A L O N E ~ Kookmin

XXII‼️

Nuevamente, pueden escuchar la canción con la que escribí el capítulo. 🤍

⚠️ESTE CAPÍTULO HABLA DE TEMAS SENSIBLES, ABUSO SEXUAL Y VIOLENCIA.
LEAN CON DISCRECIÓN ⚠️

Aquella noche se sentía cálida, Jimin dormía con Kero entre sus brazos. El gatito ronroneaba plácido mientras que el rubio dormido se arropaba un poco más. Estaba cómodo, calentito y arropado. No estaba teniendo pesadillas. En cambio, soñaba con unos cálidos brazos tatuados que lo acariciaban, se sentía protegido en ellos; en su sueño.

Al mismo tiempo, la puerta principal era abierta por un llave que hacia sonar el cerrojo. Su madre estaba entrando un poco borracha, como siempre solía llegar de su trabajo. Solo que esta vez no venía sola. Un cliente le había pagado demás par acompañarla hasta su casa y seguir el "trabajo" allí. Ambos caminaron por la sala, él la abrazaba por la espalda mientras succionaba su cuello. Ella solo se dejaba hacer. Subieron al segundo piso y la mujer lo guio hasta su habitación; tuvieron sexo, duro, asqueroso y torpe. Ella sin una pizca de deseo, él queriendo acabar pronto.

Al terminar, el hombre se paró para caminar hasta el baño, no quiso pedir indicaciones, un poco porque le daba igual y otro poco porque poco le importaba husmear.

Abrió la primera puerta y se encontró con un cuarto con muchas cajas sucias y roperos desordenados, la cerró.

Abrió la siguiente, descubrió el baño y entró a hacer lo que tenía que hacer. Al salir, la última puerta cerrada con una pequeña alfombrilla rosa llamó su atención. Despacio se dirigió hasta ella y la abrió lentamente. Se encontró con una silueta que dormía plácidamente, un olor a rosas inundó sus fosas nasales y sintió como su libido comenzaba a removerse. Cuando iba a acercarse, un celular se prendió a su costado dejando ver unas notificaciones de mensajes. Cada vez aparecía uno nuevo.

Leyó absolutamente todo.

- ¿No eres una chica? que desperdicio - chistó burlesco leyendo los mensajes- a ver quién se encuentra aquí... - se agachó para mover un poco las mantas que cubrían el cuerpo dormido y se sorprendió al ver al rubio que yacía plácidamente con una pequeña sonrisa en su rostro, como si estuviera teniendo el mejor sueño de su vida.

- Pero si eres el pequeño maricón que me quitó ese gato de mierda - musitó soltando una risa amarga - cuando terminó por destaparlo lo próximo que escuchó fue un maullido y unas fuertes garras en su rostro. Por instinto se cubrió la cara y cuando vio sus manos éstas estaban llenas de sangre. El gato que ahora estaba en la esquina de la cama completamente erizado y mostrando sus colmillos lo había arañado.

- Gato de mierda - lo tomó de la nuca y lo tiró hacia la pared.

Jimin al escuchar el golpe y el quejido de Kero se sentó en la cama casi por inercia. Con el pulso acelerado y la barbilla temblándole buscó en la oscuridad a su gatito y en eso se topó con una silueta algo grande y tosca.

Su habitación olía a alcohol y sus manos sudaban. Se restregó los ojos tratando de despertar, pensando que aquello solo era una pesadilla más. Cuando sintió aquellas manos en sus hombros que lo apretaban con fuerza y trataban de tumbarlo en la cama se asustó aún más. Ese sueño siempre lo atormentaba en sus noches oscuras.

Gritó, forcejeó, peronada estaba dando resultado. Cuando la silueta logró tumbarlo de espaldas en la cama, sintió como una de las manos bajaba en dirección a su entrepierna. De voz escuchaba una voz gruesa soltando una risa.

No pudo retener las lágrimas, no veía absolutamente nada, pero sentía que su cama daba vueltas. No pensó cuando subió una de sus rodillas y luego estiraba con fuerza su pierna proporcionándole una patada en la boca del estómago al hombre encima de él.