~you~ •ishigami Senku•

XXVII

-Estamos acabados... -murmuraba una cabellera castaña conocida.

Esta estaba acostaba viendo hacia el cielo con los brazos y las piernas extendidas alejada de todos.

Al parecer ya se habia dado por vencida.

Los demás la miraban de reojo algo preocupados por el repentino rendimiento de la joven.

-P-pero ellos ya saben nuestra posición... ¿No sería huir mientras podamos? -balbuceo ginro temblando.

-No tendría sentido. Ellos tienen un avión patrullando sobre nosotros. Y al contrario, perderíamos nuestra única escapatoria por tierra firme. -respondió ukyo.

-Hyoga... Si tu fueras el doctor xeno... ¿Qué harías en su lugar? -pregunto tsukasa viendo de reojo al mencionado.

-Pues crearía un barco pirata. -respondió neutral.

-Si tratamos con profesionales, el enemigo se acercará con una embarcación pequeña, pero rápida... Para presionarnos desde el mar. Después de todo esta claro que nos superan en armamento. -este hizo una pausa. -es exactamente igual a la forma de actuar de los piratas modernos.

Todos miraron preocupados y sorprendidos a tsukasa.

-Con su avión de vigilancia saben perfectamente la posición de nuestro perseo. También pueden ametrallarnos desde el aire. Por más fuertes que seamos en el combate cuerpo a cuerpo... No podemos volar. —explico Hyoga asustando a los presentes.

—Cuando el enemigo se hace con la superioridad aérea total... Ya no hay ninguna posibilidad de ganar.

—¡JAJA! ¡Exactamente! ¡Por eso, si queremos enfrentarnos a un avión... ¡Tenemos que hacerlo con otro avión! ¡Crearemos el portaaviones perseo! ¡¡Qué empiece la construcción a toda velocidad!!

La castaña miro de reojo a ryusui desinteresada.

—De nada va a servir... —murmuró para si misma.

—¿Por que estas tan pesimista de la nada?

Esta giro la cabeza hacia el ojicarmin.

—¿Recuerdas cuando te dije que unos soldados me salvaron? Uno de ellos y el más fuerte que había... Es el que nos disparo, stanley.

Senku abrió un poco los ojos sorprendido.

—Así que si él esta del lado del enemigo estamos muertos. —dicho eso cerro los ojos con pereza.

—¿Por que crees que es tan fuerte?

—Él no dudo en matar a los guardias del lugar en donde estaba. —respondió suspirando. —Pero tampoco es que sea tan malo. Me fue a visitar varias veces cuando estaba en el hospital y salíamos a tomar aire fresco. Si en ese tiempo no hubiera tenido problemas con mis emociones... Me hubiera enamorado de él...

—... ¿Qué no es mucho mayor que tú?

—Si... Pero 10 años no son nada. ¿Sabias que mis padres se llevan 15 años de diferencia?

El contrario miro atónito a la ojiverde.

—Si te hubieras enamorado de él... El pobre estaría en la cárcel.

La contraria soltó una carcajada.

—probablemente.

—Kukuku, pero que bueno que no te enamoraste.

—Fue una lástima. Al final me termine enamorando de una lechuga... Y yo juraba que antes muerta que enamorarme de esa lechuga.

—Yo también juraba eso. —senku se sentó al lado de la castaña haciendo que esta abriera sus ojos y lo mirara de reojo. —En mis planes nunca estuvo el sentir algo por alguien, y menos por la otaku... Pero ahora mírame. Estoy totalmente loco por ti. —dijo con una sonrisa.