi mano con la suya.

Aunque no lo observe a los ojos , veo su lucha interior.

—¿Por qué de repente aceptaste la propuesta cuando nos dijiste y maldijiste al momento que te hablamos de ella? —suelta y me tenso, pero eso no es todo , agrega—: Fue por Adham , ¿No es así?

Intento soltar su manos , pero me retiene con fuerza , desvió la mirada la calle e intento calmar mis nervios tratando no sonar una basura por usar su propuesta y darle ilusiones.

Puedes enamorarte de ellos.

Oh , Dios , ya cállenla.

—Adham...él...dijo cosas horribles de mí —admito parpadeando para alejar las lágrimas, pero continúo—: Necesitaba una forma de vengarme y...lo siento , ¿si? —me giro para observarlo. Tiene la mandíbula tensa , los nudillos de sus puños pálidos y trago saliva—. No fue mi intención involucrarlos en esto , en mi venganza.

Se forma unos segundos de silencio incómodo , cuando su agarre en mi mano sigue intacto , y cierro los ojos.

—Solo tengo una pregunta , Chloe —su voz que antes era suave , ahora es fría y distante—. ¿Piensas seguir con nosotros? O ¿Solo quieres terminar con esto de una buena vez por todas?

—Yo...yo no sé.

—Chloe —detiene el auto y fija su mirada en mí— , al menos danos la oportunidad de poder seguir con esto. Solo...solo quiero volver a sentir ese amor por el que dejé e hice todo. Y ese amor , quiero que seas tú.

Siento como mi corazón late desbocado , como choques eléctricos me dejan aturdida en medio de esta conversación. Solo actuó por reflejo y esto hace que me quite el cinturón de seguridad y lo bese.

No sé si está sea una respuesta para él , pero debe serlo porque sonríe contra mis labios victorioso.

Solo espero que no sufras está vez...

La Condena Blackburn ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora