Solté un suspiro intentando mantener toda la compostura que en aquellos momentos no sentía.
La lluvia se abría paso impactando contra el cristal de aquella cafetería en la que estaba sentada, esperando.
El abogado de Gavi había concretado una cita con mi madre, esa misma tarde, en esa misma cafetería.
Gavi y él se encontraban escondidos tras un periódico.
Miré a Gavi para infundirme algo de valor y entonces la puerta se abrió haciendo que la campanilla sonase avisando de que alguien acababa de entrar.
Al levantar la vista la vi mirarme y entonces se acercó a mí y se sentó frente a mí.
– ¿Por qué nos has denunciado? ¿Estás loca?
En aquel momento toda la ilusión de verla, desapareció. No venía en son de paz, y en aquel momento, yo menos.
– ¿Loca? Los locos sois vosotros por nunca haberme creído cuando pasó aquello mamá. Me echaste a las diecisiete años de casa y tuve que buscarme la vida para poder sobrevivir.– solté.
– El señor N-
– El señor Noriega os contó una trola, porque no había querido acostarme con él. Y vosotros le creísteis, le disteis la capacidad de destruirme, a mí, a la familia. Y no os importó. Ni siquiera vea rastro de arrepentimiento en tu puta cara, joder.
– Lia habla con educación.
– Hablaré como me venga en gana, porque ahora mismo si estoy viva no es gracias a la educación que me disteis, ni mucho menos gracias a vosotros.
– Ya. Me han contado que trabajas de puta. ¿Que ironía no?
La miré fijamente y entonces cogí todo el aire que pude.
– Irónico es que vengas aquí a exigir algo. Que te quede claro que no voy a retirar la denuncia. Voy a llevaros ante un tribunal y cuando gane voy a sacarte todo lo que pueda. Eso es lo único que me interesa de ti ahora.
La miré y entonces lo siguiente no me lo esperé.
Mi madre me dio una bofetada en la cara y después me miró fijamente.
De un momento a otro vi a Gavi aparecer a mi lado y entonces mi madre lo miró, sintiéndose pequeña al instante.
Con Gavi era mejor no discutir, y creo que hasta ella lo notó.
– Le sugiero que salga de aquí antes de que llame a la policía.– murmuró tranquilo.
"La calma que precedía a la tormenta"
– ¿Que salga de aquí? Esto es un sitio público.– soltó mi madre.
– Es un sitio público, pero acaba de abofetear a mi novia y no voy a recular si tengo que defenderla.– murmuró.– Si no quiere salir por esa puerta después de la paliza de su vida, coja su bolso de pija barata y lárguese de aquí.– espetó.
Mi madre tragó saliva y me miró mientras me llevaba la mano a la mejilla, después recogió su bolso y salió de allí dejándome respirar de nuevo.
Gavi automáticamente se giró y me agarró la cara mirándome fijamente.
– Te juro que porque era tu madre, si no la habría matado. Te lo prometo.
Sonreí suavemente y agarré sus manos y las sobé suavemente.
Nuestro abogado se acercó a ambos y nos miró con una sonrisa.
– ¿Qué te alegra tanto?– pregunté.
El abogado señaló una cámara que apuntaba de pleno a donde nosotros nos encontrábamos y nos miramos.
– Tenemos pruebas para atacar.– solucionó.– Voy a hablar con el encargado para ver si puede darnos la cinta de vídeo y enseguida vuelvo.– murmuró marchándose.
– Está bien, yo voy a llevarme a Lia a casa.
Gavi y yo salimos de aquella cafetería viendo la lluvia caer.
– Espérame aquí.– murmuró Gavi.
– No me dejes sola.– pedí.
– Entonces corre.
– ¿Qué?
No pude decir mucho más porque entonces tiró de mi brazo y salimos a correr bajo la lluvia en busca del coche, que se encontraba en el parking.
Al llegar estaba empapada, y él más de lo mismo.
Nos montamos y me deshice de las zapatillas y vertí el agua que había dentro de estas, luego escurrí mi pelo y me eché a reír.
– Fermín me ha escrito para preguntarme si queríamos ir a su casa con los demás y pasábamos la tarde allí.
– ¿Por qué me pides permiso?
– Si tú no vienes conmigo, no voy a ir.– murmuró.
– Muy bien. Vayamos entonces.
Sonrió y después arrancó el coche.
Nos metimos en la carretera y yo me dediqué a subir el volumen a cada canción que sonaba.
"No me llores" de Duki empezó a sonar y vi a Gavi subir el volumen.
"Si otro la toca lo voy a matar
Las horas me matan si no dice' na'Ella me dice "No llores"
Me agarra la mano me mira y me dice "No llores"
Mientras en la mesa se están marchitando esa' flore'
No me trate' bien porque me estás dando más razones
De quedarme aquí hasta que me eches a golpes"Me limpié unas lágrimas que cayeron por mi cara y me giré para mirar a Gavi.
Conducía tranquilo, relajado. No era usual verle tan calmado y verlo era un auténtico paraíso.
En mi furor interior pensé en lo agradecida que estaba.
Por haberle encontrado.
Porque el destino le hiciera abrir aquella puerta interrumpiéndome con aquel hombre, sacándome de allí al instante.
Miré la ventana y vi la lluvia caer quedándome totalmente embobada hasta que Gavi aparcó.
Después ambos nos bajamos del coche y entramos en casa de Fermín.
Todos me saludaron con un abrazo y un beso en la mejilla, sin sobrepasarse como a lo que estaba acostumbrada.
Estuvimos cenando pizza y veía a Gavi echarme trozos y trozos en mi plato disimuladamente.
Vimos una película y estuvieron jugando a la Play.
Jugué una partida pero al perder empezaron a burlarse de mí.
Más tarde, los chicos empezaron a hablar de los entrenamientos y llegó el momento de la despedida.
Nos fuimos despidiendo según llegábamos a los coches.
Tras montarme en el coche miré a Gavi, me estiré y agarré su cara para besarle.
Necesitaba besarle tanto como el aire que respiraba.
– Te necesito.– admití.
– Ya me tienes, Lia.– murmuró.
– Te necesito de todas las formas posibles.– murmuré mirándole a los ojos.
Y fue entonces cuando entendió a lo que me refería.
No necesitaba más tiempo, no con él.
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Eaaaaaa, que sendo temazo dioos 🛐
Siento la inactividad, los exámenes de la Uni están siendo más difíciles de lo que me imaginaba. Gracias por vuestra paciencia, os adoro 🫶🏻
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𝐓𝐎𝐘𝐆𝐈𝐑𝐋 +18 | Pablo Gavi
Genç KurguLia no lleva una vida fácil y por más que quiera negarlo, un chico va a conseguir leerla más de lo que ella cree.