18. Visita

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Nightmare apenas se levantaba, miró a su la lado a la peliblanca aún dormida; la tomó entre sus brazos para abrazarla escuchando un leve quejido le hizo detenerse para mirar como su rostro dormitado abría los ojos, y Nightmare logró hacer que su mirada se encontrará con la ajena, Ccino sonrío un poco lo cual hizo que el pelinegro en respuesta tomará su rostro con una de sus manos.

-Buen día Night...- expreso la peliblanca con voz suave y serena, lo cuál hizo que se sintiera un poco nostálgico, Nightmare simplemente le abrazó por sobre los hombros apegandola a él, Ccino río un poco por ello pero no se resistió a la cercanía con su pareja -Deberia de prepararme para ir a la cafetería ¿No crees?

Nightmare gruño un poco en respuesta y voz algo ronca hablo -¿Cual es tú nuevo horario?

-Lunes a viernes.

Nightmare se separó un poco, mirando mejor su rostro, deslizando su dedo por la mejilla de la peliblanca quien sonrió haciendo que sus mejillas se inflaran un poco, Nightmare no pudo evitarlo y la apretó con su mano mirando como Ccino cerraba uno de sus ojos y con el otro le seguía mirando -Ire por tí cuando salgas, si hermano aparece no le hagas caso.

-Esta bieen...- Ccino se levantó, sentándose en la cama estirándose un poco, y se deslizó por un lado de la cama para comenzar su rutina e irse a su empleo.

Una vez solo Nightmare paso sus manos por su rostro, el saber que Dream estaba rondando por ahí le molestaba de sobremanera, más con la idea de que Ccino hacía lo que quería; trato de hacer que le hiciera caso pero desde antes de fueran pareja se lo había dejado en claro, haría lo que quiera a final de cuentas, suspiró sonoramente y después volvió a dormir un momento.

Mientras Ccino se dirigía a la cafetería saludando a la señorita Muffet quien estaba preparando sus donas con forma de araña, ella mientras se recogió el cabello de nuevo y se amarró su delantal comenzando a esperar los clientes en el mostrador mientras terminaba de sacar algunas cuentas y tomaba un poco de café con leche, era una mañana bastante relajada, o así lo era hasta que el reloj marco las doce del mediodía, pudo ver como la señorita Lust se hacía presente para sentarse en una de las mesas de afuera, una con sombrilla. Ccino aprovechó que nadie había llegado todavía para dirigirse a ella.

-Señorita Lust...

-Oh, Hola cariño...- Ccino sonrió un poco - Dime, ¿Que tomaste hoy?

-Café con leche.

-Ay pequeña, eso te hará más ansiosa, tu madre también no dejaba su vicio, otra cosa que heredaste tú madre- Lust se acomodó mejor sentándose derecha mirando a la peliblanca -tráeme un chessecake y un té frío por favor, dime por favor que todavía tienen chessecakes...

-No se terminaron hace rato- Lust colocó su mano sobre su frente mientras que de manera dramática decía "Los chessecake deberían ser eternos" Ccino se rió un poco ocultando su sonrisa con su mano por su actitud -Pero puede que haya guardado algunos para usted.

-Eres un ángel cielito, solo por eso me encargaré de que tengas todo lo que deseas.

Ccino sonrió una última vez antes de irse apenada y regresar con el pedido de Lust, quien comenzó a disfrutar su chessecake mientras veía La Rosa de Guadalupe. Ccino a veces se quedaba a ver algunos capítulos y no entendía como algo tan sencillo escalaba tanto, pero al parecer a la señorita Lust le divertía verlo, y si a ella le gustaba era lo imposible.

La peliblanca se dedicó a seguir atendiendo uno que otro cliente que llegaba para comprar cafe o alguna otra golosina.

La peliblanca se dedicó a seguir atendiendo uno que otro cliente que llegaba para comprar cafe o alguna otra golosina

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Historias de Terror contadas a Medianoche - [FluffyNight]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora