XXIX

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—Todo esta listo, mañana atacaremos el castillo y saldremos con el dr xeno. —termino de explicar tsukasa. —por ahora hay que descansar.

Todos asintieron y cada quien busco un lugar cómodo para pasar la noche.

Yo me recosté en un árbol y cerré los ojos dando un largo suspiro, lo que llamo la atención de la rubia.

—¿Estas bien? —kohaku había llegado a mi lado.

—Si... Es solo que estoy cansada... —me queje arrugando la nariz. —tsukasa es demasiado mandon.

Una leve risa salio de los labios de la contraria haciendo que la mirara de reojo.

—Para mi no estuvo tan difícil. —menciono sonriendo de lado.

—Regalame tu cuerpo y resistencia. —Pedí juntando mis manos en suplica. —tu cuerpo está muy desarrollado, por ende tiene más resistencia.... En cambio el mio...

Ahora que las dos nos habíamos movido un poco estábamos casi cara a cara.

—¿Para que quieres mi cuerpo si literalmente es igual que el tuyo? —pregunto levantando una ceja.

Yo la mire ofendida y dirigí mi vista a su pecho y luego al mio.

—Pues hay dos grandes razones. —musite desviando la mirada.

Kohaku ladeo la cabeza y recorrió sus ojos por todo mi cuerpo.

A los ojos de ella, nuestros cuerpos eran iguales. Pero después de unos momentos de analizar bien algo lo entendió.

Una sonrisa pícara se asomo en su rostro.

—Ah... Ya lo entiendo... ¿Piensas que tienes menos pecho que yo?

Un sonrojo cubrió mi rostro entero.

—¡Pero no lo digas así! —tartamudee meneando mis manos.

—Vamos, tenemos casi el mismo volumen. Hasta senku lo dijo-

—¿¡Q-Qué senku dijo que cosa!? —interrumpí con las orejas calientes.

—Si. Fue una vez que estábamos en el río buscando unas cosas que no se que eran... Ginro quien estaba con nosotros menciono algo acerca de mis pechos y de los tuyos pero senku lo callo diciendo que teníamos el mismo nivel de pecho, solo que a ti no te gustaba mostrarlos.

Todo mi cuerpo se puso de color rojo que parecía que iba a explotar. Rápidamente me cubrí la cara con mis brazos.

¿De verdad dijo eso? Si el mismo me dijo una vez que no tenía nada... O quizás solo lo había dicho porque le caía mal... Bueno no se. Pero me defendió...

Hundí más mi rostro entre mis brazos ocultando el sonrojo.

Ah... Extraño mucho el calor y olor de senku... Extraño a mí senku.

—Pero bueno, tengo que ir a hacer unas cosas, nos vemos luego. —kohaku se despidió de mi y se encaminó a quien sabe donde.

Yo levante mi rostro y dirigí mi vista al cielo estrellado.

—Senku... —murmure para mi misma.

—¿Qué?

Me sobresalte al escuchar la voz de tsukasa tan cerca.

—¿Por que aparecen de la nada? —susurre tratando de disimular el susto. —¿Que paso?

—Necesito tu ayuda, ven.

Suspire y me levante con pereza siguiendo al castaño.

"descansen" si claro.

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~you~ •ishigami Senku•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora