Give Me Everything [Christopher Morgan]

Cap 12

Christopher

—No fue tan difícil conseguir las entradas—Patrick se alisa el traje cuando entramos al club, siendo recibidos por la música alta y personas vestidas completamente de negro

—No, supongo que no—Simón resopla hablando alto para que lo escuchemos—. ¿A quién se las robaste?

—Se las compré por quinientos dólares cada una a un grupo de medicina—se encoge de hombros y ruedo los ojos.

Ni siquiera sé porqué diablos accedí a acompañarlos, esta es obviamente una fiesta llena de niños ricos buscando diversión desenfrenada.

Todos tienen tragos en sus manos; el primer nivel está lleno de personas bailando, besándose y al parecer están drogados.

—Bueno, ten—Simón le entrega quinientos dólares—. Yo ya tenía invitación, vamos—comienza a subir las escaleras

—¿Qué diablos?—Patrick tira de mi brazo y Bratt viene detrás de mi mientras subimos las escaleras al segundo nivel

Este está mejor.

Hay menos personas, hay un grupo de chicas que creo que pertenecen a la central bailando en la pista, también están algunos hijos de algunos generales importantes bebiendo sentados en las mesas.

La barra está llena, pero en ella solo una persona resalta. Una persona vertida con un vestido de encaje rojo sangre.

La falda del vestido es acampanada, pero la parte superior es un corsé.

Y que me jodan, pero mi polla se tensa dentro de mis pantalones.

Simón se acerca a la chica y besa su mejilla, así que nosotros nos acercamos y creo que podría matarme cuando la reconozco.

No es cualquier mujer. Es Anastasia, y se ve como una maldita fantasía sexual.

Se ve elegante, el cabello cae sobre sus hombros en suaves ondas y su cintura se ve pequeña con ese corsé que no solo se amolda a su cuerpo, sino que sus tetas... maldición.

—Te odio—le dice a Simón y agradezco que la música aquí llegue lo suficientemente alta para disfrutarla, pero también para escucharse hablar

—No, no me odias—él sonríe—. Es tu fiesta, y lamento esto pero no pude detenerlos, no lo supe hasta última hora—nos señala

—Auch, ¿entonces no querías invitarnos?—dice Patrick y Anastasia lo mira—. Eso me ofende muchísimo, ¿qué te hicimos?

—Oh, nada—Anastasia toma un trago de su bebida y me sorprende ver que es Whisky—. Pero verás, el capitán ha dejado bastante claro que no le gustan los niños ricos y... ¿entonces por qué los invitaría a una fiesta de niños ricos?

—Al menos admites lo que es—siseo y ella fija sus ojos en mi

Y ahora son mieles. ¿Esta mujer alguna vez deja de ponerse lentes de contacto? Es detestable que mienta tanto.

—Si, capitán—me ofrece una falsa sonrisa—, admito que es una fiesta de niños ricos. Pero como hoy es mi cumpleaños, me gustaría que usted y sus... amigos no me arruinaran la noche. Sin ofender—les sonríe antes de volver a mirarme.

—Diablos, ¡Feliz Cumpleaños!—Patrick la abraza y ella no parece poder evitar una sonrisa real, como esa que ya vi antes, lo que hace aparecer sus hoyuelos de nuevo

—Gracias, al menos uno de ustedes es un poco decente—le guiña el ojo a Patrick cuando se aleja y ruedo los ojos.

—¿Escucharon eso? Soy el decente del grupo—pasa su brazo sobre los hombros de Anastasia y Bratt resopla—. No te molesta, ¿cierto, Bratt? Todos sabemos que Anastasia no está interesada en ti, lo vemos.