Capítulo 28: Fortaleza

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"Marinette, ¿estás bien? Por favor, amiga, necesito saberlo. Luka me dijo que no te veías nada bien." Insistió Alya, tocando la puerta de la habitación de Marinette en casa de sus padres.

"Necesito estar sola, Alya. Por favor, vete." Sollozó Marinette.

"De verdad, amiga, no me moveré de aquí hasta que abras."

"Marinette, es mejor que hables con ella. Ahora más que nunca, el apoyo de Alya es lo que necesitas para sobrellevar lo que ha sucedido." Aconsejó Tikki con voz serena.

Marinette bajó la mirada, sintiéndose abrumada.

"No lo sé... Me siento fatal. La noticia... y además, que Goku me haya visto besar a Luka... Me ha destrozado por completo. Siento que mi corazón se ha partido en mil pedazos. Y para empeorar todo, fui una tonta al decidir irme de su casa, alejándolo aún más de mí. Pero en ese momento, la rabia me cegó." Confesó con un nudo en la garganta.

Tikki suspiró con comprensión. "Lo sé, Marinette, pero precisamente por eso necesitas el apoyo de Alya. Es lo mejor que puedes tener en este momento tan difícil."

Marinette asintió con pesar. "Tienes razón, Tikki."

Con determinación, se puso de pie y abrió la puerta.

"¡Al fin! ¿Estás bien?" Preguntó Alya con evidente preocupación.

Marinette desvió la mirada. "Se supone que debería estarlo..." Murmuró con tristeza.

Alya no dudó en abrazarla con fuerza. "Ay, amiga... Sabía que no estabas bien."

Marinette cerró los ojos, tratando de contener las lágrimas. "Lo sé... No quería arruinar el momento, pero al final lo hice, Alya."

Alya la miró con curiosidad. "¿Qué fue lo que hiciste?"

Marinette suspiró. "Por fin le confesé mis sentimientos a Goku... pero lo hice demasiado tarde, ¿verdad?"

Alya frunció los labios con preocupación. "Bueno, amiga... ¿cómo reaccionó él?"

"Estaba muy confundido. Mucho. Pero le dije que no podía seguir viviendo en la misma casa que el chico que amo, así que decidí volver aquí y me fui sin más." Explicó Marinette con un deje de tristeza.

Alya se llevó una mano a la frente. "¡Ay, Marinette! Eso sí estuvo mal. ¿Cómo pudiste alejarte así de Goku?"

Marinette bajó la cabeza, avergonzada. "Lo sé... pero en ese momento estaba muy molesta y fue lo único que se me ocurrió decirle. Además... cometí un error muy grave y tonto."

Alya arqueó una ceja. "¿Qué hiciste?"

"Sí, eso ya lo sé. Me lo contó Luka." Confirmó Alya.

Marinette suspiró con frustración. "De verdad... soy una tonta. Goku vino hasta aquí para arreglar las cosas, y ¿qué hago yo? Caigo en los brazos de otra persona... y para colmo, él nos encuentra besándonos." Dijo con la voz apagada.

Alya la observó con empatía antes de responder. "Pues, creo que lo mejor que puedes hacer es ir mañana a casa de Goku y explicarle todo."

Marinette asintió con determinación. "Tienes razón. Eso haré mañana a primera hora."

Alya sonrió y le puso una mano en el hombro. "Bueno, ¿qué te parece si te quedas conmigo esta noche? No querrás pasarla aquí sola."

Marinette le devolvió la sonrisa. "Por supuesto. Gracias, amiga. Siempre puedo contar contigo."

Dragón Ball Súper MiraculousDonde viven las historias. Descúbrelo ahora