Nuestra siguiente venta del día nos lleva a una barbería a la que nos colamos, pues Willy creó el dulce perfecto para hombres con problemas capilares; es realmente increíble lo que logra inventar.
Tres hombres esperan ser atendidos; Willy se encarga del del medio, y yo preparo las navajas para "afeitar" al cliente de al lado.
- Hum..., aquí no hay mucho que cortar- el hombre se desanima con una mueca ante las palabras del castaño.
-Lo sé, mi cabeza va a brillar después de cualquier pequeño corte.
- Querido amigo — me agacho a su altura — Este caballero de aquí tiene una solución maravillosa para ustedes.
- ¿Si...? — cuestiona con incredulidad
Me apresuro a tomar la charola de minipanecillos cubiertos de chocolate y los entrego a Willy, quien se agacha para ofrecerlos a cada uno de los masculinos sentados.
-Mi Clear-defecto capilar.
Ellos toman uno con urgencia y lo prueban
- Tiene mezclas de vainilla importada de Manila, pero si comen más de tres, terminarán como un gorila.- explica mientras sus cabellos crecen con un asombroso vigor, dejándome anonadada.
-¡Oigan ustedes, ¿qué les hacen a mis clientes?!- grita el dueño apareciendo.
Willy y yo nos miramos y sin esperar un segundo más, nos echamos a correr con diversión, como dos traviesos chiquillos.
-¡Lo sentimos!- le grito
-Perdone- Prosigue Wonka- ¡Le hemos dejado una ganancia por vender en su local.!.
El hombre mira a un lado donde sobre una silla encuentra una pequeña bolsa con monedas, y sus ojos brillan.
-E-esperen, ¡NO QUIEREN VOLVER PARA SEGUIR VENDIENDO!.
Nos carcajeamos sin detenernos. Willy sujeta mi mano y suelta un grito al aire lleno de diversión y adrenalina. Jamás olvidaré estás increíbles y divertidas experiencias a su lado.