El Secreto Del Bosque

2. A

La botella estaba a la mitad sobre la alfombra, el resto estaba en la mancha enorme a su alrededor.
No la bebí. No tuve el valor.

No supe a qué hora se detuvo la música y tampoco supe como llegué al sofá.

En mi brazo izquierdo tenía un moretón enorme en la parte superior.

Seguro fue cuando caí.

Arrastre mis pies hasta la cocina sirviendo un delicioso plato gourmet de cereal con leche.

Un email llego a mi bandeja de entrada.
Lo abrí mientras comía.

— Interesante.

De todas las agencias de bienes raíces que contacte durante la tarde.
Con lugares atractivos según mi criterio y gustos.
Esta respuesta sin duda era la más prometedora.

Dejé el portátil sobre la encimera y seguí comiendo.

— Bla. Bla. Bla.
Me interesa...

Seguí bajando. Viendo las fotos de una linda casa cerca de un bosque hermoso.
Un pueblo bien parecido y con un total de casi quinientos habitantes. Y reduciendo.

— Soy toda tuya. Pueblo pequeño. Espacio grande.

Lo medite cinco segundos más.

— Lo compro.

Envié la solicitud a la amable agente. Junto con una lista de aspectos que debe cumplir sí o sí.

Cerré el ordenador y caminé por el departamento.

Limpiando basura. Sacando cajas. Vaciando poco a poco el lugar que fue mi hogar durante casi veinticinco años.

Los recuerdos me invadieron uno por uno. La gran mayoría son míos corriendo al cuarto de mamá. Llorando por la horrible sombra que vi en la esquina de mi habitación.

No fueron momentos precisamente felices. Pero hubo otros que si lo fueron.

Ser una pequeña atormentada, nunca fue muy bienvenido en la vida de mamá. "Gastos innecesarios" los llamo ella una vez. Y quizás lo eran. Pero no había mucho de donde escoger cuando se trata de algo que te acosa todo el tiempo.

Alguien de tan poca edad nunca lo entendería. Menos cuando empezaba a asimilar que su padre decidió "No quererla". Sumado a esa mierda, obvio sería un desastre. Es un coctel de desgracia bien servido.

Ayer termine cerrando el ultimo capitulo que atormenta mi conciencia. Le dije adiós a Craig. Lo que está bien. En si no sé porque terminamos en una relación tan larga. Tan monótona y a mi parecer... inservible. Siento que ninguno de los dos aporto nada de nada a la relación. No es que no me emocionara.

Es solo que... Carecía de...
Es cierto. Carecía de mucha emoción.

— ¿Cuántas cosas puede llegar a almacenar alguien durante su vida?

Observe los cientos de cosas esparcidas por el departamento.
En donde carajo voy a meter todo eso.

— Sabes que... a la mierda. Lo que no ocupare, será donación y el resto que no sirva, puede irse al carajo.

Quiero pensar que mamá me reprocharía el como estoy haciendo las cosas. Me daría un sermón, algo parecido a "Huir de lo que sientes, sólo te llevará a un ciclo del que no hay escape. No hasta que lo enfrentas"

Madre. No quiero hacer eso ahora. No lo haré hoy y probablemente tampoco lo haga mañana.  Ni un futuro cercano.

Observo con quietud la puerta de su habitación. Siento como si a mi madre le hubiera sido arrebatada la vida.