Al bajar de la enorme ave de metal.
Una camioneta ya estaba lista para mí.
Un hombre de barba blanca sostenía una cartulina con mi nombre.— Hola.
El hombre peliblanco asintió y lo seguí hasta una camioneta gris.
— Irina me habló de usted.
Se ve como una chica de ciudad. Bastante común.La voz pastosa del hombre me dice que fue un gran partidario del cigarro.
El aroma a tabaco en su camioneta me lo confirmo cuando subimos.— Supongo que sí. Soy una cara más de entre muchas. ¿Sr.?
— Olstio. Olstio Itema.
— Amara Woods.
Escupió al suelo y tomo su lugar en el asiento conductor.
El resto del camino fue silencioso.
Observe la ciudad ceñirse sobre nosotros. Aquí son las doce del mediodía.
Y se ve rebosante de vida y actividad. Muy concurrido para mi gusto.— Irina la esperará en el puerto. Sus cosas llegaron ayer por la tarde y ya deben estar en... Su nueva casa.
— Si. Muchas gracias. ¿Puerto?
¿No llegaremos al pueblo en el auto?— Llegaremos hasta el hangar. Del hangar partirá al pueblo. — La sonrisa de dientes amarillos. Me dice que será toda una odisea. — Y del pueblo. A su casa. Le restan por lo menos cinco horas de viaje.
Me desinfle sobre al asiento. Es el precio a pagar por lo que he hecho. Me lo merezco. No tengo quejas por el momento. Y vale la pena la recompensa.
— ¿Quién va a pilotar eso?
Señale la avioneta de color beige con una franja roja de punta a cola.
Sólo espero que no el mismo hombre.
Al salir de la ciudad sus cualidades de manejo, se fueron al carajo. Y el viaje se convirtió en una batalla para no salir disparada por el parabrisas.Si eso fue por tierra. No quiero ni pensar lo que hará en aire.
— Mi hijo mayor Umar. Será quien la lleve. Él es el conductor y el acceso de pueblo a pueblo. Buen viaje. Señorita.
La palabra "señorita" le salió con tono desdeñoso.
Pero lo ignore.El tal Umar, salió unos minutos después. No saludó. Fue directo a mis maletas y comenzó a cargar.
Un tirón en la parte baja de mi suéter. Me hizo observar a una niña pelirroja con pecas en el rostro.
— Mi padre no habla mucho porque no sabe español. ¿Usted sabe irlandés?
Entiendo.
— No. La verdad es que no.
— ¿inglés?
Los ojos verdes de la pequeña me miran con angustia.
— Si. Pero, puedes quedarte tranquila. Tampoco soy muy conversado. Así tu papi, no se preocupará por hablar conmigo.
Pero... ¿Puedes decirle que agradezco su trabajo?El brillo en sus ojos regreso. Tiro de mi hasta que estuvimos detrás de su malhumorado padre.
Al notar a su pequeña sosteniendo mi mano. Su rostro se suavizo.
— A bhean, go raibh maith agat as do chuid oibre, a athair. Ní bheidh aon suaitheadh ann le linn d'eitilte.
(La Señorita, agradece tu trabajo padre. No habrá molestas durante su vuelo).
El acento en sí me es bastante extraño. Umar me miró, sonrió y asintió.
Le sonreí de vuelta.
Supongo que no es sencillo ver extranjeros.

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El Secreto Del Bosque
FantasyEn el norte, adentrado en un bosque, vive él. Y su compañero de casa es quien menos esperas. Ella se muda con la intención de olvidar, prometiendo hacer camping tres días cada mes. Hasta que, en un intento desesperado por escapar de los lobos ham...