MALDITO REY BRUJO [#5]

MALDITO BRUJO

—Axel, te estoy hablando — salgo de mis pensamientos y miro a Vash —, ni siquiera estás notando que tienes a una dulce dama restregandose en tu polla.

Estamos en un bar nocturno, tengo una mujer que acaricia mi cuello, pecho, me besó e intenta bajarme los pantalones de forma cautelosa.

—Mamasela ya, ¿Quieres?, a ver si así se le quita lo amargado —le ordena Vash a la chica y esta asiente ansiosa.

La chica me abre los pantalones y me toma la polla para luego meterla a su boca, la aparto de mi cuando quema, y me coloco un condon, se vuelve a acercar y continua con lo suyo.

—Deberías relajarte, ya tus guardias le están dando caza por todos los reinos, no dejes que una mujer que te robo y uso dañe tu noche...

Me levanto con rapidez y agarro a la desconocida del brazo, me guardo la polla y subo escaleras arriba donde me encierro con ella en la primera habitación que encuentro.

—¿Cómo te llamas? —le demando y ella nerviosa hace una reverencia.

—Aza —la barbilla le tiembla así que me acerco a ella.

—Esta noche no estoy de humor Aza, así que me ayudarás con eso y te imaginarás que te llamas Tarantina está noche, ¿De acuerdo? —la chica asiente y yo descargo mi patética furia con ella.

Me la follo hasta agotarla y aburrirme de sobremanera.

*****

Encuentro a mi madre dándole órdenes a la ama de llaves y cuando está se va le entra un ataque de tos.

—¿Todo bien madre? –se sobresalta cuando le hablo y me sonríe.

—Sí, es solo una gripe pasajera que ronda por ahí y me tocó a mi por desgracia, no te preocupes —asiento listo para irme a mi habitación.

—¿La encontraste? —pregunta mi madre a mis espaldas.

—No.

—Así estamos mejor hijo, no quiero que regrese e intente lavarte la cabeza otra vez —la miro por mi hombro y sigo mi camino.

¿Qué estará haciendo esa brujita tramposa?, de seguro planeando formas de como enterrarme vivo y tomar la corona, lo más acertado es que se tiene que estar burlando de mi.

Bebo mi té relajante para el sueño mientras miro fijamente el fuego de mi chimenea, la puerta de mi habitación se abre.

—Como todas las noches he venido a usted rey —le hago señas para que entre y cuando esos ojos verdes en otro rostro empuño mis manos.

—A la casa, querida —la chica me hace una reverencia y la sigo.

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Esa gripita no convence

Att: Eliana Batista💋