Give Me Everything [Christopher Morgan]

Cap 45

Christopher

—¿Seguro que quieres quedarte?—pregunta Anastasia por probablemente décima vez en quince minutos

—Que si—ruedo los ojos, tirando suavemente de su muñeca para atraerla mi cuerpo, viéndola sonreír cuando la pego a mi pecho.

Es hermosa. Verla sonreír la hace ver incluso más bella de lo que ya es y, aunque sus ojos aún están opacos por la tristeza, se siente bien verla relajarse un poco.

—¿Qué pasa? ¿Te gustan mucho mis ojos?—se burla, tomando las solapas de mi chaqueta para tirar de mi hacia abajo y besarme

—Si—muerdo su labio inferior y ella suelta un pequeño gemido que va directo a mi polla endureciéndome en menos de nada—. Me gusta que ya no uses los lentes de contacto.

—Si sigo llorando con esas cosas puestas tendré que hacerme un trasplante o algo—bromea, pero me tenso

—Entonces no llores—digo y suspira con una sonrisa temblorosa—. No te digo que lo olvides o que no te duela, pero no es sano que le llores toda la vida.

—Lo sé, solo... me doy un tiempo para desahogarme—levanta su mano y acaricia mi cabello con sus dedos—. No es solo Omar, es... todo. Me tomo un tiempo para sacar todo.

—Bien—vuelvo a besarla—. ¿Lista?

Asiente, respirando profundo antes de retroceder un paso y tomar mi mano para entrelazar nuestros dedos.

Entramos a la oficina y mis ojos detallan a los cinco abogados que esperan en la mesa con los informes frente a ellos.

Fijan sus ojos en Anastasia y ella se endereza luciendo tranquila, pero su mano aprieta la mía en un gesto de nerviosismo. «Es buena fingiendo, eso es algo que no puedo quitarle»

—Señorita Walker—los abogados se levantan y ella se adelanta a estrecharles la mano sin soltar la mía—. Por favor tome asiento, nos gustaría comenzar a tomar notas sobre su declaración para el caso contra su padre.

Aprieto suavemente su mano y aparto la silla para que tome asiento. Ella respira profundo y me ofrece una pequeña sonrisa mientras me mantengo detrás de ella ofreciéndole mi apoyo para lo que sé es algo difícil para ella.

***

—Toma—dejo un helado de fresa y chocolate frente a Anastasia y ella me ofrece una pequeña sonrisa mientras me siento frente a ella en el sofá

Saco la comida rápida que pedí y dejo las hamburguesas de ambos en la mesa de cristal.

Su declaración estuvo bien dentro de lo que cabe. Los abogados aseguraron que van a intentar conseguir las últimas grabaciones de seguridad, junto con eso y su declaración van a proceder con la demanda en un par de días.

Anastasia decidió quedarse, sus hermanos van a viajar al rancho de Gauna hasta que se necesite su presencia para el juicio.

Me importan una mierda sus hermanos, lo que me importa es el hecho de que ella decidió quedarse. Conmigo. Y... joder, eso es una buena señal.

—No te pregunté si querías que me quedara—murmura y fijo mis ojos en ella—. Yo... ¿quieres que me quede? Puedo conseguir otro departamento o...

—Quiero que te quedes—la interrumpo—. No te mates pensando mucho, Anastasia, si no quiero que hagas algo voy a decirlo y ya está.

—Que dulce eres—rueda los ojos y me burlo levantándome para tomar asiento a su lado y tomar su barbilla entre mis dedos—. No se te da muy bien el romanticismo, ¿no?