Historias de Terror contadas a Medianoche - [FluffyNight]

8. Sentimientos Encontrados

Su amistad con Outer había crecido, y se llevaban bastante bien, aunque Ccino a veces se sintiera culpable de no hablar tanto y responder de maneras cortantes, más no era por algo de doble intención, simplemente no era buena relacionadose con otras personas, todo lo que estaba sucediendo era nuevo para ella.

El tiempo había pasado y los días se convirtieron en meses, meses en los que lo que parecía que sería una relación de “prueba” o que posiblemente solo duraría unos días, se extendió, por no decir que Nightmare no parecía querer separarse de Ccino y más se habían vuelto más cercanos. Por parte de Ccino, este poco a poco comenzó a caer en los coqueteos de Nightmare quien a veces aprovechaba su distracción y la soledad que a veces había en la escuela; para robarle besos que lograban hacer que el rostro de Ccino se viera fuertemente sonrojada por la audacia de Nightmare. Aunque a veces también se molestaba por que a su parecer “Eres muy apegado a Outer” a veces ignoraba sus advertencias y a otras las usaba a su favor proque simplemente no quería salir con Outer, no era que le desagradara era solo que no le gustaba mucho el salir, prefería estar a solas o disfrutar del silencio que se creaba entre ella y Nightmare.

Todo era nuevo, y a veces las emociones eran demasiado abrumadoras, a veces sentía que el cariño se desbordaba de sus manos y después la angustia, la culpa y la ansiedad comenzaban a crecer en su pensar. ¿Porque se sentía mal? Simple, nunca le importó que le trataron de una manera en específico, sin embargo Nightmare aún no sabía que no era “Él” sino “Ella”, había asumido que a Nightmare solo le atraían personas de su mismo género, y la idea de que se diera cuenta de como era le angustiaba, prácticamente por sus propias ideas.

«No le interesó, Si se enterará de que soy mujer seguro me dejaría, ¿No sería eso lo mejor? Que me dejé, así podría olvidarme más rápido y dejarme como una experiencia... Pero duele, duele pensar que fuí solo una experiencia, aún cuando sería lo mejor para ambos, incluso, quizas su ex novio pudo haber hecho las cosas mejor, no por nada Nightmare estaba molestando a Outer solo por eso... Debería de decirlo la próxima vez que nos veamos» sin embargo “La próxima vez” se desplazaba y era porque Ccino estaba enamorandose de manera profunda, algo que no entendía ni ella misma. Trataba de encontrarle sentido pero pensando en una razón lógica terminaba pensando en Nightmare, en su cabello negro y sedoso, algo enredado, ese cabello que a veces tenía algunos nudos que se desenredaba en sus dedos cuando Nightmare de un momento a otro le daba un beso y tratando de corresponder lo más posible le tomaba por su espalda jalado su camisa y con la otra su cabello, Nightmare era muy posesivo a veces lo que le llevaba a actuar por impulso; incluso a veces tenía que ser ella quien se tenía que separar o colocar sus manos como “escudo” para evitar que Outer les mirará, no es que no estuviera preparada para se supiera de lo de ellos, sin embargo la vergüenza era más en esos momentos.

En sus dieciséis años de vida y próximos diecisiete, Ccino nunca se había sentido tan confundida; bueno, realmente no sabía como sentirse ¿Feliz? ¿Triste? ¿Angustiada? ¿Culpable? ¿Frustrada? O Acaso... ¿Enamorada?. La imagen de Nightmare dándole una de sus ahora típicas medias sonrisas, el como su cabello al ser tan alisado terminaba por caer en uno de sus ojos y le miraba con esa mirada tan... ¿Seductora? No sabía que hacer o que decir sinceramente no siquiera sabía que hacer, o si siquiera debería hacer algo, pero cuando se besaban se olvidaba de todos sus dilemas y solo se centraba en él.

Nightmare había logrado convencerle, después de tanto tiempo, todo por un descuido suyo y de su ebrio padre, ahora pasaba los fines de semana en su casa y he ahí de nuevo el detonante de su dilema. El utilizar su faja tanto tiempo comenzaba a ser contraproducente, a veces sentía como su respiración se volvía irregular, le decía a Nightmare que debía ir al baño, sin embargo ya en ese lugar se desabrochaba su faja y podía volver a respirar con normalidad. Su tiempo se estaba acabando y si no hablaba terminaría pagando las consecuencias por su propia culpa de verdad.