Seis meses después del rescate familiar, Poppy y Ramón, la pareja real de Villa Pop, anhelan un poco de normalidad. Sin embargo, los celos, las inseguridades y las responsabilidades de la corona amenazan con ensombrecer su romance. ¿Podrán superar s...
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Era solo cuestión de horas para que diera inicio el evento, y Poppy despertó mucho antes de lo habitual, llena de entusiasmo y energía. El día prometía ser emocionante, y no podía esperar para vivirlo al máximo.
—¡Hoy nos vamos a divertir muchísimo, Ramón! —exclamó la rosada con una sonrisa radiante mientras le ofrecía un bocado de su desayuno.
Ramón, aún adormilado, tomó un trago de su jugo, su expresión cambió a un desagrado evidente.
—Sí, quizás lo sea —dijo él con una sonrisa forzada mientras trataba de disimular su disgusto.
—¿Tan malo es? —preguntó ella, preocupada, notando las muecas que Ramón hacía cada vez que bebía.
—Me acostumbraré. Ahora tenemos que prepararnos, el evento comienza pronto —respondió él, terminando el jugo con una mueca final y plantando un tierno beso en la mejilla de Poppy.
Poppy le entregó un traje rosa que había seleccionado, similar al del día anterior.
—Ten, esto es lo que usaremos hoy —dijo con una sonrisa segura—. Estoy convencida de que te quedará de maravilla.
Luego, se dio la vuelta para ir a cambiarse. El conjunto que había elegido consistía en un vestido de mezclilla rosa, combinado con unas botas largas y un sombrero a juego. El conjunto realzaba su figura de una manera encantadora.
Ramón, aunque algo dudoso al principio, se cambió rápidamente. Ambos estaban listos y, tomados de la mano, se dirigieron al lugar del evento, sintiendo la emoción en el aire.
Al llegar, se encontraron con Brog, el conocido troll del pueblo. Él era sorprendentemente atractivo, con su robusta figura y piel verdosa. Sus ojos amarillos brillaban con una intensidad cautivadora hacia Poppy, y su melena salvaje de color naranja enmarcaba su rostro con un aire encantador.
—Qué bueno verte aquí, dulzura. ¿A dónde vas tan sola? —preguntó Brog con una sonrisa, mientras se acercaba a ellos.
—No estoy sola, vine acompañada de mi novio, Ramón. Él participará en la competencia de atrapar manzanas —respondió Poppy orgullosa, entrelazando su brazo con el de su pareja. Él le dedicó una sonrisa cargada de admiración y confianza, su mirada atenta y orgullosa reflejaba lo seguro que estaba del amor que aquella Reina del Pop sentía por él.
—Si nos disculpas, se nos hace tarde —dijo Ramón con un tono burlón, despidiéndose de Brog con una sonrisa irónica. Se sentía satisfecho de que Poppy lo presentara como su novio y no tenía intención de permitir que aquél troll interfiriera en su día. Su actitud era confiada y desafiante, demostrando que estaba decidido a disfrutar cada momento con Poppy sin dejar que nadie lo desestabilizara.
—¿De verdad quieres que yo participe? Pensé que tú también querrías —dijo el peliazul, mirando a la rosada con curiosidad.
—Necesitas a alguien que te anime, y esa seré yo. Además, es importante que te diviertas —respondió la contraria, decidida y consciente de que su apoyo era fundamental para Ramón.
