Capítulo 3. Confianza íntima.

910 44 5
                                    

—Poppy, ¿Qué

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Poppy, ¿Qué... qué estás haciendo? No esperaba verte hoy... —intentaba soltarse del amarre inútilmente.

Poppy lo miró a los ojos, causando un silencio incómodo—. Me has estado evadiendo durante un tiempo. Siento que no te intereso. —Su mirada se tornó triste y sus ojos se cristalizaron.

El corazón de Ramón se aceleró. Estaba preocupado; Poppy nunca lloraba, y verla triste de repente le daba mucho miedo, pues temía que perdiera sus colores nuevamente.

—Lamento haberte herido de esa manera. Me sentí demasiado avergonzado para hablar contigo. Espero que puedas perdonarme —dijo él, mientras su piel se sonrojaba. Intentó mostrarle una mirada de confianza a través de una pequeña sonrisa.

—¿Por qué hablabas con esa troll Techno? Incluso rieron juntos.

Poppy entrelazaba sus dedos y miraba hacia otro lado, avergonzada por mostrar sus celos. A él no le costó mucho darse cuenta de lo que estaba ocurriendo.

—Poppy, acércate—. Respondió Ramón, tomando aire mientras la miraba a los ojos. —Eres la primera troll que me ha hecho sentir como nunca. Recuperé la felicidad gracias a ti. He enfrentado muchas cosas solo por estar a tu lado. Pienso en ti cada minuto del día. Puedes confiar en mí; nunca te defraudaría.

Las mejillas de la pelirrosa se sonrojaron bastante, aunque no debía caer tan fácilmente.

—Aún no me has dicho quién era ella ni qué hacía contigo—. Su mirada era algo intimidante; quería una respuesta sincera de su pareja.

—Si me sueltas, podría enseñártelo—. El troll peliazul la miraba sonrojado.

Poppy deshizo el amarre. Ramón se levantó de la silla, abrió un cajón y sacó una caja pequeña. Le entregó lo que había dentro. —No es gran cosa, pero espero que te guste. Tenía en mente dártelo mañana.

Al abrir la caja, Poppy se sorprendió al ver un hermoso collar hecho con cuentas en forma de flores y corazones. Ramón lo tomó para colocarlo alrededor de su cuello.

—Como lo pensé, combina a la perfección contigo—. Besó su frente. —Busqué lo mejor para una chica increíble.

Poppy se quedó sin palabras. Su corazón latía con rapidez. Abrazó con mucha fuerza a su pareja. Estaba mal por haber desconfiado así.

—Me encanta, muchas gracias. Es precioso. — Le dio un beso en los labios y frotó su nariz contra la de él.

—Perdón por tratarte así, pero al verte con alguien más, muchas emociones despertaron dentro de mí—dijo Poppy, con sinceridad, pero mostrándose vulnerable a la vez. Saltó a sus brazos, abrazándolo con fuerza. —Te quiero solo para mí, ChiquiRamón.

Ramón miró a Poppy con una sonrisa comprensiva. La serenidad de la atmósfera parecía envolverlos, y él, sintiendo aún más presente su amor por ella, respondió:

Aventura sin destino. +15Donde viven las historias. Descúbrelo ahora