Extra: Un día de Otoño

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De nuevo, estaba aburrido; revisando papeles, organizando y por último esa reunión en la que cada palabra se le hacía más repetitiva que la otra, cuánta redundancia y aburrimiento en un proyecto el cual probablemente ni siquiera supieran expresarse bien.

—Hola soy Blue te mostraré las— expresaba un joven de cabello claro y bien vestido, pero fue interrumpido.

—Estaré en mi oficina, muéstrale lo que sea a mi hermano ¿Sí? — expresó y se fue.

La verdad era que no le interesaba tanto firmar un convenio como tal con una empresa si alguien deseaba hacerlo debería de convencerle a él y su hermano de que era lo correcto. Igualmente encontraba sumamente monótono su trabajo, o eso pensaba hasta hace poco tiempo (pero el suficiente para él) su vida había obtenido un cambio agradable, y ahora mismo iba a ir a visitar al "cambio".

—Ah, Hola Night— Era fin de semana y después de su pequeño "Encuentro" con la peliblanca estaba de más decir que volvieron a ser pareja, ahora la imagen de Ccino completamente sonrojada y sorprendida cuando le dijo que en realidad ellos nunca habían terminado, por ende, seguían juntos, valía oro.

Ccino sentía que todo era un sueño, cuando Nightmare se iba sentía que no volvería, pero poco a poco comenzaba a acostumbrarse a verle regresar a su café cuando cerraba, como en ese instante, abrió la puerta por completo para dejarle pasar; cerrando su tienda de una buena vez. Se dio la vuelta acercándose al pelinegro tomándolo delicadamente de los hombros, se apoyó un poco en las puntas de sus pies mientras que Nightmare se inclinaba para darse un beso; al separarse la peliblanca sonrió suavemente.

—... Hola— Respondió el pelinegro mientras Ccino se separaba, caminando hacía el mostrador y le siguió sentándose en uno de los asientos colocados frente a este.

—Hoy fue un día normal en el café sabes— comenzó a hablar la peliblanca tomando un poco de café molido y comenzando colarlo.

—¿Y cuándo sería un día fuera de lo normal para ti? — Le cuestionó apoyándose un poco sobre la barra.

Ccino meditó un poco y después chasqueo sus dedos al contestar —Bueno, diría que cuando llegan clientes raros, una vez vino un cliente que simplemente me pidió granos de café, no café, no leche, solo los granos— colocó una taza y comenzó a preparar el café —Pensé que podría ser porque le interesaba saber cómo eran los granos, pero se los comio así, incluso me pago de más por haberle ayudado...

Nightmare escuchaba todo con atención y terminó extrañado también —Eso suena... Raro.

—Lo fue... Pero, no juzgo gustos en café— le extendió una taza de café, mientras que ella tomaba un poco de té de jazmín.

—¿Y tienes más anécdotas así?

—Sí, cuando quieras te cuento más, a decir verdad, tener este café es nunca aburrirme, siempre llegarán clientes que cuentan una historia con su sola presencia en este lugar, personas que dejan olvidadas cosas o que dejaron aquí con intensión...— Ccino acercó su taza a sus labios, inhalando un poco el aroma del té —La verdad, tener esta cafetería es muy interesante...

—Y es lo que querías...— Dijo Nightmare notando como Ccino dejaba de ver su taza, pero manteniéndola cerca de sus labios para encontrarse con su mirada, y después sonriéndole.

El café tenía un ambiente acogedor, la mayoría de luces estaban apagadas y solo dos les iluminaban; el café siempre era un lugar agradable y la compañía era igual o más increíble —Deberíamos ir al segundo piso, los clientes creerán que sigue abierto...— dejó su taza sobre la barra, dirigiéndose a la puerta de atrás para encender la luz.

Historias de Terror contadas a Medianoche - [FluffyNight]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora