Give Me Everything [Christopher Morgan]

Cap 9

—¿Que fue eso con Lewis anoche?—pregunta Drew cuando me alcanza camino a los casilleros—. ¿Follaste con él?

—Si, ¿por?—enarco una ceja y él entrecierra los ojos

—Podrías ser más discreta, ¿sabes?

—En ese lugar no hay nadie que vaya a decirle algo a nuestros padres—abro el casillero y saco mis cuadernos de apuntes—. Relájate, Drew. Nada va a pasar, esta ha sido nuestra dinámica desde hace tiempo.

—Lo sé—cierra mi casillero—. Por cierto, ahí viene. Y con sus amigos—asiente en dirección a alguien sobre mi hombro antes de irse

Ruedo los ojos y me doy la vuelta para ir a mi clase, pero Bratt está más cerca de lo que esperaba, lo que me hace chocar con él.

—Uh, lo siento—me sujeta por los hombros y yo asiento—. Con respecto a lo de anoche...

Resoplo. «No de nuevo»

—Teniente...—intento hablar, pero me interrumpe

—Estuvo bien—me ofrece una sonrisa coqueta—. ¿Estás libre esta noche? Quizás quieras venir a tomar algo con nosotros...

—No—lo corto con una sonrisa amable—. Gracias, teniente, pero no—respiro profundo—. Lo de anoche... fue bueno, pero no estoy interesada en verlo de nuevo. Tengo novio.

Frunce el ceño.

—¿Tienes novio?—pregunta estupefacto y Simón ríe

—Mire, mi novio y yo tenemos una relación abierta, pero relación al fin y al cabo—me encojo de hombros—. Así que, lo siento pero, a menos que sea un plan amistoso, no me interesa.

Parpadea un par de veces y Simón pasa por su lado riendo antes de pasar su brazo por mis hombros y besar mi mejilla.

—Hola, Stacy.

—Hola, cariño—palmeo su abdomen antes de apartarme—. Debo irme, así que si me disculpan...—los rodeo y me encamino a mi salón de clases

No miento cuando dije que lo de anoche estuvo bien. Sin embargo, no es mi estilo. Lo supe cuando vi su rostro de sorpresa en el momento en el que tuve que ponerme arriba porque lo suave... no es de mi gusto. Al menos no con un polvo.

Sin embargo, para cualquiera que quiera sexo vainilla, puede salir con Bratt.

Christopher

—Te dije que no lo hicieras—Simón palmea el hombro de Bratt mientras vemos a Anastasia alejarse tranquilamente

Ni siquiera nos notó a Patrick o a mi. Simplemente pasó por nuestro lado como si no existiéramos, ¿quién se cree?

—No me dijiste que tenía novio—sisea Bratt en dirección al pelinegro y Patrick ríe mientras niega

—Todos sabemos que ella sale con el idiota capitán del equipo de fútbol—el rubio suspira—. Pero siéntete afortunado, la chica es malditamente preciosa.

—¿Qué tan encantado te dejó?—se burla Simón de Bratt y este le golpea el hombro haciéndonos reír—. A ese nivel, ya veo.

—Hablan como si fuera una maldita diosa sexual—me quejo en voz alta y todos ellos fijan sus ojos en mi—. Vamos, es una porrista, solo necesitas hablarle sucio y quedará encantada.

—Hablas de ella como si te frustrara no follártela—Patrick sonríe y yo ruedo los ojos—. Vamos, hermano, admite que te hiere el ego que te haya ganado y que también se haya ido a casa con Bratt. Esa rutina no es la usual.

—No me hiere nada, solo es una mimada más, de las mismas que quieren hombres con dinero y pinta de malos—miro a Bratt—. Aunque tú no entras en la segunda categoría, ¿qué tal si te haces un corte decente y dejas de lucir como un estirado?