13. ◇

7 2 0
                                    

En estos días el clima no ha parado de ser depresivo.
El aire es frío y afuera llueve.

Lo que me obliga a terminar de acomodar mis cosas. Igual descubro un pequeño ático, lleno cajas y muebles viejos, llenos de libros polvorientos y... 

― ¿Cintas de VHS? 

Me inclino sobre ellas, hurgando en su interior, saco algunas, las fotos de las portadas son bastante viejas, están amarillentas y desgastadas, la luz es muy poca, lo que me obliga a levantarme y caminar hacia el foco en lo alto. 

― Dimensiones. ― Pone el título de una en letra cursiva y en tinta que en algún momento pinto a ser negra. Este es el único que parece ser un video casero, el resto es alguna película de alquiler o similar. 

Los coloco cerca de la entrada y escombro en el resto, en busca de algún reproductor que se les adapte. Meto los dedos debajo de una caja, siento pequeños hilos pegajosos, como... las telarañas y al segundo grito, cayendo de espaldas, soltando la caja.

El polvo se levanta por todas partes, siento como me cae en la cara y veo las pequeñas partículas suspendidas, siendo iluminadas por el foco sobre mí. 

Giro el rostro a mi izquierda y veo una especie de DVD super grande, de solo 4 botones, giro sobre mi cuerpo, gateo hacia allí, me levanto y sacudo como puedo, un trueno llena el silencio e ilumina con luz azul la pequeña habitación. 

Cargo el reproductor y las cintas conmigo, una vez abajo tiro de la escalera y esta vuelve a subir, dejando solo el cordón a la vista. Pongo mi nuevo descubrimiento sobre la mesa y con un trapo limpio toda la superficie, veo la entrada del cableado y resto de mi tiempo se va en intentar conectar un aparato de no sé cuántos años. Cuando logro que se encienda, coloco el primer VHS dentro y espero impaciente

La palabra dimensiones aparece en la pantalla. 

 Cuando era niña, me gustaba pensar que todo era posible, que había mundos más allá de nuestros ojos. Llenos de secretos inimaginables y preciados. 

Percepción que cambio cuando crecí, el mundo adulto me dio la bienvenida. Y las cosas que creí cuando era niña se fueron al carajo, la vida se fue llenando de tonterías. Al menos hasta que termine convirtiéndome en una pesadilla volátil, el sueño de muchos y la perdición de otros. 

Regreso de mis pensamientos y me concentro en la película. El hombre en la cinta intenta explicar cómo es que puede cambiar de dimensiones, habla de 4 dimensiones posibles y los detalla como niveles, donde el 1 es el más bajo de todos y el 4, es complejo de entender. 

Eso me revuelve la cabeza. ― Suena ridículo. 

Mastico otra palomita esponjosa y levanto mi trasero perezoso fuera del sofá.

— ¿Será posible?

Una entrada más allá, fuera de lo que el ser humano puede imaginar.

Lejos de su alcance y aura destructiva, un lugar... especial.

Pongo los brazos a cada lado del fregadero y me inclinó al frente para ver por la ventana sin que mi reflejo interfiera.

El bosque dibuja sombras espeluznantes, y los rayos de luz iluminan sus entrañas.

La vida en este lugar es grandiosa, que si; requiere mucha concentración, dedicación, cuidado y fuerza, tanto mental como física.

Estos días los he llevado bien, pero comienzo a aburrirme. Odio los días rutina, tanto como odio el paté de guayaba.

Arrastro los pies fuera de la cocina y me envuelvo en sábanas tibias.

Dormir quizá ayude.

Durante los días siguientes, el clima mejora bastante.
Me siento en el porche con una taza de té humeante con aroma a frambuesa y Jamaica.

El sol empieza a pintar sus rayos sobre el follaje espeso del bosque.

Puedo ver los troncos iluminados y los sonidos de las aves que se alegran de recibir calor.

Incluso veo pasar una pareja de conejos grises que juguetean en el umbral.

Los veo perderse al entrarse más allá de los árboles del límite.

Siendo libres.

Jugando.

Disfrutando.

Eso necesito.

Puedo ir con ellos.

Pongo la taza a un costado y subo las rodillas, colocando mis brazos sobre ellos.

— Ir de camping. No suena mal. El clima ha estado bien.

Parece que todo hace complot para que esa sea una de las cosas que haga esta tarde.

— No iré muy lejos hoy. Solo será... exploración... como salir a correr.
Ver que debo traer y hacerme una idea a lo que puedo encontrar.

Me coloco pantalones comodos y tenis de deporte.

Inicio calentando antes de trotar.
Sigo la cerca empedrada de la propiedad, no se ve que tenga desgaste o que le falte algún tramo.
Esta en perfecto cuidado.

En la ciudad solía correr con los auriculares puestos, para ahogar el bullicio de la sociedad a mi alrededor.

Pero aquí, parece un crimen llevarlos, silenciar tales sonidos, no parece justo.

Sonrió y aumento la velocidad, el aire fresco que rosa mi piel, el aroma a pinos y abetos.

La hierva verde que acaricia mis piernas. Y las pequeñas hojas que crujen bajo mis pasos.

Me detengo al frente del bosque, decido rodearlo sin adentrarme tanto. Aunque la sensación de meterme en él, persiste con cada trote.

Me detengo frente al inició de un camino abandonado.
Mi respiración sigue acelerada, así que mi cuerpo agradece el respiro.

Tiro de mi cabello a los lados de la coleta, para volverla a apretar. Con el movimiento se aflojo.

El viento se siente fresco ahora que me detuve. Bajo mi vista al camino, es como un pequeño sendero, se ve que el dueño anterior pudo haber caminado bastante en esta dirección.

Observo detrás de mi, desde aquí puedo ver la cabaña.
No es muy alejado.

Doy un paso dentro del bosque y...

Parece como si mi llegada fuera ansiada por cada árbol, rama y hoja, casi tan esperada como la navidad por los niños.

El aire, la vibración del suelo, todo cambio, lo sentí en la piel.

Camino un par de pasos más.

— Es hermoso. — Pensar y hablar en voz alta, parece irrespetuoso.

Mi pie rompe una varita que truena en un sonido sordo.

La aves salen volando en un aleteo caótico, al mismo tiempo el viento  sopla fuerte.

Veo el camino, este sigue más allá y siento como hay algo que quiere que corra a través de él, siga el rumbo y descubra lo que hay al final.

Pero no me atrevo.

Hoy no.

Retrocedo en pasos seguros, admirando, guardando en mi retina las ramas que bifurcan el cielo y como el verde tiene una amplia gama de variantes.

Salgo del bosque y troto de regreso a la cabaña.

Es un hecho.

"No te adentres en el bosque"

La voz de la mujer suena como una advertencia pero la ignoro.

Es sólo exploración.

No será tan grave.

~◇~

El Secreto Del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora