—Poppy... —Balbuceaba un Ramón totalmente sometido a las voluntades de su novia, le permitía tocarle en donde ella quisiera, estaba entregándose de nuevo a sus peticiones.
—¿Qué quieres que haga exactamente?—murmuró la contraria, acariciando su pecho desnudo.
—Y-yo.. Quiero que tu..—Tomó aire para estabilizar sus pensamientos. —Dejemos esto para otra ocasión, Poppy.
—¿Por qué?—Cuestionó la rosada. Se sintió un poco ofendida al ser interrumpida por la persona que menos esperaba.
—Porque preguntarían donde estamos, posiblemente nos interrumpirían de nuevo, molestarían con ello por una semana, y nos están esperando.
Tenía razón, mucha razón, aunque odiara admitirlo.
Y era una troll, ¿Cómo podría tener la sensación de odiar algo?
Imposible.
En un rato se habían vuelto un desastre, Poppy cambió su atuendo a otro similar al que llevaba anteriormente, un vestido de color verde estampado de pequeñas flores blancas. Acomodó lo más que pudo su cabello, pues se había revuelto con el repentino movimiento que ambos hicieron.
Ramón fue por otro chaleco de hojas similar al que tenía Viva. Pasó las manos por su rostro para intentar calmar su respiración agitada, tenía un rojo intenso en las mejillas.
Acto seguido tomó una bandeja para colocar las bebidas que llevaría. Era una mezcla de jugos y cervezas. Poppy lo ayudó con las golosinas.
—Muy bien, ¡Ya estamos aquí!—Gritó Poppy, llamando la atención de sus compañeros de viaje para que se acercaran a escoger lo que quisieran.
Dejó la charola en una mesita improvisada, pues era un tronco cortado lo que estaban utilizando.
—Viva, ¿te sientes bien?—Preguntó la menor.
—¡Ah! Si, sólo siento un poco de picazón en la nariz.
—Ay, no. Ven conmigo, tienes que cambiarte esa ropa, estás empapada.—Volvieron a la Van, Poppy le dio un momento de privacidad a Veev para que se quitara la ropa y la sustituyera por otra.
Colgó la ropa mojada en una zona apartada del bosque, el body de Viva, su capa y el chaleco de Ramón.
La mayor llegaba a ser bastante distraída cuando de cuidar su salud se tratara. Prefería fingir que todo estaba bien, pero siempre resultaba regañada por Clay en cuanto se caía del agotamiento físico.
Ahora no quería hablarle, ya tuvo suficientes situaciones incómodas.
—Ramón siempre viene preparado para las 1989 situaciones posibles que puedan ocurrir así que...—Poppy buscaba entre unas cajas—¡Aquí está!—Dijo mientras mostraba un frasco con un contenido de color extraño dentro, fue por una cuchara y vertió un poco del líquido.
—Abre la boca, Viva...—La rosada acercó la cuchara a sus labios, pero la rubia se hizo hacia atrás.
—¿Q-que es eso, Poppy?
—Sólo un poco de medicina, confía en mi. Ramón siempre me da esto cuando juego mucho tiempo en la lluvia.
Confió en su hermana.
Al probarlo, tenía un sabor asqueroso, no pudo evitar hacer una mueca de desagrado, provocando risas en la menor.
—¡L-lo s-siento! Es que... también me pasa lo mismo cuando lo tomo, ¡Tu cara fue muy graciosa!
—Estoy segura de que Ramón prepara estas cosas, ¿verdad?
—Si, y son muy efectivas. Con el tiempo le tendrás la confianza ciega que le tengo, Veev.
No podía juzgarlo, también fue una paranoica hacia el mundo exterior. Igual recurría a los remedios naturales.
Y sí que funcionaban, pues en todo ese rato la incomodidad que sentía en la nariz había cesado. Fue una suerte que no lo dejó pasar o se hubiera complicado aún más.
[...]
—¿Sabes? Poppytina es increíble, no la pierdas por nada.—Habló JD, intentando conversar con su hermano menor.
—Sí, estoy seguro de eso. Pero no quita que esté enojado con ustedes, ¿Cómo no se dieron cuenta de lo que hacía hasta que cayó al agua? Poppy podrá ser muy astuta pero no sabe disimular o mentir, y menos ustedes.
—Hey, ¡Tranquilo! Lo importante es que ahora se encuentra bien, ¿Le pasó algo? No. Yo la veo muy enérgica, como siempre.
—Si, claro. Pero en otras circunstancias, no puedo regresarla enferma a su casa. Su padre me mataría, estaría tirando a la basura el gran vínculo amistoso que tengo con Peppy por una tontería.
—Mi pregunta es, ¿Por qué no le has pedido matrimonio?
El azabache suspiró, decepcionado.
—Una vez le hablé sobre eso, pero se vio muy incómoda.—Juntó sus manos y empezó a jugar con sus dedos, entrelazándolos.
—No creería eso de Poppy, ¿Cuánto tiempo llevaban saliendo?
—Fue antes de que aparecieras, un mes.
John soltó a reírse fuertemente hacia Ramón.
—¡Bueno, tu también exageraste! Así incluso yo me hubiera asustado.
El menor rodó los ojos y dijo con expresión seria:—Lo sé, no tienes que decírmelo, pero la quiero mucho.
Pronto apareció el pequeño Tiny Diamond.
—¡Hey, señor D y Tío Ramón aunque no eres canónicamente mi tío pero te digo así por ser novio de la Tía Poppy!
—Ah, hola Tiny. ¿Buscas algo?—Cuestionó Ramón con desánimo.
—¡Claro! El señor D me prometió explorar parte del bosque.—El pequeño troll se lanzó hacia la cabellera de John.
—De acuerdo, pequeñín, vamos de una vez. Te veo después, Bitty B.
—Si, claro. Adiós.
[...]
Armaron una fogata en cuanto se hizo de noche.
Los BrillaMares fueron colocados con cuidado en las ramas de los árboles que se encontraban alrededor del grupo de amigos. Era encantador admirar su destello.
Todos juntos entonaron una canción
"Sweet Caroline
Good never so good
I've been inclined
To they would
But now I
Look at the night
And it don't seem so lonely
We fill it up with only two
And when I hurt
Hurtin' runs off my shoulders
How can I hurt when I'm with you
Warm, touchin' warm
Reachin' out
Touchin' me
Touchin' you"Poppy estaba a su lado, con lo encantador que le resultaba. Hechos un círculo, se tomaron de las manos.
La rosada aprovechaba para dejar algunos besos en su cuello, provocando risas en el troll azul. Lo abrazaba en cada oportunidad disponible.
¿Cómo es que dos trolls tan distintos podían irradiar tanta felicidad?
Armonía.
—¿Te veo en la Van cuando todos se duerman, ChiquiRamón?—Le susurró al oído la contraria, en un tono coqueto y dominante.
—Eh.. si, y-yo... te estaré esperando, ChiquiPoppy..
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Aventura sin destino. +15
FanfictionSeis meses después del rescate familiar, Poppy y Ramón, la pareja real de Villa Pop, anhelan un poco de normalidad. Sin embargo, los celos, las inseguridades y las responsabilidades de la corona amenazan con ensombrecer su romance. ¿Podrán superar s...