Capítulo 27

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El calor sofocante del verano estaba causando estragos en todos. Cuerpos sudados, respiraciones aceleradas, sed insaciable y una necesidad escandalosa de beber.

—¿Por qué estamos haciendo esto?

Vegas miró a su hija y le dió una palmadita en el hombro.

—Deje de preguntar el por qué hace bastante tiempo. —le dijo mientras continuaba preparando la cena. —Solo haz lo que te pida.

Paris suspiro derrotada.

Hace unos días se había llevado a cabo una cena familiar. Encontrar un día en el que todos estuvieran disponibles fue un dilema, al parecer la vida de todos estaba demasiado ocupada, pero con mucho esfuerzo y regaños de parte de Khun y Aiden, se logró. Poco después de acordar la fecha Gaia comentó que era relativamente cerca del cumpleaños de su hermano Maverick, por lo que la cena tranquila en familia cambió drásticamente a una fiesta descomunal con más de cien invitados, por supuesto que Khun había tomado el mando de la organización y, junto con los cuatro mellizos, empezaron los preparativos para celebrar el cumpleaños número 18 de Mavi. Elegir una temática fue un dolor de cabeza, Maverick quería que su fiesta fuera divertida y sofisticada, así que después de muchas propuestas Aiden sugirió que fuera una fiesta de máscaras venecianas, pero Khun sugirió que los trajes fueran victorianos, a nadie le extrañó la petición de Khun todos sabían que amaba la época victoriana por los vestidos y trajes que en ella se usaban.

—Creo que Aiden y el tío Khun no tomaron en cuenta el clima. Moriré de calor. —se quejó París mientras observaba el posible material que llevaría su vestido.

Vegas negó divertido pues recordaba a su hija emocionada junto con los otros niños cuando se acordó la temática.

—Creo que es lindo. — habló Milán refiriéndose al material del traje de la chica. —El púrpura resaltará tu piel y el color de tus ojos.

—¿Tú crees? — preguntó ella insegura. Sus dedos juguetearon con el material en sus manos. —Bueno si mi hermanito lo dice entonces lo creeré.

Milán sonrió tímidamente.

—¿Creer qué cosa?

Todos giraron a ver al recién llegado. Venice se adentraba a la cocina con total confianza luciendo una ropa cómoda pero con estilo.

Cuando Venice estuvo lo suficientemente cerca de su hermano lo envolvió en un abrazo.

Después fue directamente con su hermana.

—Que seré la más linda de la fiesta.

—Oh, de eso estoy seguro. — dejó un beso en la frente de la pelinegra y luego miró a su padre. — Apuesto a que padre va a tener que ahuyentar a muchos lobos de la princesa.

Vegas bufó.

—¿Lobos? —se rio sin gracia. —Todos son perros.

París viró los ojos, tomó parte del material y la mano a su mellizo.

—Vamos a llevar esto arriba, Mimi..

Milán asintió pero antes de salir de la cocina por completo giró a ver a su hermano mayor.

—¿Dormirás aquí? —Su voz pequeña y casi tímida estrujó el corazón de Venice.

Venice tenía dos semanas sin ir a casa de sus padres a pesar de haber prometido pasar ahí las vacaciones, Vegas y Pete querían darle su espacio y no insistieron después de la segunda llamada para preguntar si vendría o no, pero los mellizos eran punto y aparte. Tanto París como Milán le habían estado enviando mensajes casi diarios preguntando cuándo aparecería, que lo extrañaban y que tenían cosas importantes que contarle. Y no es que Venice no haya querido ir a casa de inmediato, solo tuvo una serie de eventos desafortunados que lo llevaron a una pelea en un bar donde terminó con el labio reventado y un moretón horrible en las costillas de su costado izquierdo. Quince días era lo que había tardado en sanar.

𝐇é𝐫𝐢𝐭𝐢𝐞𝐫𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora