Las calles de la ciudad a esa hora parecían muertas, todo lo contrario, al pueblo donde cuando el sol se escondía la gente salía a jugar con la luna y las estrellas. Eso lo tenía en claro desde el momento en que se crío en ese lugar... Siempre sin amigos, sola sin compañía, por su propia cuenta; al principio se enamoró de la soledad y no pensó en nadie, solo se tenía a sí misma.
Después conoció a algunas personas, la Señorita Toriel y el Señor Asgore, Muffet... Todos ellos estaban ahí, pero era increíble la manera en que a pesar de estar rodeada de personas podía seguir sintiéndose sola; después, lo conoció a él, su primer amigo, su primer amor y ahora su pareja. Nightmare llego para romper todo paradigma acerca de su soledad, y hacerle compañía. Ahora estaba con él, si le preguntaban sobre Nightmare no sabría por dónde comenzar a hablar, él es que simplemente alguien increíble y que ama mucho.
Ahora, pensaba en una cosa más, sentía que su vida estaba completa, pero había algo, algo que sin querer tocó a la puerta de su mente y no dejaba de pensar, todo sucedió en uno de sus días en los que cuidaba a Asriel.
Supervisaba al pequeño que se acercaba para observar cómo terminaba de hacer un pay de limón con ayuda del pequeño, quien con cuidado pasaba los ingredientes a Ccino quien se mantenía tranquila y veía con ternura como de cuando en cuando el pequeño apretaba sus manitas y luego observaba con asombro como terminaba todo al final, dándole una rebanada de pay al terminar. Y después de terminar su postre se había dormido, Nightmare aún no había llegado así que por ahora lo llevaría a dormir arriba con sus gatos un rato.
Terminaba de atender cuando la puerta se abrió dando paso a la elegante figura de Lust —Ya llegué mi pequeña centella... ¿Como va tú día, ya llegó tu prínci- oh, ¿Estas con el pequeño? — expresó al acercarse y ver notar a Asriel dormido en brazos de Ccino.
—Si... Hicimos pay y se durmió, mucha energía al parecer— Rio un poco —Señorita Lust, ¿Puede cuidar la cafetería un momento? Solo iré a acomodarlo para que duerma mejor...
—Claro cariño, aquí no entrará cualquier idiota, tu ve.
Ccino sonrió mientras que se dirigía a la segunda planta para acomodar a Asriel en su cama, dejándolo suavemente, cuando estaba por quitar los brazos de su cuello sucedió —¿Mamá?, quiero dormir un poco más...— La peliblanca se quedó ida un momento y después le arropó con una pequeña sábana, notando como Mokka entraba a la habitación seguida de sus gatitos, acomodándose en la cama para dormir también.
Solo después Ccino salió, y se tomó el rostro levemente avergonzado. Casi siempre Asriel le decía "Señorita" pero escuchar esa palabra, dirigida a ella, se sintió raro; colocó su mano en su corazón sintiendo como bombardeaba una y otra vez, estaba nerviosa, pero emocionada, no se entendía, no entendía. Se golpeó suavemente las mejillas para recuperarse, bajo de nuevo.
Y al bajar noto a Nightmare sentado en una de las sillas mientras que Lust miraba su novela, y de vez en cuando le decía al pelinegro "Esa, esa es una perra de temer mira, por lo menos consigue lo que quiere, Teresa". Ver a Nightmare con su cara sumamente sería escuchando eso le causo algo de gracia riendo un poco llamando la atención de ambos y siendo Lust la primera en hablar —Mira mi corazón, llegó tu amor.
Ccino sonrió suavemente dirigiendo su mirada al pelinegro quien también le devolvía el gesto —¿Hace cuánto llegaste? — le cuestionó.
—Diez minutos... ¿Estabas con Asriel?
—Si... La Señorita Lust me ayudo cuidando la cafetería un momento...— le miró mientras que esta le guiñaba un ojo y seguía viendo su novela, Ccino sonrió de nuevo, después paso su mano sobre la barra acercándola a la del pelinegro quien la tomó —¿Quieres un café?
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Historias de Terror contadas a Medianoche - [FluffyNight]
FanfictionCcino es alguien joven, alguien con un estilo de vida monótono y redundante, algo que si bien le desagrada no puede hacer mucho para evitarlo; más toda aquella repetitiva rutina se destruiría y reconstruirá por distintas personas. -☆゚*・。*・ :。・:*:・゚'...