La pareja se quedó disfrutando de la vista, el silencio y el aire de la noche fresca. Hablaron de temas banales. Jimin le contó un poco la historia de cuando había adoptado a Kero y como a pocos días del fallecimiento de su abuelo lo había encontrado en un basurero camino al trabajo. Jungkook le contó sobre sus hyungs y lo divertidos y protectores que eran con él.
Rieron, se miraron y descansaron. La atmósfera que se había creado era de absoluta calma y tranquilidad. Paz que ambos venían buscando desde hace un tiempo por diferentes razones.
Hubo un momento en donde Jimin quedó observando a Jungkook sin que este se diera cuenta puesto que tenía los ojos cerrados. Observó sus pestañas, su respiración era lenta, su cabello se movía levemente por la brisa. Sus expresiones estaban relajadas, tenía unos cuantos lunares en el rostro y entonces vio aquella marca. En su mejilla había una cicatriz no tan visible, pero si le ponías atención podías ver la profundidad de esta.
- ¿Qué te ocurrió en el rostro? – la curiosidad le ganó esta vez.
Jungkook abrió los ojos tenso. No es que no haya hablado de eso antes, pero nunca lo había hecho fuera de su círculo cercano.
- Es una larga historia – musitó llevando su vista al rubio que lo miraba expectante a su lado. – es larga y aburrida. Si te la cuento te puedes quedar dormido.
- Bueno ya debería estar durmiendo asique te escucho atento. – el rubio se acomodó de lado dejando su mejilla arriba de sus manos y lo miró esperando a que comenzara a contarle.
- Mmmh a ver por dónde empezar – Jungkook volvió a girar su rostro hasta quedar de espaldas. Pensó por un momento en lo que debería contarle, a veces es necesario disfrazar un poquito la realidad. – bueno por ahí por el año 2019 había un joven con un poco de problemas; había perdido a alguien que amaba mucho y el mundo lo culpó por su perdida. Eso le desencadenó mucha desestabilidad mental – soltó un bufido – cuando un joven tiene ese tipo de problemas no suele tomar buenas decisiones ni hacer buenos amigos. Yo era ese joven – observó al rubio y notó que tenía los párpados pesados, Jungkook sonrió – un día invitaron a ese joven a una fiesta y allí le dieron de probar cosas mágicas. Le gustó tanto lo que probó que siguió haciéndolo cada vez más. Esto lo llevó a obsesionarse con aquello y cuando no lo podía conseguir hacía cosas malas.
- ¿Cosas malas? – balbuceó Jimin, luchando por no cerrar sus ojos.
- Claro. Ese joven se sabía defender muy bien, por eso no le temía a nada. Hasta que se topó con un elefante morado que era un poco más astuto que él y lo dañó.
- ¿Era lindo ese elefante? – volvió a balbucear esta vez con sus ojos cerrados.
- Claro que sí, sus ojos brillaban y era gigante. Pero de noche asustaba. – Jungkook suspiró y miró a Jimin quién yacía durmiendo, aplastando su mejilla, tal cual como lo había encontrado en el auto de Namjoon. – Algún día te lo contaré mejor mimi – musitó mientras tomaba la manta y tapaba mejor al rubio. Dejó una pequeña caricia en su rostro y se levantó para ir a arreglar su cama.
Prendió la calefacción del lugar y dejó la cama lista para que el rubio durmiera en ella. Caminó de vuelta hasta el balcón y se agachó para tomar a Jimin en sus brazos tratando de no despertarlo. Al momento de levantarlo sus rostros casi se tocaron y fue inevitable para Jungkook observar sus labios, se veían tan suaves y bonitos así. Casi formaba un piquito con ellos y no supo cuanto más podría resistirse en probarlos.
Bufó y sacudiendo un poco su cabeza se dirigió hasta su habitación para depositar al rubio suavemente entre las sábanas. Lo arropó y bajó un poco la iluminación del lugar.
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A L O N E ~ Kookmin
Fanfiction¿Estar solo es igual a sentirse solo? ¿Por que Jimin se sentía solo la mayor parte del tiempo? Vivía con su madre pero eso parecía no importarle a ella. ¿Realmente su madre lo quería? Parecía que Jimin no le importaba a nadie. Menos a ese Pelinegro...