Capítulo 7: Rehén De Sus Propios Pecados

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Layla estaba nerviosa y asustada. Sabía que había cometido un grave error al intentar matar a Marinette y Fei Wu, la primera chica que según ella había interpuesto entre ella y su amor platónico, Goku. No podía creer que hubiera llegado tan lejos por su obsesión, y que ahora tuviera que enfrentarse a las consecuencias.

Layla: (ansiosa) Tengo que escapar de aquí. se dijo a sí misma, mientras empacaba sus maletas con ropa y dinero. No puedo quedarme en este país, me buscarán por todos lados. Tengo que irme a algún lugar donde nadie me conozca, donde pueda empezar de nuevo, aunque me duele el hecho de dejar a mi ser amado Goku. Mirando y acariciando una fotografía de el Son.

Se miró al espejo y decidió que tenía que cambiar su apariencia. Se cortó el cabello, se tiñó de negro, se puso unas gafas y se cambió el nombre. Ahora se llamaría Marina, y nadie la reconocería.

Layla: (decidida) Así está mejor. Se dijo, mientras salía de su casa con sus maletas. Adiós, París. Adiós, Goku. Esto lo hago mientras planeó como podré llevar a cabo mis planes.

Que tendrá pensado hacer...

Mientras tanto, en la mansión Agreste, Amélie Graham de Vanily, la madre de Félix, estaba muy preocupada por la repentina desaparición de su hijo. Había visitado a Emilie y Gabriel Agreste, los padres de Adrien, para informarles de la situación.

Amélie: (preocupada) No sé dónde está Félix. Les dijo, con voz angustiada. Hace dos días que no sé nada de él. No contesta el teléfono, ni los mensajes, tampoco los correos. No sé si le ha pasado algo, o si se ha ido con esa chica, Layla.

Emilie: (calmando) Tranquila, Amélie. Le dijo Emilie, intentando consolarla. Estoy segura de que Félix está bien. Tal vez solo necesite un poco de espacio, o esté ocupado con algún asunto. Ya verás como pronto aparece.

Gabriel: (consolando) Sí, Amélie. Añadió Gabriel. No te preocupes tanto. Félix es un chico inteligente y responsable. No creo que se haya metido en ningún problema. Y si lo ha hecho, sabrá cómo salir de él.

Amélie: (más tranquila) Gracias, Emilie, Gabriel. Dijo Amelie, agradecida. Espero que tengan razón. Pero no puedo evitar sentirme intranquila. Félix es mi único hijo, y lo quiero mucho.

Emilie: (tranquila) Lo sabemos, Amélie. Dijeron Emilie y Gabriel, al unísono. Nosotros también lo queremos. Es nuestro sobrino, y el primo de Adrien.

Amélie: (intrigada) Hablando de Adrien. Intervino Amélie. ¿Dónde está? ¿No debería estar aquí?

Emilie: (explico) Adrien ha salido con su amigo Nino. Explicó Emilie. Dijo que iban a dar una vuelta por la ciudad, y que volverían pronto.

Amélie: (intrigada) ¿No será que están buscando a Félix? Preguntó Amélie, con esperanza.

Emilie: (dudosa) No lo sé, Amélie. Respondió Emilie. Tal vez sí, tal vez no. Adrien no me dijo nada al respecto. Pero si lo están haciendo, estoy segura de que lo encontrarán. Adrien es muy bueno rastreando cosas.

Amélie: (confiada) Sí, lo es. Coincidió Amélie. Tiene un don especial para eso. Igual que su padre.

Gabriel: (relajando a Amélie) Bueno, Amelie. dijo Gabriel, cambiando de tema. ¿Por qué no nos sentamos a tomar un té, y charlamos un poco? Así te distraes, y te relajas.

Amélie: (calmada) Está bien, Gabriel. Aceptó Amélie. Gracias por su hospitalidad. Son muy amables.

Emilie (alegres) No hay de qué, Amélie. Dijeron Emilie y Gabriel, sonriendo. Eres nuestra invitada, y nuestra familia.

Dragón Ball Súper MiraculousDonde viven las historias. Descúbrelo ahora