XXVII

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Jungkook estaba parado deslumbrado. Frente a él tenía su mesa completamente decorada. Habían velas encendidas, dos platos con pasta, copas, cubiertos perfectamente acomodados, un vino en el centro de la mesa y un rubio a su lado mirándolo expectante.

- ¿Qué es esto? – dijo llevando su mirada al rostro del más bajo.

- Es tu sorpresa. ¿No te gustó? – la mirada de Jimin pareció decaer un poco.

- Para nada.

En un movimiento rápido de brazos, Jungkook tenía a Jimin cargado con una pierna a cada lado de él y sus manos sosteniéndolo de los muslos.

- Absolutamente me encantó – susurró cerca de sus labios.

Jimin estaba sonriente. Le sonreía al pelinegro mostrando todos sus dientes. Estaba feliz, juntó sus labios con los del más alto y comenzaron un beso hambriento. De pronto sintió como su espalda chocaba con una pared y sus muslos estaban siendo apretados.

- J-jungkook – dijo entre jadeos.

- Mhm Jimin – el pelinegro seguía besándolo.

- La cena se va a enfriar – Jimin escuchó como el mas alto suspiraba y como ya era costumbre, finalizaba el beso depositando sus belfos en una de sus mejillas.

- Tienes razón – lo bajó cuidadosamente y se dirigieron a la mesa.

Jungkook le acomodó la silla al más bajito para que pudiera sentarse y luego él procedió a hacer lo mismo. Tomó la botella de vino y quitó el corcho para proceder a llenar las copas con el contenido de este.

- ¿Porqué brindaremos? – habló el pelinegro alzando su copa.

- ¿Por nuestra cita? – contestó Jimin de la misma forma.

- Entonces es una cita.

- Lo es. – dijo con las mejillas rosadas y apretando una sonrisa.

- Salud, pequeño.

- Salud, Jungkookie.

Chocaron sus copas sin dejar de mirarse y bebieron de estas. Solo un poco, casi solo mojando sus labios.

Jungkook frunció el ceño.

- Está muy rico.

- Es una reserva especial.

- ¿De verdad? – tomó la botella para leer la etiqueta de esta.

- No, la verdad es que lo elegí al azar en el supermercado.

Jungkook estalló en una risa sonora.

- Jungkook no se de vinos, no me presiones con esto por favor. – replicó risueño.

- Está exquisito pequeño ¿pero por que las pastas son diferentes?

- Oh, es que no sabia cual te gustaría más asique hice una de cada una, si te gusta más la mía te la doy y si no pues te quedas con la tuya – respondió con ojos grandes. Jungkook sonrió.

- Eres tan adorable.

Jimin se sonrojó.

- A ver veamos que tal – tomó el tenedor y delicadamente comenzó a enrollar un poco de pasta en este. Abrió sus ojos con sorpresa – está delicioso Jimin, ¿me das de la tuya para probarla?

Jimin asintió y enseguida hizo lo mismo que había hecho el pelinegro para luego llevar su tenedor cuidadosamente a la boca del contrario.

- ¡Woahh! Jimin-shi los dos platos están exquisitos – exclamó con el ceño fruncido.

A L O N E ~ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora